El arte de pescar la lubina en la costa de Huelva en las condiciones más adversas

Pesca deportiva

El experto ayamontino Antonio Correa recomienda las playas y las desembocaduras de ríos

La captura de esta especie en invierno, y de la corvina en verano, completan el calendario

Los espigones son de los mejores lugares para la captura de la lubina, según Antonio Correa
Los espigones son de los mejores lugares para la captura de la lubina, según Antonio Correa / M.G.
Jordi Landero

Huelva, 16 de mayo 2021 - 06:15

Del fútbol a la pesca. Ese fue el extraño salto que, por los designios del destino –o lo que es lo mismo, por las casualidades de la vida– dio no hace mucho tiempo Antonio Correa, este ayamontino de 34 años de edad que, compitiendo en la Tercera División del fútbol español en las filas del club de su ciudad, sufrió una grave lesión de menisco cruzado que lo obligó a apartarse de la competición.

Actualmente trabaja como responsable del departamento laboral de una asesoría en Ayamonte, pero confiesa que su verdadera pasión ha sido “desde pequeñito” la pesca deportiva. Y dentro de ésta, la modalidad del surfcasting, afición a la que no pudo dedicar todo el tiempo que hubiese deseado durante su etapa como futbolista, y a la que, desde su lesión, se ha entregado en cuerpo y alma.

Tanto es así que desde hace aproximadamente un año y medio tiene su propio canal de Youtube, Live fishingLive fishing [Vive la pesca, en inglés], donde atesora 6.100 seguidores, para los que es ya uno de los principales referentes en materia de captura de corvinas y lubinas desde la orilla.

Los mejores trucos y consejos

Preguntado por algunos de sus trucos, el experto ayamontino se centra en los cebos, recomendando el uso de choco de Huelva y pulpo, los cuales “funcionan de forma brutal para los grandes peces”. Dichos productos deben ser “muy frescos”, debiendo ser usado el choco entre los meses de noviembre y marzo, para a partir de entonces usar patas de pulpo. Por otra parte su principal consejo se centra en “animar a los aficionados a estudiar muy bien las especies: hábitats y hábitos, reproducción… porque así vamos a saber dónde están en cada momento”. A partir de ahí “tenemos que planificar muy bien la jornada de pesca sabiendo qué tipo de vientos se prevén y cuáles son los mejores para cada pesquero, dependiendo de si su orientación es hacia levante o hacia poniente”. Finalmente, en relación al equipo de pesca, Antonio Correa defiende que no hay que gastar mucho dinero: “Es mejor estar formado, ya que de nada sirve tener el mejor equipo si no se tienen los conocimientos suficientes. Así, concluye el ayamontino, con una caña de unos 130 euros y un carrete de aproximadamente el mismo valor “es más que suficiente y vamos sobrados”, ya que “por unos 500 euros tendremos un equipo completo de dos cañas con dos carretes, lo cual es ideal para el surfcasting”.

No obstante el auténtico detonante, lo que realmente llevó a Antonio a aficionarse a dicha actividad, fue observar cómo acudían a Ayamonte numerosos aficionados a dicha actividad, los cuales capturaban aquí “muy buenas piezas”. Fue entonces cuando se preguntó: “Si toda esta gente que viene de fuera puede hacer estas capturas, ¿por qué no voy a poder hacerlo yo, que, además, tengo el mar prácticamente a las puertas de casa?”.

A partir de ahí comenzó a formarse, ya que “hasta hace muy pocos años esta actividad estaba rodeada de secretismo y oscurantismo”, lo cual, “a raíz de la irrupción de los canales de pesca en Youtube, afortunadamente ha cambiado muchísimo y ahora es mucho más abierta y accesible a todos”. Fruto de su formación se dio cuenta de que, con el aprendizaje, “los resultados empiezan a llegar”. Fue entonces cuando, al menos en su caso, el surfcasting “dejó de ser una simple afición para convertirse en una auténtica pasión” que le tiene “totalmente atrapado”, hasta el punto de que actualmente necesita todas las semanas su “dosis de esta droga”.

Para Antonio Correa de nada sirve tener el mejor equipo de pesca si no se tiene formación
Para Antonio Correa de nada sirve tener el mejor equipo de pesca si no se tiene formación / Jordi Landero

Confiesa que en materia de pesca deportiva le gusta todo, pero “muy especialmente” la captura de lubinas desde la orilla de la playa, en zonas de corriente y en espigones. Su segunda preferencia está en la pesca de la corvina, igualmente desde la orilla, la cual empezó a estudiar hace ahora dos años, sobre todo porque le permite pescar durante todo el año: la lubina en invierno y la corvina en verano.

Antonio Correa es ya, pues, todo un experto en la lubina, una especie “más de invierno”, ya que suele soportar aguas con entre 12 y 20 grados de temperatura. Y aunque también se da en verano, para capturarla habría que ir a aguas mucho más profundas y más gélidas que la de la orilla de la playa, o a zonas con mucha corriente, factor que también atenúa las altas temperaturas.

Antonio correa, pescador Surfcasting especializado en la lubina / Jordi Landero

Para Correa, las condiciones óptimas para la pesca de esta preciada especie pasan por que haya bastante oleaje y espuma, corrientes y vientos de mar hacia tierra, los cuales “si vienen un poquito en diagonal a la línea de costa, mucho mejor”.

De esta forma, a una distancia de entre cinco y diez o quince metros desde la orilla, podemos encontrar incluso las más grandes lubinas, con pesos de 7 a 10 kilos. Si a lo anterior se suma una segunda rompiente un poco más alejada de la orilla, también con espuma, “mucho mejor porque ahí también habrá lubinas”.

Hasta el momento, su ejemplar más grande de esta especie pesó unos ocho kilos y lo capturó en el espigón de Punta del Moral (Ayamonte).

Antonio Correa en el espigón de Punta del Moral
Antonio Correa en el espigón de Punta del Moral / Jordi Landero

Su pasión por la lubina viene dada, afirma Correa, por ser una especie que “te da la oportunidad de superarte y ponerte a prueba cada día, no tanto por la intensidad de la lucha y la resistencia que ofrece, la cual no es excesiva, sino, sobre todo, por las adversas condiciones meteorológicas en las que suele capturase: es invierno y, por tanto, hace mucho frío y viento, y terminas empapado”.

Las mejores zonas de la costa onubense para la captura de esta especie son, para Antonio Correa, el espigón de Punta del Moral, las desembocaduras de las rías –como es el caso de El Portil–, o las playas de Piedras Negras, Cuesta Maneli o Parador de Mazagón, entre otras.

Para la pesca de la corvina, por el contrario, se requieren aguas un poco más cálidas, aunque nunca por encima de los 21 o 22 grados. De hecho, explica Correa, en agosto comienzan a regresar a alta mar desde el interior de los ríos y rías de la provincia onubense –Huelva, Piedras, Carreras o Guadiana– donde han acudido a desovar entre mayo y junio, siendo por ello las fechas idóneas para su captura entre junio y julio, que es cuando más cerca están de la costa, o en las desembocaduras de dichas rías y ríos.

El pescador de surfcasting ayamontino lanza una de sus cañas
El pescador de surfcasting ayamontino lanza una de sus cañas / Jordi Landero

Por otra parte, las condiciones ideales para la captura de esta especie en las playas son prácticamente las mismas que para la lubina, aunque con una intensidad de viento mucho más leve: “No excesivamente fuerte, pero sí el suficiente para rizar la superficie del mar”, en palabras de Antonio Correa.

También pueden ser buscadas en el interior de las rías y ríos de la provincia, ya que como la lubina, son especies que soportan aguas con muy bajos índices de salinidad. En este sentido, explica el experto, se han capturado ejemplares hasta en el puente de Triana (Sevilla), o en Sanlúcar de Guadiana.

Tal es la afición de este ayamontino por el surfcasting, que con el objeto de no parar a lo largo de todo el año, cuenta con un preciso calendario de pesca: de diciembre a marzo se dedica a la captura de la lubina; de abril a julio a la corvina; de agosto a octubre a la dorada; y en noviembre a la baila; para reiniciar de nuevo el ciclo en diciembre con la lubina.

El “respeto” como cualidad básica del buen pescador deportivo

Para Antonio Correa, el “respeto” es la característica que mejor define al buen pescador deportivo: respeto hacia la propia actividad, por el entorno donde ésta se desarrolla, y hacia el resto de personas usuarias de un espacio público como es el litoral. De esta forma se muestra convencido de que un buen pescador deportivo “no es quien más capturas hace, sino aquel que es consciente del impacto que puede generar esta actividad en el medio, y lo minimiza". “No es mejor pescador quien se fotografía con muchas piezas, ese es un inconsciente que no sabe el daño que hace al medio y a nuestra afición; sino aquel que, aun capturando muchas piezas, es selectivo y se queda solo con las más grandes, devolviendo el resto al mar para que sigan viviendo”, afirma Antonio, quien añade que “en definitiva, un buen pescador deportivo es aquel que es capaz de encontrar un punto intermedio entre disfrutar de un recurso natural que es de todos, como son los peces, pero sabiendo cuándo tiene que parar, selecciona los ejemplares y suelta los menos grandes, para que mi hijo pueda también disfrutar el día de mañana de esta afición”. Por otra parte, el buen pescador es también para Antonio Correa el que respeta al resto de usuarios de la costa y el litoral que realizan otras actividades como piragüismo, paddle-surf, kite-surf, motos de agua, pesca profesional o bañistas: “Tiene que haber un consenso entre todos, porque en el mar cabemos todos, y todos tenemos derecho a disfrutar de él, para lo cual es básico respetar las zonas y horarios destinados para cada uso”, subraya. Por último, añade, el buen pescador deportivo es aquel que cuida el espacio natural donde desarrolla la actividad y lo deja “igual de limpio, o mejor que lo encontró”. Es este un mensaje “que no nos cansamos de repetir quienes tenemos canales de Youtube porque quien deja basura, además de dar mala fama a todo el colectivo, sólo demuestra la decadencia humana. Y es un puerco, llamando a las cosas por su nombre”.

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