Martinho deja una estela de destrozos en su primera embestida contra la costa de Huelva
En el Rompido una potente manga de viento ha arrasado varias terrazas de restaurantes y ha ocasionado desperfectos en al menos una decena de viviendas y en instalaciones deportivas; mientras que en Isla Cristina el fuerte viento se ha llevado el techo de la terraza de otro restaurante en el paseo marítimo de la Playa Central
Una potente manga de viento arranca de cuajo varias terrazas de restaurantes en El Rompido

Huelva/Las primeras embestidas de la borrasca Martinho, que azotará nuestra provincia durante todo este fin de semana, ya han dejado una estela de destrozos. Ha sido en la madrugada de este jueves, siendo El Rompido, el punto de la costa de Huelva más afectado.
Y es que, en dicho núcleo del término municipal de Cartaya, fue enorme el susto que se dieron sus vecinos. Muchos de ellos, consultados por este periódico, aseguraron no haber visto nunca un fenómeno de tales dimensiones, ni tan devastador.
Faltarían unos 20 minutos para las tres de la madrugada, el viento había soplado muy fuerte durante toda la tarde del miércoles, y la Aemet tenía activado aviso amarillo por vientos, fenómenos costeros, lluvia y tormentas. Fue entonces cuando, de repente, un enorme estruendo sacó a muchos de ellos de sus camas.
Dicho ruido, y todos los golpes asociados al mismo que se oyeron durante escasos segundos después, respondía al paso de una potente "manga marina" de dimensiones "desconocidas" para los vecinos consultados por esta redacción, la cual entró desde la ría del Piedras por la calle Barca, arrasando literalmente todo lo que se fue encontrando a su paso.
Los daños más evidentes se produjeron en algunos de los establecimientos hosteleros situados en primera línea de playa como el restaurante La Ola, y sobre todo el restaurante El Rinconcito de Silvia, que fue el que se llevó la peor parte. El potente viento arrancó literalmente de cuajo toda su terraza, esparciendo cascotes, chapas, vigas, pilares, maderas y otros elementos constructivos hasta a más de un centenar de metros de distancia, causando con ello un reguero de daños en las viviendas sobre las que fueron cayendo.
La imagen de la zona afectada a primera hora de la mañana era desoladora y nadie en El Rompido podía dar crédito a lo que estaba viendo.
Silvia Flores, propietaria de dicho establecimiento, relató a esta redacción con lágrimas en los ojos y visiblemente emocionada que, "sobre las tres pico de la madrugada me llamaron para decirme que había entrado un viento muy grande que se me había llevado toda la terraza".
Afirmó que se trasladó "inmediatamente" hasta su negocio, y que al llegar, pasadas ya las tres de la madrugada, se encontró un "panorama desolador". "Los restos de toda mi terraza estaban a más de 50 metros de distancia y sobre las viviendas de la zona…, una viga por aquí…, medio techo por allí…, y además habiendo ocasionando daños en ellas", relató. "Ahora, ya con la luz del día, podemos ver casas con las cornisas rotas, muros derruidos y trozos de mi terraza en sus patios y tejados".
Silvia Flores subrayó que "el viento ha entrado y se lo ha llevado todo, todo, lo ha levantado todo y esto ha quedado fatal. Ha destrozado la terraza entera, y el 80% de ella ha volado a más de 50 metros de distancia".
Según prosiguió, cada vez más emocionada, "hay una casa que tiene dos plantas en cuyo tejado comenzaron a pegar los trozos de la terraza, de la que se ha llevado a todas las tejas, ha caído medio techo de mi bar dentro de la vivienda de una señora que estaba acostada y que no sé cómo no le dio un infarto. Los vecinos me dijeron que parecía que se había acabado el mundo".
La empresaria hostelera afectada afirmó por otra parte que "aún es pronto para hacer una valoración de los daños", haciendo referencia en este sentido a la proximidad de la Semana Santa: "no podré abrir y tendré que dejar a mis trabajadores en casa". A pesar de todo aseguró no haber perdido del todo la esperanza, por lo que intentará "abrir como sea".
Silvia Flores concluyó subrayando que "los destrozos materiales se arreglan" y que "lo importante es que nadie ha sufrido daños y que todo el mundo está bien".
El alcalde de Cartaya, Manuel Barroso, se desplazó hasta el lugar del suceso a primera hora de la mañana, desplegando el Ayuntamiento un amplio dispositivo de operarios y técnicos municipales con varios vehículos de trabajo, los cuales se apresuraron desde temprano a desescombrar las calles y a ayudar a los vecinos afectados a retirar los restos de las terrazas afectadas de sus viviendas.
Según informó el Ayuntamiento en un comunicado, tanto la Policía Local, como los operarios municipales de Obras y Servicios, han trabajado desde las cuatro de la madrugada para "reparar los graves daños" ocasionados por el temporal, el cual ha afectado principalmente a El Rompido, pero que también se ha dejado notar en el casco urbano y en Nuevo Portil.
En El Rompido, según una primera valoración municipal, la manga marina ha ocasionado "destrozos importantes en varias terrazas, destacando principalmente la del restaurante El Rinconcito de Silvia, y en menor medida la de La Ola, así como en una decena de viviendas.
Igualmente han resultado dañadas las instalaciones deportivas de dicho enclave costero, principalmente las pistas de pádel, que según el Consistorio "han quedado inutilizadas".
Ya en el casco urbano, las fuertes rachas de viento han ocasionado también daños en las instalaciones del complejo deportivo de la localidad, concretamente en el campo de fútbol Luís Rodríguez Salvador, donde han resultado afectados los banquillos; así como en el campo de fútbol de césped artificial y en el techo del pabellón de deportes cubierto.
Por dicho motivo, el Ayuntamiento ha suspendido, al menos este jueves, todas las actividades deportivas que se desarrollan en el interior de dicho pabellón. El temporal de viento ha dañado también la cubierta de uno de los aularios del CEIP Juan Ramón Jiménez, y ha ocasionado numerosos desperfectos en el mobiliario urbano y en farolas de todo el término.
Por otra parte, la caída de árboles afectó a varios caminos rurales, provocando la interrupción de la circulación en algunos de ellos a primera hora, "aunque el trabajo de los operarios municipales permitió que se restableciera la situación en la mayoría de puntos". También se registraron daños en Nuevo Portil, "principalmente en el mobiliario urbano por la caída de árboles y por desprendimientos de voladizos en algunas viviendas".
El primer edil cartayero indicó haber puesto los servicios municipales "a la total disposición de los vecinos", destacando que "la prioridad del Ayuntamiento es ayudar a reparar los daños en las viviendas y negocios afectados, así como en restituir la normalidad en las vías e instalaciones públicas afectadas".
Por último, agradeció "el trabajo que desde primera hora realizaron los trabajadores municipales del área de Obras y Servicios, así como la colaboración de la Policía Local y la Guardia Civil".
Daños en Isla Cristina
Aunque en mucha menor medida, las primeras embestidas de Martinho también ocasionaron daños en Isla Cristina, donde el fuerte viento de la madrugada del jueves arrasó la techumbre de la terraza del restaurante Océano Playa, en el paseo marítimo de la Playa Central, que es el mismo lugar donde el martes se produjo un hundimiento de parte del acerado, igualmente por los efectos del temporal.
Preguntado por este periódico por una primera evaluación de daños, el alcalde de Isla Cristina, Jenaro Orta, además de referirse al derribo por el viento del voladizo del restaurante Océano Playa, lugar al que se desplazó por la mañana junto con bomberos del Consorcio Provincial, indicó que en el casco urbano se había producido la caída de una farola en el puente de entrada, "y afortunadamente esta vez, pocas más incidencias de gravedad".
En este sentido subrayó que, a lo largo de prácticamente toda la noche, había permanecido activado en el municipio un dispositivo municipal formado sobre todo por Protección Civil y Policía Local y destinado a hacer frente a cualquier incidencia, y que "afortunadamente al final no fue tanta la lluvia como se había anunciado, siendo lo peor el fuerte viento".
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