'Quebranto' la exposición fotográfica de Héctor Garrido que puede "verse" con las manos

El fotógrafo regresa a su tierra con una exhibición que construye toda una experiencia

Seis artistas de Huelva participan en una gran exposición sobre arte figurativo andaluz

Visita a la exposición de Héctor Garrido 'Quebranto'. / M.G

Gibraleón/Héctor Garrido ha vuelto a sentir el cariño de su tierra con su exposición Quebranto, una recopilación de sus mejores fotografías y en las que algunas, además de ser instantáneas increíbles, se pueden interpretar a través del tacto.

Hasta el 27 de julio el Centro Olontense de Arte Contemporáneo (CODAC) de Gibraleón acoge la exhibición de las fotografías de Héctor Garrido. El autor celebra con estas obras los treinta años desde su primera exposición fotográfica y busca devolverle a su tierra el cariño recibido. Además, añade una novedad que permite que sean vistas con las yemas de los dedos.

Una de las fotografías de Héctor Garrido expuesta en la exposición. / M.G

Ver imágenes con las manos podría sonar algo extraño para algunos, pero ha sido la forma en la que el fotógrafo ha querido acercar sus imágenes a personas con problemas de visión. Con este fin, algunas de las instantáneas expuestas están impresas sobre planchas de aluminio con tintas corpóreas que se acumulan y forman volumen. Es gracias a este detalle diferenciador por el que personas con deficiencias visuales o con imposibilidad de ver pueden obtener una imagen mental de las fotografías leyendo con sus dedos los contornos y formas de las instantáneas.

Esta exhibición puede entenderse como una experiencia en sí misma ya que permite ser vivida a través de otro sentido que no es la vista. Esta exposición es una muestra desde el punto de vista "más personal, más poético, más andaluz" de Garrido. La obras son un retorno a lo que es suyo y a sus raíces a través de una selección que habla de él como creador y simboliza una "ruptura sobre lo fractal". Es esta misma palabra, 'fractal' sobre el que han pendulado sus fotografías y que está mucho más ligada al mundo de la ciencia, concepto del que ha querido alejarse en esta exhibición.

El fotógrafo quería regresar a su tierra con una exposición por todo lo grande y lo ha logrado a través de paneles impresionantes de más de dos metros de altura en los que, además de poder apreciar las instantáneas, se pueden sentir. Sin duda, su fotografía ha vuelto a despertar interes en Huelva haciendo que muchos onubenses, personalidades del mundo del arte y de intelectuales de la provincia no quisieran perderse la oportunidad de ver y sentir sus imágenes.

Héctor Garrido en una de las visitas a su exposición en Gibraleón. / M.G

Visitas de autor para sentir las obras

Las obras podrán ser visitadas de lunes a viernes de 9:00 a 14:00 y de 16:30 a 21:00, mientras que los sábados solo estará abierto de 10:00 a 13:00. Además, Héctor Garrido realiza los viernes, previa reserva a través de su instagram @hectorgarridophoto, visitas guiadas para grupos reducidos, lo que permite dedicarse a cada una de los asistentes individualmente.

Entre las visitas ya concertadas se encuentra la de los residentes del Centro Residencial para Personas Mayores Jesús de Nazaret de Gibraleón y usuarios de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE). Esta experiencia pionera para Garrido le invita a pensar en, quizás, añadirla en futuras exhibiciones, "quién sabe si en el futuro haríamos una exposición solo para invidentes", apuna el fotógrafo.

Una de las fotografías expuestas. / M.G

Un puzzle internacional con final en Gibraleón

Esta exhibición es la última oportunidad para poder disfrutar de las fotografías ya que tras el 27 de julio las obras pasarán a formar parte de colecciones privadas de personas interesadas en ellas.

El autor define las fotografías como "varias piezas del mismo puzzle" ya que las obras expuestas fueron exhibidas previamente en otras partes del mundo. Una parte de las instantáneas se expusieron en la última Bienal de Arte Contemporáneo de La Habana, otra parte anduvo por centroeuropa y se estrenó en Colonia, Alemania, y después estuvo en Suiza y varios sitios más, bajo el nombre de Volaverunt. También, bajo el nombre de Fractales, se inauguró en Madrid y recorrió parte de España.

Y son estos viajes los que han dotado a las obras de mayor riqueza a través del "desgaste" que simboliza una "historia que ha transcurrido sobre esas piezas" y que destacan los sitios en los que estuvieron. Las obras seleccionadas conformaron piezas de un puzzle que "era necesario en algún momento unirlas" y que han encontrado su último destino en Gibraleón bajo el nombre de Quebranto.

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