El Recre blinda sus áreas para el ascenso

El fútbol se define en las áreas. El resto es todo aquello que pasa para llegar a ellas. Es la razón por la que cuanto más determinantes son en los metros finales los futbolistas mayor es su cotización. Sucede para definir y también para atajar. El Antequera que se ha paseado por el grupo 4 de la Segunda RFEF terminará la competición como el más goleador y el menos goleado. No hay mejor definición.

El resto como el Recre tendrá que optar por el camino más largo. Hay una máxima que se repite con frecuencia cuando los equipos se enfrentan a eliminatorias de ida y vuelta. Aquellos que tienen un futbolistas que las enchufe y un portero que salve puntos tiene un porcentaje elevadísimo de posibilidades de seguir adelante. El juego cuando la vida se dirime en 180 minutos suele ser secundario. Un gol, un momento de acierto, partidos cerrados y pequeños detalles suelen fijar el futuro.

El Recre en términos globales tiene un déficit ofensivo claro. Es el equipo con los números más bajos de los cinco primeros. Suma solo 37 tantos a su favor. En cambio es el que mejores números defensivos presenta con 23 tantos recibidos. Solo le supera el Antequera. Esos datos no obstante esconden conclusiones interesantes. Una de ellas es la dependencia de Pablo Caballero. El argentino es el tercer máximo goleador de la categoría. Solo lo superan Carlos Martín del Atlético B y Leandro del Sestao River. En el propio grupo el único que compite con él es Samu del Recreativo de Granada.

Sin embargo, los datos hablan de una evolución que lo convierten en un futbolista determinante. El Pali lleva ocho de sus 13 tantos en lo que va de año. Solo Carlos Martín es mejor que él en 2023. Ha marcado en seis partidos de los que el Recre ganó cinco de un total de 17. Solo dejó de hacerlo en el empate a dos de Cartagena. 16 de 18 puntos cuando vio puerta. En lo que va de año los albiazules hicieron 14 goles, lo que se traduce en una dependencia ofensiva clara de su ariete. Su firma supone casi el 60% de todos los tantos anotados en lo que va de año.

Pero es que el área contraria sucede un caso parecido con Rubén Gálvez. El gato de Aracena es un seguro. Raro es el partido en el que sea cual sea el marcador no requiere el Decano de una intervención suya en un momento clave. Sus números son clavados a los del argentino. Lleva ocho tantos recibidos en lo que va de año. De un total de 17 partidos implica que encaja menos de un gol cada dos jornadas.

El Decano ya está en play-off y lo está como segundo clasificado tras una última jornada sorprendente en la que todos sus rivales se pusieron de acuerdo para regalarle dos semanas de preparación extra. Ahora el dilema lo tiene Abel Gómez. Es un margen para recuperar efectivos, dar minutos a sus hombres y dosificar esfuerzos. Es lo habitual en estos casos, pero también es tiempo de meditar su parar a futbolistas en un estado de gracia evidente para que lleguen sin riesgo a la primera eliminatoria del día 21 o seguir apostando por ello para mantenerlos enchufados.