La pequeña Dory y su enfermera, Ángela Feria, dan visibilidad al trasplante de médula en Huelva: "es muy bonito ver como cada vez más gente dona"

Huelva/Hace una semana, la joven almonteña Paula Báñez, más conocida como la pequeña Dory, consiguió hacer sonar "la campana de la victoria" en el Hospital Juan Ramón Jiménez, anunciando su recuperación tras sufrir leucemia desde hacía más de un año.

Poco tiempo después de ser diagnosticada, se creó un perfil en redes sociales animada por su enfermera Ángela Feria, con el fin de llevar a cabo una campaña de visibilidad para encontrar un donante de médula, el cual llegó hace un año y consiguió que le realizaran el trasplante que le ha permitido tocar la simbólica campana.

La leucemia es un grupo de enfermedades malignas de la médula ósea que provoca una proliferación anormal de leucocitos en ella. Según estima el Cancer Research Institute (CRI), esta enfermedad se diagnostica a una media de 440.000 personas en el mundo cada año y causa unas 310.000 muertes a nivel mundial. Para esto, es muy importante la donación de médula ósea, algo que tal y como comenta la enfermera Ángela, "le falta visibilidad".

Hay muchos casos de personas que desconocen en qué consiste el trasplante de médula, o incluso qué es esta, "creo que en los colegios deberían de instruir y dar conocimiento de ello", señalaba a Huelva Información, añadiendo que "muchas veces no somos conscientes de la importancia de donar médula hasta que le toca a un familiar cercano".

A pesar de que se siga necesitando más visibilidad y más donantes, cada vez se avanza más y actualmente hay más de 40 millones de donantes de médula ósea registrados en el mundo, como indica el Ministerio de Sanidad, "es muy bonito ver como cada vez más gente dona", recalcaba la enfermera.

Sigue nadando Dory

Todo comenzó en noviembre de 2022 cuando a Paula le diagnostican leucemia linfoblástica aguda tras ir al hospital por un "resfriado" y en ese momento ingresó en la planta de pediatría. Una vez allí comenzó a tener muy buena relación con todas las personas, entre ellas su enfermera Ángela, que según ha contado a Huelva Información, "es una chica muy activa, agradable y muy acogedora, con la cual siempre estabas bien".

Cuando llegaron las primeras Navidades, cuenta que al cambiarse de casa decidió regalarles un árbol de Navidad para ponerlo en el hospital y que tuvieran un poco de decoración. Desde entonces, la relación que Paula y su familia mantenían con Ángela, iba más allá de una enfermera y su paciente, creando una conexión "especial".

Mientras la pequeña seguía ingresada, uno de esos días les informan a ella y a su familia de que no todo está yendo bien y que va a necesitar un trasplante de médula, información que en principio solo sabían las personas más cercanas a la familia y de los que ninguno era compatible. Ante esta situación su enfermera les propuso hacerlo más visible y llevar a cabo la campaña, con la esperanza de que llegue a encontrar un donante.

"Al principio el padre se negó porque no quería que la cara de su hija apareciera en todas partes", comenta Ángela, sin embargo, una vez lo publicó ella en su perfil personal de Facebook se hizo un movimiento viral compartido por miles de personas, a lo que el padre decidió que había que llevarlo adelante "sí o sí".

La decisión ya estaba tomada y solo faltaba el nombre y un lema que seguir, a lo que decidieron escoger sigue nadando Dory.

Paula siempre ha sido una chica muy olvidadiza en su día a día, motivo por el que le decía "tienes memoria de pez", esto les llevó a recordar el personaje de Disney, Dory, la misma que siempre decía "sigue nadando" y que tanto recordaba a lo que buscaba la joven respecto a su lucha. De esta forma Paula se convirtió en Dory, Ángela en Nemo y comenzaron a nadar unidas, hasta la semana pasada cuando consiguió ganar la batalla.

"Cuando vi a Paula tocar la campana me dio mucha alegría, pensé que por fin lo habíamos logrado", así expresa Ángela su emoción ante la situación de verla tocar la campana. Cuenta que ahora es un proceso en el que le toca ir volviendo a la normalidad poco a poco, yendo también a revisión, pero que es una "satisfacción muy grande haber podido llegar hasta aquí. "Yo fui la promotora, pero sin la gente y sin Paula, esto no habría salido adelante", recalcaba.

No siempre es fácil mantenerse firme y positivo ante este tipo de situaciones y así lo expresaba Ángela, "nunca he pensado en que no íbamos a encontrarlo, pero sí ha habido momentos en los que me ha afectado psicológicamente". Cuando dan noticias malas y diagnósticos que no se quieren escuchar, cuenta que era una de las partes "más complicadas", "al final eres parte del apoyo de ellos y no te puedes derrumbar", explicaba.

Sin embargo, a día de hoy, todo este proceso y el resultado se ha convertido en "una de las alegrías más grandes" de su vida. Añade que "la recompensa merece la pena, me llevo una familia estupenda que los quiero muchísimo y aprendes a ver la vida de otra forma".