Seis municipios se unen contra la gestión y las tarifas de Giahsa

El malestar con la Mancomunidad de Servicios de Huelva (MAS) y su empresa Giahsa, y más ahora, con un futuro incierto ante el posible desembarco de un fondo de inversión británico, ha llevado a varios pueblos de la Sierra a rebelarse y organizarse para protestar por la gestión de la compañía. Así, han llegado a crear un grupo de trabajo, una suerte de G-6, para luchar por el futuro del servicio de aguas en la Sierra, una comarca llena de pequeñas poblaciones dispersas geográficamente y algunas de ellas con problemas de agua históricos.

Hace unas semanas hubo una reunión en Valdelarco donde estaban convocados once ayuntamientos de la comarca de diferentes fuerzas políticas menos del PP. Así, estaban llamados al encuentro pueblos gobernados tanto por el PSOE (Valdelarco, Cortelazor la Real, Aroche, Rosal de la Frontera, Galaroza, Fuenteheridos y Alájar), como de IU (Cala y Zufre) e independientes (Higuera y Linares de la Sierra).

Finalmente de esa reunión culminó un acuerdo entre seis municipios de la comarca: Cala, Cortelazor, Higuera de la Sierra, Linares de la Sierra, Valdelarco y Zufre con el objetivo primordial de mostrar la gran preocupación y el malestar por la actual gestión del ciclo integral del agua. Otros dos, Aroche y Rosal, acudieron al cónclave pero decidieron no formar parte del grupo.

Entre los motivos que esgrime este grupo, en parte avalados por el sentir y presión vecinal, están el elevado coste que supone a los usuarios el agua, la incertidumbre por la posible privatización de un servicio público y la mala gestión, aseguran, llevada a cabo tanto por la Mancomunidad MAS como por su empresa instrumental Giahsa, donde a juicio de los alcaldes allí reunidos priman los intereses partidistas y personales.

Además de este grupo ya ha habido otras experiencias recientes en torno a la gestión del agua por parte de Giahsa, con la creación de plataformas y colectivos ciudadanos que pedían hacer un referéndum para decidir el seguir o no, libremente, en la empresa. El primer ejemplo fue la plataforma cachonera contra Giahsa en Galaroza, luego la petición de salida de Giahsa por parte de Higuera de la Sierra (Cortegana lo hizo después y ya está fuera) y el último movimiento en este sentido fue la entrega de algo más de 1.000 firmas para pedir un referéndum en Aracena (donde finalmente ante la posibilidad de que no fueran tenidas en cuenta se ha decidido recoger unas 800 ante el secretario municipal durante seis meses que van al ralentí).

En algunos pueblos como Cortelazor la Real, dentro del grupo de seis Ayuntamientos, también se han recogido firmas. De hecho con un resultado tan abrumador como 280 firmas contra Giahsa de poco más de 300 vecinos censados.

Algunos alcaldes miran mientras tanto de reojo a Corteconcepción, cuya alcaldesa Ana Eiriz (IU) jamás quiso formar parte de Giahsa pese a las presiones, y decidió crear una empresa pública del agua denominada Línea Verde, que en la actualidad lleva también la recogida de la basura con empleo local y un coste inferior al resto de pueblos, aseguran desde la empresa. Más de un alcalde ya ha preguntado el modelo para ver la viabilidad de copiarlo en su localidad.