El sector del cerdo ibérico pierde el 90% de las ventas por crisis sanitaria
Sector cárnico
Jamones y paletillas se acumulan en los secaderos por la falta de demanda. Al cierre de los establecimientos de hostelería se suma la bajada del consumo en las grandes superficie
Huelva/El temor se ha confirmado. La pandemia del coronavirus ha causado un enorme estrago al sector del cerdo ibérico, que está siendo uno de los más castigados por el estado de alarma. Las ventas han caídos a niveles insospechados porque los productores han perdido prácticamente a todos sus compradores. La mayoría de su comercio, hostelería y restauración, ha cerrado y la demanda ha sufrido un fuerte parón y apenas existe.
El sector acaba de salir de una crisis que ha durado años. Tras su recuperación afrontaba tiempos buenos con buenos resultados empresariales, sin embargo el Covid 19 ha llevado al traste todas las perspectivas de los industriales del ibérico.
De la nueva crisis no se salva nadie. La Denominación de Origen Protegida (DOP) Jabugo tampoco. Así lo indica su presidente, Guillermo García-Palacios Álvarez, que asegura que las ventas se han reducido un 90%. El cierre de la restauración conduce al sector del ibérico a una situación jamás vivida, que se agrava por la paralización de los pagos atrasados por parte de los propietarios de estos establecimientos.
“Nos encontramos en una etapa muy complicada, hay que tener en cuenta que éste es un sector con un producto de elevada calidad, cuyo consumo se ha paralizado en favor de otros alimentos más baratos y de primera necesidad. Hay que tener en cuenta que nuestro principal mercado es el canal Horeca, es decir la restauración y que en la actualidad están cerrados restaurantes, bares y hoteles”, señala el presidente de la DOP.
“La situación es fatídica –añade– porque al cierre de la hostelería se suma la escasa demanda del resto de los consumidores de los productos ibéricos por las condiciones actuales. No estamos vendiendo, salvo para unos cuantos particulares. Además, las ventas en las grandes superficies son exiguas”.
A esto se suma el recorte ocasionado por la suspensión de celebraciones como romerías y ferias habituales en primavera, por lo que solo queda la venta on line. Algunas voces apuntan a la necesidad urgente de poner en marcha publicidad para estimular el consumo.
La escasez de las ventas de productos derivados del cerdo ibérico repercute en los ganaderos que crían los animales que sirven para la elaboración de nuevos jamones y paletillas ibéricas, que ven cómo sus ejemplares no tienen salida en el mercado, deben permanecer en el campo y su valor se deprecia.
“Se dan dos situaciones. Por una parte el terrible descenso de las ventas y, por otro, el retraso en los pagos por parte de los clientes, ya que éstos tienen el mismo problema de la falta de ingresos. Esto no sólo influyen en el sector industrial, que está muy preocupado por estas circunstancias, sino también en el ganadero porque tampoco tiene demanda”, aclara Guillermo García-Palacios.
El sector del ibérico lamenta que haya llegado a esta situación “cuando estaba en un momento óptimo después de una crisis de varios años”. Según el presidente de la DOP “no queda más remedio aunar esfuerzos y remar todos en la misma dirección para que el empresario pueda volver a crear empleo.
Aunque aún es pronto para hacer un balance de las que pérdidas que se han registrado hasta, un dato elocuente es que habitualmente por estas fechas se sacrifican más de 100.000 cochinos al mes, en su distintas variedades de raza y alimentación, salvo los de bellota (algo más de 20.000) que se hace en tiempo de montanera. Ahora, los mataderos mantienen su actividad paralizada.
Industriales y ganaderos están preocupados por el día después de la salida de la crisis sanitaria y esperan que el Gobierno tome “medidas acertadas”, como articular líneas de créditos para atender las necesidades de liquidez. Por el momento no ha establecido ninguna ayuda específica para el sector, salvo que las empresas pueden acogerse a los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE). Eso sí se han paralizado las certificaciones.
La incertidumbre se cierne sobre el sector, ya que entiende que la hostelería, al igual que el resto, tardará tiempo en recuperarse. Incluso teme que algunos no puedan hacerlo y tengan que cerrar sus negocios definitivamente. Por el momento, los jamones y las paletas se acumulan en los secaderos.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Jabugo certificó el pasado año 24.652 y 36.471 jamones y paletas, respectivamente, de los cuales alcanzaron la máxima designación de calidad, Summum, el 93,03%.
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