Unos 200 vecinos de Matalascañas exigen un acceso a sus viviendas que los libere de "la ratonera actual"
El residencial Macarena se encuentra aislado del resto del municipal por el campo de golf abandonado y cuenta con una única salida
Los residentes alertan que "cualquier día va a pasar una desgracia y será una trampa"
Huelva/Unos 200 vecinos de Matalascañas reclaman el cumplimiento de una orden judicial que permita la apertura de un acceso a su urbanización. El entorno del lote K del núcleo costero almonteño es “una ratonera” con una única vía de entrada y salida para las 187 viviendas que integran las distintas fases del complejo Macarena. Las casas se encuentran prácticamente aisladas del resto del vecindario y rodeadas por el antiguo campo de golf ahora en desuso. Precisamente este elemento añade un problema añadido. “Es una selva, totalmente abandonado y sin los cuidados más básicos. El día que se produzca un fuego será un drama porque la única salida que tenemos es un paso elevado que lo atraviesa. Vivimos en una urbanización rodeada por un pastizal que puede arder en cualquier momento”, señala Helenio Piñero, presidente de las fases 2 y 3 de Macarena Club.
El residencial se encontraba en el momento de su construcción y posterior venta totalmente libre en todo su perímetro. Sin embargo, la construcción del campo de golf lo convirtió a todos los efectos en una isla interior del mismo con un único punto de salida situado en el extremo suroeste de la urbanización.
Los vecinos reclaman la apertura de “un segundo acceso como ha dicho ya la justicia”. Antes de la construcción del campo de golf “lo teníamos”. Posteriormente, “un vecino se apropió del lateral del acceso”. El Ayuntamiento de Almonte “acordó desalojar ese pasillo para reabrir el paso, pero no ha pasado de las buenas palabras y seguimos esperando que haga algo”. Los acuerdos plenarios datan de 2003, sin que hasta el momento se hayan hecho cumplir. Hubo una reclamación ante el TSJA resuelta forma favorable al dictamen plenario.
Piñero denuncia que “el PGOU contempla la construcción de ese paso y no pedimos más que su cumplimiento”. La problemática tiene consecuencias añadidas. Los vecinos deben coger sus coches “para todo, para lo más básico” y además implica que “se produce una saturación” en otras zonas de Matalascañas.
Los vecinos se han movilizado con una recogida de firmas y han entregado al Ayuntamiento una propuesta “sin respuesta” en la que plantean la abertura de un paso alternativo que cruce el campo de golf. Ese paso quedaría regulado para uso restringido y contempla la eliminación de la zona ocupada actualmente de forma ilegal.
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