La Virgen de los Clarines no sale en procesión en el Rosario por las inclemencias del tiempo
La imagen regresa a su ermita tras ser sometida a un proceso de restauración
Beas celebra la romería de Clarines del 14 al 16 de agosto
La Hermandad de Nuestra Señora de los Clarines, de Beas, celebra este fin de semana, del 22 y 23 de febrero, el tradicional Clarines Chico o romería chica, que desde 1969 se viene realizando en la localidad, como acción de gracias por el terremoto que no causó daño alguno. Las inclemencias del tiempo impidieron que la imagen saliera en procesión en el rosario.
El denominado Clarines Chico comenzó el sábado, a las diez de la mañana, con una peregrinación del simpecado de la Hermandad desde Beas hacía Clarines por el conocido como Camino de los Huertos, una peregrinación marcada por emotivos momentos. A las doce de la mañana se rezó el Ángelus en el paraje de la Pizarrilla, y una vez que la comitiva llegó a Clarines se rezó la Salve en la ermita.
Este año es un Clarines Chico especial, ya que la imagen de nuestra Señora de Clarines, que fue sometida a un profundo proceso de restauración en el taller del restaurador sevillano Pedro Manzano, volvió a Clarines con ocasión de esta fiesta. El sábado hubo una vigilia de oración y cantos en la ermita, para celebrar el regreso de la Virgen a su pueblo.
Este domingo, a las doce de la mañana se celebró la misa de acción de gracias, oficiada por el párroco de la localidad, Juan Luis Vázquez Moreno y cantada por el coro Virgen de los Clarines. A dicho acto religioso acudieron hermandades de pueblos vecinos a rendir homenaje a la Virgen de Clarines. Durante la misa, se impusieron la medalla de la Hermandad a los quintos y quintas (chicos que cumplen 18 años). La tradición de los quintos se remonta a la época en que los chicos hacían el servicio militar, y se reunían para despedirse del pueblo cantando por las calles con el tradicional palillo, adornado con cientos de lazos y bolas rojos y amarillos, lazos que regalaban a las chicas como recuerdo antes de marcharse.
La jornada del domingo prosigue con reuniones en las casas de Clarines donde la gente comparte y disfruta de una gran jornada de convivencia.
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