El vino de Huelva, de Museo

Comarca del condado La entrada contará con una selección de las viñas que se cultivan en la provincia

El edificio ocupará una parte de los terrenos de la cooperativa bollullera Vinícola del Condado · Una malla romboide revestida de paneles de vidrio o policarbonato envolverá la fachada

El Museo del Vino se ubicará en Bollullos y se ha diseñado con una fachada exterior romboide. 1 y 2. Imágenes recreadas del aspecto exterior y del interior del edificio. 3. La arquitecta Fátima Romero, explicó el proyecto el día que se hizo público el fallo del jurado en el salón de la Diputación Provincial. 4. La cooperativa bollullera Vinícola del Condado a pleno rendimiento. En sus instalaciones se levantará el futuro Museo del Vino.
El Museo del Vino se ubicará en Bollullos y se ha diseñado con una fachada exterior romboide. 1 y 2. Imágenes recreadas del aspecto exterior y del interior del edificio. 3. La arquitecta Fátima Romero, explicó el proyecto el día que se hizo público el fallo del jurado en el salón de la Diputación Provincial. 4. La cooperativa bollullera Vinícola del Condado a pleno rendimiento. En sus instalaciones se levantará el futuro Museo del Vino.
Y. Sánchez / Huelva

14 de febrero 2010 - 05:01

Los vinos de Huelva se preparan para entrar en un museo donde dejarán olor y sabor. Este es el proyecto que tiene la Diputación Provincial y que se ha puesto en marcha una vez que se ha definido el edificio que se levantará en Bollullos par del Condado, municipio vinícola onubense por excelencia. El futuro museo es obra de Fátima Romero, ganadora del concurso de ideas en el que participaron 18 propuestas.

El inmueble diseñado por Fátima Romero contará con un presupuesto de 2 millones de euros y se podrá ejecutar en un período de poco más de año y medio. El objetivo de la Diputación Provincial es que pueda abrir sus puertas a lo largo del verano de 2011.

Romero explica que concibe el inmueble como un edificio singular y similar a los espacios que forman parte del proceso de la fabricación del vino. Un ambiente entre toneles, bidones, depósitos de fermentación y botellas, sin olvidar la fase previa, la del campo, entre viñedos y uvas. La fachada marcará carácter en el edificio con sensaciones variables y oscilantes dando un efecto escultórico con una estructura superficial de vidrio. Una malla romboides envolverá la cubierta e irá revestida por una combinación de paneles de vidrio o policarbonato que pueden ser convexos, cóncavos o planos, de distintos colores y matices. La autora señala que "estas geometrías diferentes generan reflejos facetados que permiten al observador ver imágenes cambiantes y perspectivas casi cinematográficas".

Pero esta malla romboide "no es simplemente una ilusión óptica sino que está incorporada a la ingeniería estructural, unida a los núcleos verticales del edificio que soportan y formalizan los techos".

Otra de las tarjetas de presentación del edificio será el patio exterior, que quedará en la zona delantera del edificio para "adelantarse a recibir al visitante", apunta Fátima Romero. Este patio estará ocupado por una selección de viñedos que mostrarán las distintas variedades de uva que existen en los campos del Condado onubense. También se mostrará el proceso de crianza de las vides como las podas, de forma que sea un espacio para introducir al visitante en el mundo de la elaboración del vino, que acaba con el embotellado y el etiquetado del caldo.

El interior del edificio cumple dos objetivos: que los usuarios no recorran áreas hacia las que no se dirijan y segregar la circulación de los visitantes de las zonas de trabajo como la dirección, administración o laboratorio.

El edificio diseñado por Fátima Romero ocupará unos 500 metros cuadrados y tendrá dos plantas, respetando las directrices urbanísticas de la zona donde se quedará ubicado.

En la planta baja estará el área de visitas con un recorrido claro, pasando por recepción, zona de exposiciones, zona de proyecciones, degustación, tienda y posterior paso a la visita de las naves de producción y de crianza. Este espacio "es un recorrido flexible, sugerente, alegre, que permite una visita interesante pero compleja similar al proceso de elaboración del vino. Entre materiales que tradicionalmente se han utilizado y se utilizan en la industria vitivinícola como madera, cementos, hormigón acero inoxidable y vidrios", señala la arquitecta sevillana.

En esta planta baja también se diseña una zona de trabajo como con una nave de almacén. Toda ella está conectada con la zona de degustación y venta para poder reponer los productos necesarios. En el vestíbulo del edifico se controla el acceso a la planta primera donde se desarrolla el área de gestión y laboratorios. La zona de ventas tiene una parte interior al edificio pero también otra exterior, para poder vender los productos sin necesidad de realizar la visita turística. De esta forma se dota al edificio y al visitante de mayor flexibilidad.

En la planta primera de uso privado, restringido de público, se distribuye entre la sala de juntas, diversos despachos, una zona administrativa y los laboratorios.

Este edificio ocupará parte de las instalaciones de una de las cooperativas más señeras de la comarca, Vinícola del Condado, que se constituyó como sociedad cooperativa en 1955 y es la que reúne el mayor número de socios de Andalucía. Vinícola del Condado produce más del 60% de los vinos embotellados bajo la DO Condado de Huelva. La cooperativa ha introducido nuevas variedades de uvas en la comarca, como la syrah o la colombard, y está invirtiendo en I+D+i para elaborar nuevos vinos y mejorar la calidad de los tradicionales.

El Museo del Vino de Huelva forma parte de una iniciativa a tres bandas (administraciones públicas, productores y Consejo Regulador de las denominaciones de origen del Condado) para promocionar el sector vinícola de la provincia y la comarca. El objetivo es que forme parte de la llamada Ruta del Vino, un proyecto dirigido al turismo y que se convierta en una parada obligatoria para los visitantes que acudan hasta la provincia a pasar sus días de descanso. El Museo será una de las citas obligadas dentro del recorrido de bodegas y municipios productores.

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