Palos consigue para esta tarde otro de sus grandes llenos

Los veraguas de Prieto de La Cal llegan a Palos este sábado 26 de abril. No es un sábado cualquiera, no. El mundo entero despide al Papa Francisco en Roma, Madrid y Barcelona se juegan la honra deportiva en La Cartuja y en lo más cercano, al que le gusten las gambas y otras cuitas ahí tiene para bien a Punta Umbría honrando al majar que identifica a Huelva. Para más abundar, Miranda llega con una importante oreja conseguida ayer en Mérida tras una importante tarde como torero.

Todo eso añade mérito a que la taquilla ande funcionando desde aquella misma tarde donde toreros, ganadero y empresario se pusieron al mando de una preciosa presentación cargada de romanticismo y apuesta por la diversidad que todo aficionado debiera disfrutar. No es solo funcionando sino que además ya no hay entradas porque sobre las ventanilla del despacho de localidades luce desde ayer el ansiado ‘No hay billetes’.

Digo además que no es un sábado cualquiera porque no es habitual que el hierro de La Ruiza se vea puesto en un cartel de esta tierra anunciando a dos toreros en un momento espectacular montados ya en ese tren de la temporada que los lleva camino de Sevilla.

No es habitual el trance pero sea como sea Jorge Buendía se ha dado traza de pulsar habilidosa y meritoriamente sobre la historia de esta plaza a la que han protagonizado con mucha más profusión los nombres toreros que los ganaderos.

Pulsar en la historia para anunciar lo que nadie anuncia y provocar qué Palos sea el epicentro de un festejo inédito para el aficionado es desde luego un mérito empresarial y también personal.

Empresario

Buendía conoce bien los pulsos de una plaza como la de Palos. Por recorrido, trabajo y apuestas personales la gestión de transición desde la portátil hasta el Coso del Descubrimiento ha sido abrumadoramente mérito de él con resultados que salpican al mismo tiempo al ayuntamiento Palermo y quienes en la apuestan nunca apartaron la cara para proseguir en esa tozudez de hacer las cosas bien.

Esa transición ha tenido mimbres importantísimos con los que trabajar y parte de ellos son consustanciales al apoyo infatigable con el que el ayuntamiento palermo afrontó un trabajo a largo plazo que ahora da frutos imprescindibles para la Fiesta: la presencia masiva de público en su tendido. Pero tener mimbres no equivale al éxito. Hay que saber aprovecharlos, lucirlos y más importante aún, mantenerlos y refrescarlos y Buendía lo hizo.

El mérito a priori de la tarde de mañana en Palos es anunciar un hierro con aureola de toros míticos como es el de Prieto de La Cal frente a dos toreros de importante interés profesional ahora mismo.

El mérito de Jorge Buendía es darle el lujo a una plaza de tercera de juntar todo eso y dejar abiertas las expectativas del que puede pasar. Que por supuesto es el mayor tesoro al que puede aspirar un aficionado en cualquier tarde de toros.

Generalmente el triunfo de un empresario es ganar dinero; el de los toreros triunfar, gustar y gustarse. Pocas veces resalta tanto el romanticismo que encierra un cartel como el de hoy. Pocas. Y esta tarde es el resultado de un cúmulo de gestos impagables hacia el aficionado y hacia la Fiesta.

El resultado será el que sea pero ahí están dos toreros que se atreven, un ganadero que mantiene una teoría personalísima sobre el toro que cría y un empresario que a golpe de imaginación ha despertado un interés descomunal sobre una tarde bonita de la temporada saliéndose del carril de la normalidad y la monotonía.

No hay entradas. Gloria también para los previsores que creyeron en una tarde singular y compraron a tiempo.