Las bombas de regulación de las presas mineras sufren constantes sabotajes

La Asociación de Antiguos Mineros de RíoTinto denunció ayer las trabas y continuos bloqueos que están poniendo Rumbo 5-Cero y Zeitung al control y regulación de las presas mineras. Un trabajo que tiene adjudicado Emed Tartessus por decisión de la Junta y un auto judicial. Ricardo Gallego advirtió que las presas ubicadas en los terrenos en litigio contienen unos 500 millones de toneladas de residuos ácidos de mina y lodos altamente tóxicos y que necesitan ser regulados y controlados para que las lluvias del otoño no agraven los problemas.

El líder sindical explicó que las presas están clasificadas como de alta resistencia, pero "si no se regulan y se provoca su desbordamiento" el peligro será máximo, y recordó que en 1996 ya se desbordaron dos presas, inundando Nerva, además de recordar el caso Aznalcóllar (Sevilla), que llegó hasta las puertas de Doñana.

Ricardo Gallego denunció en la rueda de prensa que ofreció ayer en Huelva, junto a los responsables provinciales de minería de Comisiones Obreras, Juan Díez y Miguel Ángel Vázquez, que la Guardia Civil tiene que intervenir con asiduidad en las presas para intentar garantizar los trabajos a Emed Tartessus y aún así en muchas ocasiones aparecen las bombas rotas o las tuberías agujereadas, lo que imposibilita los trabajos de mantenimiento con normalidad.

Los ex mineros no ocultan que detrás de las presiones legalistas al Proyecto Río Tinto aparece la mano de Carlos Estévez, inspirador de Rumbo y Zeitung, empresas que adquirieron los terrenos de las presas de residuos y ahora quieren impedir la reapertura del proyecto. Gallego reconoció que Carlos Estévez salió de MRT "cuando descubrimos sus manejos", pero encontró cobertura (sin citarlos, en UGT y el PSOE). Gallego cree que no es hora de criticar esas posturas, sino de trabajar por la reapertura de una mina que generaría mil empleos.