Ilusionar a la afición y montar un equipo competitivo, los retos de Alberto Monteagudo
Recreativo de Huelva
“Me gusta el fútbol ofensivo y dominar el esférico, pero esto es Segunda B, hay que meter la pierna y morder sin balón”, asegura el técnico del Decano
Huelva/Alberto Monteagudo fue presentado de forma oficial como nuevo entrenador del Recreativo para las dos próximas temporadas. El técnico quiere un proyecto que genere ilusión, con una plantilla competitiva que le permita apuntar alto.
Estuvo acompañado en su presentación por el presidente Manolo Zambrano, el consejero Jesús Pulido y el secretario técnico Juan Antonio Zamora, quienes elogiaron la figura y la trayectoria de este hombre que conoce bien la casa, ya que fue jugador albiazul dos temporadas hace 20 años, logrando el ascenso a Segunda A.
“Vuelvo a Huelva, a mi casa. El recuerdo es inmejorable, un ascenso, y siempre he recordado Huelva con cariño y con ganas de volver. Tengo una ilusión tremenda de hacer las cosas bien, ilusionar a la gente y hacer un buen fútbol para que los aficionados se identifiquen con el equipo”.
Llega a un club que por historia, estadio y afición es el mejor de la categoría, pero por economía no lo es. Y el Recre viene de una temporada en la que ha sido campeón y se ha quedado a las puertas del ascenso. Con poco dinero tendrá que hacer más que otros. “Hay que conocer el mercado, utilizar los contactos que podamos tener Zambrano, Zamora o yo para traer futbolistas. En el fútbol actual el dinero es importante, pero el Recre tiene un plus que es su afición, su historia... Eso no se puede inventar, se tiene o no se tiene. Hay que apretar lo máximo en el presupuesto y no fallar, pero no es fácil. Vamos con el traje de un club de los grandes, y económicamente no vamos con el traje del Córdoba, por ejemplo. No nos da miedo eso, podemos acertar con menos dinero que ellos”.
Una ventaja es que podrá hacer una plantilla prácticamente nueva a su gusto. “Eso está bien, pero es raro que en un equipo que ha quedado campeón se tenga que hacer una plantilla casi entera nueva. Son historias del año pasado. Hacer un equipo lleva un tiempo, hay que conjuntar a la gente. Estamos en el momento más importante del año, que es configurar la plantilla, y si acertamos podemos hacer un equipo a imagen y semejanza de lo que queremos”.
Sobre su filosofía de juego, muy distinta a la de Salmerón, es partidario de un “fútbol ofensivo, no sé otra cosa que no sea atacar, ser dominador del balón, jugar con mucha gente en el campo contrario, robar el balón lo más arriba posible... esa es mi idea. Tenemos que tener el protagonismo del balón, pero no por tenerlo, sino hacer transiciones rápidas, jugar bien... en otros equipo lo he conseguido”.
¿Hay todavía romanticismo por vestir la camiseta del Decano? “Sí existe; hay muchos sitios en los que la gente no sabe quién eres siendo el entrenador del equipo de su ciudad, o de cada cinco te conoce uno. Aquí, antes de firmar, entro en un restaurante y la gente sabía quién era. Me gusta sentirme jugador, entrenador. Ese cosquilleo de que la gente te diga algo si has perdido o has ganado es lo que he vivido toda la vida, a lo que estoy acostumbrado. Me gusta eso más que estar en una ciudad en la que si pierdes no pasa nada. Juego con esa presión, y el futbolista al que le gusta eso está más cerca de venir, y el que no quiere eso porque 11.000 personas se le caen encima, pues no vendrá”.
“El Recreativo tiene un problema y es que le han hecho mucho daño los años atrás; cuando se decía que el Decano se muere; hay gente que no se cree que esto va de verdad, que es un club que no va morir y los próximos años, si tenemos un pelín de fortuna, serán buenos deportiva y económicamente”, añade Monteagudo, al que le gusta mucho la confección del grupo IV sin el Melilla “al que no quiero ver ni en pintura” ni el Ibiza “un equipo poderoso económicamente”.
“Hay que ponerse un traje según el campo al que vayas. Esto es Segunda B y hay que meter la pierna; me gusta jugar la pelota pero sin balón hay que morder como el equipo más pequeño de la categoría”, recalca.
Alberto Monteagudo no es un entrenador que reparta minutos como hacía Salmerón. “Suelo repetir bastante lo que funciona, no me gusta rotar por rotar. Me gusta tener a toda la plantilla viva, y que el futbolista sepa que si un día sale y funciona puede repetir”.
La única línea cerrada es la portería y con dos hombres que apenas jugaron el año pasado. “No me preocupa porque son buenos porteros. A Nauzet no lo voy a descubrir, ha jugado previa de Champions; este año no era titular, pero estaba en un equipo (Las Palmas) al que le llegaban mucho; juega bien con los pies y es valiente. Era un portero inalcanzable para nosotros, pero Zamora y yo lo conocemos y lo convencimos diciéndole que viene a un sitio tranquilo, donde se vive bien, que va a disfrutar del fútbol otra vez; si no, no hubiéramos podido traerlo; en otras condiciones triplicaría lo que puede cobrar aquí. Y Álex (Lázaro) ha peleado un montón con Marc; es querido en el vestuario. Estamos bien cubiertos”.
También se refirió a Iván González. “Tiene una lesión de larga duración y tenemos que cubrirnos. Es un jugador importante, contamos con él y ojalá se recupere bien; no podemos pensar en algo que va a pasar de aquí a seis meses, no podemos tener dudas”.
La pieza más codiciada es el delantero. “Queremos apostar por un futbolista contrastado, de los grandes de la categoría, pero hay que ver el tema económico. Cuando he hablado con jugadores me he dado cuenta que equipos que no son top en la categoría están pagando un pastón. Por mi experiencia, si tenemos dudas, mejor esperar. El futbolista que hace 15 días esperaba a Segunda A ahora nos está pidiendo que le hagamos una oferta, y hace 15 días ni nos escuchaba. No podemos esperar por 8 jugadores pero sí por 3 o 4 para que venga el que queremos”.
En la presentación de Zamora el día antes se evitó hablar de ascenso. ¿Qué objetivo se marca Monteagudo? “A mi tampoco me gusta esa palabra; yo hablo de ilusionar, que la gente venga al Colombino con la sensación de ver a un equipo valiente, que va a ganar; a partir de ahí los resultados harán que el aficionado esté más contento o menos. Tenemos que ser un equipo competitivo, difícil de ganar, evidentemente queremos estar arriba, y ojalá podamos quedar primero”.
No puso ningún requisito para firmar por el Decano. “He estado muchos años intentando estar en Segunda A, vengo del Lugo, el año anterior fui campeón con el Cartagena y me pedía el cuerpo esperar por Segunda A; el único equipo que me podía hacer cambiar esa idea era el Recreativo, porque he jugado aquí, conozco a Zamora, a Manolo, el feeling es total; la sensación es que va a ser un proyecto con la idea de mejorar porque tengo dos años para hacer las cosas bien y ascender el equipo... me convencieron y por eso vine. Se va a pagar y se va a estar al día. De hecho hay futbolistas de la temporada pasada que querían volver si no llegan a firmar en otro lado, porque saben que este equipo va de verdad y no va a tener la sensación de incertidumbre; eso no va a volver a pasar”.
El nuevo preparador albiazul elogió a sus colaboradores y al club: “Esto es otra cosa, venimos de Lugo, con 3.000 personas en el campo y aquí tendremos más de 10.000 y esto es otra película, es un club de Segunda A alto que está en Segunda B por desgracia”.
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