El obispo inauguró la Asunción, que se empezó a construir hace 480 años

La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción se inauguró ayer oficialmente tras la terminación de la cubrición total del templo religioso más grande de toda la provincia de Huelva. Además tuvo lugar la consagración del edificio de dimensiones catedralicias con la presencia del obispo de Huelva José Vilaplana. El día comenzó temprano con el primer repique de campanas oficial tras numerosos ensayos los días anteriores en el día de la inauguración de la gran iglesia de Aracena y así anunciar la celebración de un día grande, histórico y emotivo para todos los presentes. A las seis y media hubo una procesión litúrgica desde la Iglesia Conventual de Santa Catalina con las autoridades, las hermandades de la localidad y el clero por las calles aledañas a la iglesia, y perfectamente exornadas con flores y colgaduras.

En torno a las siete de la tarde llegaron a la parroquia para asistir a la solemne inauguración y consagración del templo junto a su altar mayor con un monumento repleto de público pese a sus grandes dificultades para llenarlo en el presente. Los padrinos del acto fueron los dos patrones de Aracena, es decir, San Blas representado por las Carmelitas, y la Virgen del Mayor Dolor por las Hermanitas. Para ello ha sido necesario un presupuesto de 2,2 millones de euros sufragados entre la Diócesis de Huelva con la parroquia de Aracena a la cabeza, el Ayuntamiento local, la Consejería de Cultura y la Diputación. Los arquitectos son Hilario Vázquez Vázquez y sus hijos Narciso y José Vázquez Carretero.

Precisamente Hilario Vázquez ha agradecido "a todos los vecinos de Aracena por su intensa colaboración tanto en la parte económica como material para culminar la terminación de la Parroquia. Y sin esa ayuda mi trabajo hubiera sido imposible". La restauración respeta la arquitectura y la parte histórica de la iglesia desde la primera piedra en el año 1528. Además la parte nueva se distingue claramente de la anterior, con una línea arquitectónica moderna, pero en consonancia con la parte antigua de este monumento histórico. A la vez que se consagraba el templo religioso mediante el obispo diocesano José Vilaplana la parroquia se iluminaba progresivamente con velas y luces para el deleite del pueblo asistente. A su vez se hacía patente con el encendido de las velas colocadas encima de seis cruces rojas repartidas por los laterales como muestra de la consagración oficial tras cinco siglos de historia. Otro de los requisitos necesarios para ello es la colocación de una losa con la siguiente reseña: "José, Obispo, consagró este altar y este templo, Aracena 12 de septiembre del 2008". En la tarde de ayer la música tuvo su protagonismo con la Coral Ciudad de Aracena desde lo alto del coro y la Banda Municipal del Música con dos marchas interpretadas, y entre ellas, la conocida 'Aleluya' de Hendel.

El alcalde de Aracena, Manuel Guerra, ha señalado la culminación de la parroquia "tras 480 años sin terminarse con el largo paso del tiempo y el sueño de muchos aracenenses". Destacado también que este monumento es histórico "tanto para creyentes como no religiosos en una confluencia espiritual y sentimental para los vecinos".

El paso de los siglos no ha impedido diferenciar las distintas aportaciones de cada época y mantener una unidad de estilo renacentista como uno de sus principales valores, ya que la paralización de las obras desde principios del XVII fue casi definitiva. La coincidencia de la inauguración de la iglesia junto con el Cincuentenario del Patronazgo de la Virgen del Mayor Dolor, según el alcalde, "marca una efemérides realmente significativa con la vinculación entre la devoción de la Virgen en la ciudad con un acontecimiento histórico".

Las nuevas cúpulas son semiesféricas para conectar con los espacios interiores creados por las cúpulas preexistentes y, al mismo tiempo, exteriormente permiten crear volúmenes similares a los pabellones de las actuales cubiertas de teja. La madera laminada ha sido el material escogido para las cúpulas por su nobleza y ahorro económico. El coro anterior se ha desplazado hasta el final del templo con una balaustrada de madera para separarlo de la actuación antigua, y se ha dejado un hueco para la colocación futura de un ascensor. Además la pila bautismal se traslada igualmente hasta el fondo manteniendo su misma nave y se han colocado dos nuevo altares a la espera de instalar el altar mayor ubicado en la actualidad en el Convento de Jesús María, ya que va a ser reformado para fines turísticos.

El cura párroco de Aracena, Longinos Abengózar Muñoz, ha señalado que "desde su llegada a Aracena la terminación de la Parroquia ha sido su gran aspiración" porque "los aracenenses anhelaban con esperanza por ver la culminación de este templo monumental". Por supuesto el gran promotor de terminar la Parroquia ha agradecido a "los arquitectos, constructora, empresas, Ayuntamiento, y pueblo de Aracena en general por su intensa y cuidada colaboración".

Tras algo más de dos horas de solemne función el Ayuntamiento ofreció en la Plaza Alta una copa junto a un espectáculo de juegos artificiales.