Un dron velará por la seguridad en el traslado de la Virgen del Rocío a Almonte
Plan Venida 2019
El camino entre la aldea y la localidad almonteña contará por primera vez con luminarias durante la noche. Un millar de efectivos forman parte del dispositivo
Huelva/Un dron custodiará a los peregrinos en el traslado de la Virgen del Rocío desde la aldea hasta Almonte, un acontecimiento que ocurre cada siete años. Esa es un de novedades del Plan Venida 2019, que fue presentado ayer y en cuyo dispositivo participan la Junta de Andalucía, la Subdelegación del Gobierno, la Diputación Provincial de Huelva y el Ayuntamiento de Almonte.
El vehículo aéreo no tripulado no es la única novedad de este año, ya que por primera vez el camino por el que discurre el traslado, vestida de Pastora, estará iluminado y habrá también puntos de avituallamiento de agua embotellada.
El dispositivo, compuesto por el plan provincial de la Junta y el municipal del Ayuntamiento, se pondrá en marcha el día 15 de agosto a las 15:00 coincidiendo con los actos de celebración del Rocío Chico del 16, día en el que entra en funcionamiento el contingente de la Guardia Civil previsto para el evento.
El Plan Venida de la Virgen del Rocío 2019 en su totalidad quedará a las 08:00 del 19 de agosto y permanecerá hasta el día 20, sin hora determinada, aunque se desactivará cuando la Virgen esté en el altar de la parroquia de la Asunción de Almonte y se den las condiciones para hacerlo, según explicó el viceconsejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz.
El plan contará con unos 1.000 efectivos del cuerpo de la Guardia Civil, Policía Adscrita a la Junta de Andalucía, Policía Local de Almonte, Protección Civil, Emergencias Sanitarias y Bomberos. Se divide en tres ámbitos de actuación: un dispositivo en la aldea de El Rocío, el punto de partida de la romería; otro durante el recorrido que realizará la Virgen; y un tercero en el municipio de Almonte, donde además se ubicará un centro de coordinación.
La Dirección General de Emergencias e Interior de la Consejería de la Presidencia, que se ha encargado de la redacción del plan, que reforzará el Servicio de Emergencias 112 Andalucía y movilizará al Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA).
El Ayuntamiento de Almonte se encargará de la publicación de los bandos, la APP y el contacto con las agrupaciones de voluntarios. La Diputación Provincial se encargará de la limpieza de cunetas y reparará zonas del Camino de Los Llanos y del Ranchito. Igualmente realizará la fumigación de las zonas, donde se colocarán los puntos asistenciales y de activar el dispositivo del Consorcio Provincial de Bomberos.
Por su parte, la Guardia Civil reforzará su dispositivo, tanto en horario como en personal, y el Ejército de Tierra aportará dos camiones, una ambulancia todoterreno y un aljibe. En las dependencias de la Policía Local de Almonte se instalará el Cecopi, que tendrá emisoras de radio para el dispositivo sanitario.
A estos recursos se suman los voluntarios de Cruz Roja, la guardería del Espacio Natural de Doñana y los efectivos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en el ambulatorio de El Rocío y de EPES 061, en los puntos de la Ermita, Melco, El Pastorcillo y el Chaparral, tanto de personal sanitario como UVI móviles.
Además, el servicio de Protección Civil de la Junta colocará vallas para perimetrar los puestos de mando vanzados y la Delegación Territorial de Fomento se ocupará, entre otros elementos, de la señalización lumínica y de cuatro torres de iluminación. También ser podrá contar con los recursos del Plan Infoca y con agrupaciones del Voluntariado de Protección Civil.
Durante la presentación del plan, “un nuevo reto”, el viceconsejero de la Presidencia destacó que éste será un nuevo ejemplo de la “suma de esfuerzos” de diferentes administraciones públicas, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Almonte, la Diputación Provincial de Huelva y la Administración General del Estado, que sabrán trabajar en “plena coordinación, cooperación y colaboración”, como ya ha sucedido en otras ocasiones como el despliegue del Plan Romero 2019, que fue “un éxito”.
Junto a Sanz presentaron el plan la subdelegada del Gobierno de Huelva, Manuela Parralo; el presidente de la Diputación Provincial, Ignacio Caraballo; la alcaldesa de Almonte, Rocío del Mar Castellano, y la vicepresidenta primera de la Hermandad Matriz de Almonte, Josefa Pérez Báñez. Todos coincidieron en destacar el trabajo de coordinación realizado.
Caraballo resaltó que este evento supone “un ejemplo de colaboración” entre todas las administraciones que buscan que “algo tan nuestro, tan querido y amado”, como es la Venida de la Virgen, se desarrolle con total normalidad.
Parralo precisó que en el dispositivo participarán 300 efectivos de la Guardia Civil para garantizar la seguridad y la asistencia a los ciudadanos para el buen discurrir del acontecimiento.
Castellano detalló que hasta 300 trabajadores municipales estarán operativos esa noche de la Venida de la Virgen, así como habrá puntos de avituallamiento de agua embotellada y se instalarán por el recorrido puntos numerados y luminosos (sin romper la estética de esta tradición) para orientar en la oscuridad a los asistentes y para que sirvan de referencia a los efectivos sanitarios o de seguridad que deban trasladarse en caso de producirse algún incidente.
Pérez puso en valor todo el trabajo realizado para que la Venida será “un gran éxito de devoción” a la Virgen del Rocío.
Aunque existen documentos de los siglos XVII y XVIII, no es hasta 1949 cuando el pueblo de Almonte decidió el traslado de la Virgen del Rocío desde la aldea hasta el pueblo. Se determinó que fuera cada siete años, un espacio de tiempo prudencial para que los almonteños gozaran en el pueblo con la presencia de su Patrona. La Venida se realiza coincidiendo con el Rocío Chico, para ser trasladada de nuevo a la aldea, antes de la Romería de Pentecostés. Así, permanece en Almonte por un período de nueve meses.
La distancia que separa Almonte del Rocío es de tres leguas aproximadamente (unos 15,7 kilómetros), por los caminos de Taranjales y los Llanos, por donde históricamente han discurrido los traslados a hombro de los almonteños. Durante este camino hacia el pueblo, la Virgen va tapada para que el polvo no dañe su estructura. Se hace durante la noche.
Al llegar a Almonte, en El Chaparral, se descubre el rosto de la Virgen que trae velado desde su salida de la aldea. Las camaristas son las encargadas de quitarle el pañito que cubre su cara y posteriormente el guardapolvo que cubre toda la imagen en el camino. La tradición manda que el velo ha de ser quitado en el momento en que el primer rayo solar del día ilumine el rostro de la Divina Pastora.
Una vez esto, comienza la procesión hasta el templo parroquial por las calles de Almonte, adornadas con arcos y flores. Durante el tiempo que permanece allí no cesan los cultos. Allí tienen lugar las peregrinaciones de las hermandades filiales, para culminar con una novena de misas y la procesión principal en la que, por un itinerario tradicional, la Patrona almonteña recorre las calles del pueblo engalanadas por una arquitectura efímera.
Con la venida de la Virgen, Almonte pone de manifiesto una vez su profundo sentimiento religioso y el amor por su Patrona. El pueblo almonteño siempre ha puesto su mirada en la Virgen y lo ha hecho también ante grandes calamidades, cuando no se encontraba remedio a las penurias humanas. A Ella se encomendaba, como intercesora ante Dios, llevándola en procesión, hasta la iglesia parroquial. Lo mismo sucedía, cuando algún acontecimiento beneficiaba al pueblo y acudía a la Virgen en acción de gracias.
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