Los recortes al Imserso precipitan el cierre de hoteles
Los grandes establecimientos de Matalascañas se resienten por la disminución del programa · El sector reclama ideas para acabar con la estacionalidad en la costa onubense
La estacionalidad del turismo se acentúa en la Costa. El sector tiene dificultades para atraer clientes fuera de la época estival. Aunque las previsiones para este puente no sean negativas, como cabría esperar. Matalascañas sufre con especial virulencia este mal endémico y la mayor parte de los hoteles cerraron ya sus puertas, con la excepción de algunos establecimientos como el Hotel Carabela. Mientras, en Mazagón, las cifras de reservas revelan que si el clima no acompaña, la presencia de turistas se resiente notablemente.
En la costa almonteña, el gerente del Hotel Gran El Coto, José María Bajo, destacó que echaron el cierre el 7 de octubre, por lo que sus puertas no se volverán a abrir "hasta principios de febrero". El empresario destaca que el sector está "flojo" y que por estas fechas la actividad se circunscribe al fin de semana, por lo que "se hace duro" sostener un cuatro estrellas "únicamente con las pernoctaciones de dos días a la semana".
Su situación no es un hecho aislado. El gerente del Hotel El Flamero, José Luis Villalobos, también reconoce que este año han adelantado el cierre y hasta principios de enero no tienen previsto volver a abrir.
Ni tan siquiera la concesión del Año Santo Jubilar a la Virgen de El Rocío por parte de la Santa Sede ha evitado estos prematuros cierres. La supresión de plazas de los grupos de la tercera edad, como consecuencia de la bajada de subvenciones del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), ha tenido una gran repercusión en Matalascañas.
La decisión del Ejecutivo de extender los recortes a este organismo público ya encontró fuertes críticas por parte del vicepresidente de la patronal hotelera española (Cehat), Javier García Cuenca, que defendió las subvenciones explicando que cada euro invertido en los viajes del Imserso permite a las arcas públicas recuperar 1,5 euros, amén de "ahorrar en prestaciones de desempleo y la actividad que producen los miles de jubilados". Pero más allá de las medidas macroeconómicas de retorno de inversiones, la realidad es que sin este sostén económico la mayor parte de los hoteles han acelerado su cierre con la pérdida de centenares de puestos de trabajo.
Curiosamente, Mazagón, que recibe porcentualmente un menor número de turistas que Matalascañas durante la época estival, mantiene incandescente su oferta para pernoctar durante este puente. Es el caso del Hotel Mazagonia, de cuatro estrellas. Sus 18 habitaciones le permiten abrir todo el año con la salvedad de las vacaciones navideñas. Su recepcionista, Loren Rapapille, afirma que hasta el martes la tasa de ocupación se situaba meramente en el 25%, si bien matiza que los clientes cada vez postergan más las reservas. "Acuden en el mismo día e incluso por la mañana para alojarse esa misma tarde", sentencia.
Con parejas cifras trabaja el Hotel Albaida, como corrobora su gerente, Juan Carlos Gallardo, que sitúa la cifra cercana al 30%. Poco optimismo muestra para remontar las cifras en los próximas días, teniendo en consideración que las previsiones meteorológicas no acompañan.
En cuanto a la explicación de que Mazagón mantenga abierta la mayor parte de sus establecimientos turísticos en contraposición con las costas vecinas, Juan Carlos Gallardo afirma que se podría explicar "por el menor número de plazas de los hoteles", aunque matiza que no tiene suficientes elementos de juicio.
En cualquier caso, la merma de turistas también afecta muy directamente al resto de sectores como la hostelería. Algunos empresarios del gremio consultados por este periódico achacan esta situación a que la programación lúdica y cultural de los ayuntamientos se concentra y circunscribe únicamente al periodo veraniego, dejando a los municipios sin atractivos de otra índole fuera de los meses de julio y agosto.
Por citar un ejemplo, en Mazagón, el hecho de que la feria coincida con la Colombinas limita sobremanera la presencia de visitantes. Se trata de un factor que debería ser, "cuanto menos, valorado, ya que en otra fecha podría representar un revulsivo económico de coincidir en puentes importantes". Precisamente, Niebla moviliza de media más de 50.000 visitantes durante los fastos de To Santos, por lo que inciden que éste podría ser el espejo en el que mirarse: actividades y actos que movilicen a la provincia más allá de la costa.
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