Pedro Gutiérrez Egea: mi amigo 'El Guti'
Gente de aquí y allá
Cada vez que nos vemos nos damos un gran abrazo. Pedro fue el deportista que fue elegido para portar la antorcha olímpica en las olimpiadas de México al pasar por Huelva
Juana Hernández Carrasco, excelente pintora
Huelva/De pequeño estábamos juntos en el Colegio Francés y somos grandes amigos desde entonces. Recuerdo de aquella época a muchos y buenos amigos como Manolo Mora Quintero; Fermín Ponte, con quien me veo todos los veranos en Punta Umbría; Luis Torrado, recientemente fallecido y a quien le guardo un cariño imborrable; Ramón Gil, a quien también veo muy a menudo pues, afortunadamente, nos reunimos para comer todos los meses; Alonso Calvo Morano, que también desafortunadamente ya se marchó y lo llevo en mí corazón; Manolo Freitas, que nos saludamos cada domingo cuando vamos a ver al Recre; el bueno de Pepe Oliveira, otra gran persona que se fue y que también está en el cielo; y tantos amigos con los que conservo una buena y gran amistad como es el caso de Pedro “el Guti”, con quien me doy un fuerte abrazo cada vez que nos vemos en señal del cariño mutuo que nos tenemos.
Pedro también tenía en el colegio a su hermano José María, con el que me veo de vez en cuando porque ambos pertenecemos a la Real Sociedad Colombina Onubense y que está casado con otra buena amiga, también del colegio: Rosi Calvo, a quien quiero como si fuese mi hermana por las muchas vivencias que hemos mantenidos juntos.
Pedro es una persona muy jovial y siempre alegre a pesar de haber pasado momentos difíciles. Siempre fue un gran deportista. Lo recuerdo como si fuese ayer jugando en el patio del colegio dirigido por nuestro profesor de Educación Física, don Manuel Mora Bayo.
Nació en Huelva en el año 1950 y fueron tres hermanos: José María, él y Ana. Después de pasar por el Instituto La Rábida estudió y se hizo ingeniero técnico industrial, que fue a lo que se dedicó toda su vida trabajando en diferentes empresas como en Damas, Entrecanales y Távora, Obras Man o Conusa, hasta que un buen día se decidió y monto su propia empresa y le fue muy bien haciéndole obras a otras grandes empresas y también dedicándose a hacer reformas.
En 1978 se casó con Carmen, una chica que vino de Melilla porque a su padre militar lo destinaron a Huelva. Y tuvo mucha suerte porque dio con una estupenda mujer que lo ha hecho muy feliz, la misma suerte que ha tenido ella porque Pedro también es una gran persona. Tuvieron tres magníficos hijos que son los que aparecen en la fotografía acompañando a su padre, Irene, Pedro y Carmen.
Decía antes que mi amigo Pedro siempre fue muy gran deportista y practicaba tanto el fútbol como el baloncesto o el tenis, incluso impartió clases en algunos colegios y formó parte del señero equipo de baloncesto de Huelva que tantos triunfos cosechó, el Gil Martín. Además, tuvo la suerte de ser elegido como uno de los deportistas que portó la antorcha olímpica que pasó por Huelva con destino a las Olimpiadas de México de 1968.
Cuando le llegó el momento de hacer el servicio militar hizo las milicias universitarias destinado en Talarn, ese pueblecito leridano de calles estrechas que respeta su origen medieval. Allí hizo lo que se llamaba el primer campamento y después, el segundo, lo hizo en la compañía de carros de combate en Madrid, en el Paseo de Extremadura, hasta que por fin terminó haciendo las prácticas en el Regimiento de Infantería Granada 34 de su Huelva natal.
Se puede decir que Pedro, conocido por sus amigos como “El Guti”, ha pasado casi toda su vida en Huelva, siendo muy querido por todos sus amigos. Ahora, en su jubilación, le gusta sentarse para hacer tertulia en una terracita de un bar delante del Gran Teatro, donde lo veo cada vez que paso por allí a mediodía y siempre se levanta al verme pasar para fundirnos en un fuerte abrazo porque somos buenos amigos desde hace 60 años.
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