Una matrimonio denuncia una estafa de 1.800 euros por internet
punta umbría
La compra de un motor de segunda mano deja a la familia sin dinero y sin vehículo
Punta umbría/"Se vende motor completo de Kia Sorento 2.5 CRDI del año 2004. Ref: D4CB. Con 105.623km reales. Comprobado en taller en banco de pruebas. Un año de garantía en todos nuestros repuestos. Envíos a toda Europa y Península. Procedente de desguace autorizado cat. Profesionales del sector con más de diez años de experiencia. Precio total: 1.500 euros, IVA no incluido".
Así rezaba el anuncio que en el conocido portal milanuncios.com ofrecía lo que exactamente estaba buscando el matrimonio puntaumbrieño formado por Francisco del Campo Quintero y Toñi Romero tras la avería de su vehículo. Su todocamino supone "los pies y las manos" de este mariscador de 46 años de edad dedicado a la captura de la coquina, actualmente en paro por la veda que afecta a dicho molusco bivalvo en nuestras costas. "Se me estropeó el motor y el mecánico me aconsejó que lo más barato era adquirir otro de segunda mano. Y me puse a buscar en internet hasta que encontré este anuncio", explica en su propia casa a este periódico.
Hasta ahí todo parecía normal. Incluso sus primeras gestiones para la adquisición del motor fueron "totalmente normales", subraya Francisco. Tal es así que llamó al número de teléfono indicado en el anuncio y cerró la compra con el vendedor del motor, un varón que se identificó como Antonio y del que solo sabe que "debía ser dueño de una empresa llamada Hiperdesguace Vicálvaro".
El 3 de agosto, finalmente, realizó una transferencia por la cantidad de 1.815 euros (el precio anunciado más el IVA) a un número de cuenta de la entidad bancaria Bankia, sita en la calle Pintor Sorolla, número 8, de Valencia.
Pero pronto comenzaron las sospechas. Sobre todo cuando los días posteriores al pago comenzó a llamar al supuesto vendedor, "que me daba largas", explica Francisco, hasta que el 7 de agosto, en un nuevo intento por saber cómo iba la gestión, al tratar de ponerse en contacto con él, "ya el número de teléfono aparecía como apagado o fuera de cobertura". Fue el detonante que llevó a esta familia puntaumbrieña al puesto de la Guardia Civil de la localidad costera a interponer la correspondiente denuncia.
En la misma, a la que ha tenido acceso esta redacción, Francisco del Campo relata haber descubierto por internet que, efectivamente, existe una empresa llamada Hiperdesguaces Vicálvaro, pero "con un número de teléfono que no existe". A través de más búsquedas por la red ha logrado estos días otro número de teléfono de Madrid, en el que sí ha podido hablar con alguien que le ha informado de que ese número "perteneció en el pasado a esa empresa, que hace por lo menos 25 años que cerró y que ellos reciben casi a diario llamadas por temas de estafa".
El caso de Francisco del Campo parece, así, que no es único en España y que son más los afectados con idéntico modus operandi. De hecho ya le han comunicado que van a intentar facilitarle el contacto "con un grupo de personas que parece que se han unido al objeto de emprender acciones judiciales conjuntas contra el posible autor de estos hechos". Tiene claro que va a ponerse en contacto con el resto de afectados, ya que "siendo más gente podemos hacer más presión".
El afectado puntaumbrieño relata, por otra parte, que se ha acercado a su entidad bancaria al objeto de "dar orden de cancelación" de la transferencia, lo cual, le aseguran, "ya no es posible porque el dinero ha sido retirado".
Tampoco es accesible ya, como indica en la denuncia, el anuncio en la web con el que contactó con el presunto estafador porque "no se encuentra en el portal".
Tanto Francisco del Campo como Toñi Romero confiesan estar "muy indignados", al tiempo que se sienten "impotentes" después de asumir que han perdido definitivamente un dinero que ven "muy difícil" poder recuperar. Y "para ganarlo hay que dar muchos porrazos", apunta él.
Desde la Guardia Civil, cuentan, les han asegurado que "cogerle le van a coger [al autor], pero que esto tarda y normalmente estas personas suelen declararse insolventes". Por ello, prosigue, "lo único que nos queda es hacerlo público para que nadie más caiga en esta trampa".
"Esto nos ha dejado sequitos y muy mal -concluyen casi con lágrimas en los ojos- porque nos quedamos sin coche, sin motor, sin nuestros 1.800 euros, con problemas para desplazarnos y con una desagradable sensación de haber sido engañados y estafados por un vaina".
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