Máxima confusión en la frontera el primer día sin peaje en Portugal
A pesar de haber eliminado la tasa, el Gobierno luso aún no había retirado este 1 de enero la señalización de la carretera informando sobre la obligatoriedad del pago
Huelva celebra el fin a trece años de peaje en la Vía do Infante
Portugal/La confusión ha sido máxima entre los conductores que han cruzado la frontera entre España y Portugal por el paso entre Ayamonte y Castro Marim este miércoles día 1 de enero, primer día del año y primer día sin peaje en la autovía A-22 portuguesa.
Trece años hacía ya desde que el Gobierno portugués implantó esta cuestionada medida, y a pesar de la aprobación y posterior anuncio público de su supresión a partir del 1 de enero, en el puesto fronterizo situado en el municipio luso de Castro Marím nada había cambiado este miércoles: mismas señales de carretera anunciando su ubicación, mismas máquinas de cobro aparentemente en funcionamiento, y nada que indicara que el peaje había pasado ya a la historia este primer día de 2025.
La situación ha generado una enorme confusión a lo largo de toda la jornada en dicho puesto fronterizo, especialmente entre los conductores que viajaban de España a Portugal, la mayoría de ellos españoles, aunque también numerosos extranjeros, los cuales siguiendo la señalización de la vía se paraban en los puntos de cobro del peaje con la intención de abonarlo, siéndoles imposible ya que las máquinas, aunque encendidas, no aceptaban tarjetas de crédito.
Muchos de ellos, consultados directamente en dicho punto por este periódico, afirmaron no saber nada sobre la supresión del peaje, mientras que otros afirmaban que, a pesar de haberlo escuchado en las noticias, no se fiaban de pasar de largo sin abonarlo al ver que la señalética de la carretera no había sido eliminada.
La confusión fue máxima, y aunque sin llegar a producirse aglomeraciones de vehículos en dicho punto, la afluencia fue muy constante e incesante a lo largo de toda la jornada.
Agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado asignados al puesto policial fronterizo de dicho paso señalaron a este diario que ellos, a pesar de haber escuchado la noticia de la supresión del peaje a través de los medios de comunicación, no tienen "constancia oficial" del asunto ya que "nadie nos ha informado oficialmente", a lo que añadieron que, además, "no tenemos competencia en el tema del peaje" por lo que "poco podemos hacer, aunque hay muchos conductores que se están acercando a preguntarnos".
La "única diferencia" con respecto a los días anteriores -concluyeron- es que los tres semáforos de los tres puntos de pago están hoy fijos en rojo, cuando normalmente están en color verde, pasando a rojo solo cuando alguna de las máquinas no esté operativa en ese momento".
Por lo demás, trece años hace ya desde que el 8 de diciembre de 2011 el Gobierno luso implantó el polémico peaje en la A-22 (Vía do Infante) -así como en otras tres autovías similares portuguesas-. Una medida que, sin duda, ha marcado durante todos estos años la historia pequeña en materia de movilidad y relaciones comerciales entre el Algarve luso y la provincia de Huelva.
Fue en pleno puente de la Inmaculada y en medio de una enorme recesión económica a nivel mundial, que a punto estuvo de llevar a Portugal a ser rescatada por la Unión Europea dada su grave crisis de deuda.
La medida, que fue rechazada de plano por numerosos colectivos e instituciones de ambos lados de la frontera desde mucho antes de su entrada en vigor, iba a suponer la mayor barrera a la movilidad y las relaciones comerciales entre ambos países desde que, dos décadas atrás, entrara en servicio el Puente Internacional del Guadiana y fuese construida la actual red de autovías a ambos lados de la frontera, precisamente para facilitar la movilidad de dos comarcas históricamente muy unidas desde el punto de vista social y económico.
A partir de este miércoles, 1 de enero, el peaje ha pasado a la historia gracias a la aprobación el pasado mes de mayo por la Asamblea de la República Portuguesa de un proyecto de Ley impulsado por el entonces primer ministro luso Antonio Costa, del Partido Socialista de Portugal.
Una decisión que ha sido muy aplaudida por numerosos empresarios y colectivos sociales y económicos de ambas orillas del Guadiana.
Por la parte española Alberto Fernández, alcalde de Ayamonte, ha indicado que, "estamos de enhorabuena" no sólo en Ayamonte, sino en toda la provincia onubense, porque la supresión de lo que considera un "arancel" se traduce en una "ayuda a la libre circulación de personas".
Con el peaje, añade, "una persona de Faro que quiera venir a comer o comprar a Ayamonte, además del combustible y del coste de la comida o los productos que compre, tiene que pagar un precio añadido, por una infraestructura que además de hizo con fondos europeos".
Para los empresarios ayamontinos también se trata de una "muy buena noticia" y, según ha manifestado a esta redacción Carmen Báñez, secretaria general de Apyme y de la Cámara de Comercio de Ayamonte, la supresión del peaje supone la eliminación de un coste para las empresas españolas, cuyas "mercancías y productos incrementaban su precio, siendo menos competitivas respecto a las empresas de Portugal".
A nivel comercial, para Báñez la decisión del Gobierno luso "también nos provoca muchísima alegría porque va a suponer que, personas que viven o visitan el Algarve, puedan venir a Ayamonte sin tener que pagar esa cantidad de dinero, que puede ser un inconveniente".
Finalmente la presidenta de la Asociación de Comerciantes AlCentro de la ciudad fronteriza, Antonia Pérez, también ha aplaudido la decisión porque "además de abaratar y facilitar los desplazamientos por carretera entre ambos países, también supone una barrera psicológica".
La presidenta de AlCentro ha indicado que, al coste que suponía el peaje, se unía el "complicado sistema de pago" que impuso en 2011 Portugal, lo cual a su juicio "también contribuye a echar para atrás a mucha gente", al igual que el hecho de que las máquinas de cobro instaladas en la frontera "muchas veces no funcionan, provocando enormes colas de vehículos y mucho temor entre los conductores a ser sancionados por no poder pagar".
UNA MEDIDA MUY CONTESTADA SOCIAL Y EMPRESARIALMENTE
Desde antes de su entrada en vigor, el peaje en la A-22 portuguesa fue muy contestado tanto social, como empresarialmente. En este sentido unos 300 vehículos colapsaron ocho meses antes de su implantación -en abril de 2011-, durante más de una hora, el Puente Internacional del Guadiana en una marcha lenta de vehículos.
Fue la primera gran protesta de las numerosas que se realizaron posteriormente contra la medida del Gobierno luso, algunas de las cuales tuvieron que ser vigiladas muy de cerca por la Guardia Nacional Republicana del país vecino.
La mayoría de estas acciones fueron convocadas por la denominada Comisión de Usuarios de la Via do Infante (Cuvi), creada en Portugal expresamente para luchar contra la implantación del peaje, a la que se fueron sumando otras entidades y organizaciones tanto portuguesas como españolas.
Algunas de ellas fueron las cámaras municipales lusas de algunos de los municipios afectados; distintas asociaciones algarvías; el Ayuntamiento de Ayamonte -que incluso aprobó una moción contra la medida en septiembre de 2011-; asociaciones de empresarios de turismo del Algarve; sindicatos y patronales empresariales o asociaciones de transportistas de ambos países, como por el lado español fue el caso de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer).
Como resultado de esta lucha se firmó el 9 de marzo de 2011, en la sede de la Federación Onubense de Empresarios (FOE), el Manifiesto Luso-Español por una Zona Transfronteriza Algarve-Huelva Libre de Peajes, un documento que finalmente suscribieron más de una treintena de asociaciones empresariales, sindicatos, asociaciones de transportistas y representantes políticos de ambos lados de la frontera.
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