Solo 5 de los 26 equipos que llegaron con 20 puntos o menos al final de la primera vuelta consiguieron salvarse en Primera RFEF

Que la primera vuelta del Recreativo de Huelva ha sido un completo desastre no es ninguna novedad. Puntuación muy pobre, un nivel de juego inferior al de la temporada pasada y un cambio de entrenador, entre otras muchas cosas que han propiciado este descalabro. El equipo se sitúa penúltimo y los resultados, como cabía esperar que pasara tarde o temprano, no acompañaron el fin de semana. Ahora mismo son dos los puntos que separan al equipo de la permanencia antes de la visita del Atlético de Madrid B, rival que marca la zona de playoff.

Los 20 puntos del primer tramo de competición siembran un precedente peligroso. Principalmente por el hecho de que la salvación suele estar en torno a los 46 puntos de media, por lo que el Decano deberá hacer una segunda vuelta con números de playoffs para lograr salvar la categoría. Para ello se ha reforzado con Bahachille y Rafa Gálvez a la espera de poder incorporar algún futbolista más que de un salto de calidad necesario a la plantilla.

Si nos remontamos a las tres temporadas anteriores en Primera Federación, los antecedentes no son nada halagüeños. De los 26 equipos que llegaron con la misma puntuación o menos que el Recre al final de la primera vuelta, solo cinco consiguieron salvarse. Algunos bajaron incluso con varios puntos más de los que poseen en su haber los albiazules.

La pasada campaña, en el Grupo I, el Sestao River fue el único de los cinco equipos en descenso que logró la permanencia. Lo hizo con 16 puntos, firmando 29 en los siguientes 19 partidos para acabar la competición con 45 puntos en la undécima posición. El Cornellá, con un punto más que el Decano, acabó descendiendo con varias jornadas de antelación.

En el grupo del Recreativo, el Mérida fue el único que hizo la proeza tras sumar solo 16 puntos. Los onubenses ocupaban la quinta posición con una diferencia de siete puntos sobre el sexto. El San Fernando sumaba 23 puntos y consumó su descenso a Segunda Federación.

Un año antes, en la 22/23, se produjo en el Grupo I una de las mayores remontadas que se recuerdan en el fútbol de bronce. El Ceuta de José Juan Romero era farolillo rojo de la clasificación de forma destacada al sumar tan solo 8 puntos. La salvación, a 14 puntos, era prácticamente una utopía. Sin embargo, una segunda vuelta de matrícula de honor (los norteafricanos hicieron 37 puntos gracias en parte a un excelso Rodrigo Ríos) permitió que el conjunto caballa sellara la permanencia. El San Fernando, con 17 puntos al término de la jornada 19, fue el otro equipo del grupo que se salvó. Badajoz y Sanse, ambos con 23, descendieron.

En el Grupo II, ninguno de los tres equipos que llegaron con una veintena o menos de puntos pudieron continuar al año siguiente en Primera Federación. UD Logroñés con 20, Bilbao Athletic con 14 y Calahorra con 13 conformaban las tres últimas posiciones del grupo, manteniendo el mismo orden al final de liga. El Numancia, por su parte, sumaba 27 puntos al ganar siete partidos, empatar seis y perder otros seis, pero una segunda vuelta catastrófica en la que apenas hizo 19 puntos condenó a los sorianos.

El primer curso de lo que hoy conocemos como Primera Federación solo tuvo al filial del Athletic Club y al Sabadell como los únicos equipos entre los nueve que hicieron 20 puntos o menos que consiguieron salvar la categoría. Los arlequinados, que también contaban con 20, se quedaron a dos puntos del playoff que marcó el Linares con 60.

No obstante, lo más llamativo de esta campaña es la caída en picado del Atlético Sanluqueño, que acumuló 28 puntos en la primera vuelta y acabó el quinto por la cola tras un segundo tramo nefasto. Eso sí, los verdiblancos recuperaron la categoría inmediatamente después.