Una de cal y otra de arena: solo el año de 3ªRFEF supera el arranque goleador del Recre en la última década

El inicio de temporada del Recreativo de Huelva no deja indiferente a nadie. Desgraciadamente más para mal que para bien, aunque dentro de lo malo también se pueden sacar sus cosas buenas. El hecho de ser el segundo equipo más goleado del grupo lo compagina con ser a la vez el segundo máximo anotador, solo por detrás del Sevilla Atlético e igualado con Murcia, Mérida y Alcorcón.

Los siete goles a favor en las primeras cuatro jornadas evidencian una notable mejoría en la zona ofensiva del equipo, algo de lo que adolecía el club en los últimos años. Caye Quintana camina hacia superar el registro de la pasada campaña, cuando vio portería en 10 ocasiones. Ya lleva dos en un año con más competencia por la presencia de Sergi Armero y Pablo Caballero, este último desde el principio tras realizar la pretemporada con normalidad.

Con una media de 1,75 goles por partido, el Recreativo presenta el mejor balance goleador de la última década, solo superado por el curso 21/22 en Tercera Federación, cuando bajo la batuta de Alberto Gallego el equipo materializó ocho tantos. Utrera (2), Ceuta B (2), Ciudad de Lucena (1) y Rota (3), las víctimas.

La pasada temporada a estas alturas eran tres los goles que llevaba el conjunto albiazul, todos el primer día. Tres empates a cero consecutivos y una derrota 0-3 con el Castellón propiciaron que no se llegara hasta los siete actuales hasta la octava jornada con el Ibiza.

Ni siquiera en una categoría inferior como Segunda Federación los de Abel Gómez fueron capaces de tener tanto acierto de cara a puerta con seis goles en cuatro jornadas. El fatítico año del doble descenso (20/21) no se llegó hasta las siete dianas la séptima fecha. En aquella ocasión el Decano le endosó un 6-0 al Marino en el Nuevo Colombino en una de las mayores goleadas de la historia reciente del club.

La 19/20 es la temporada que más se asemeja hasta el momento. Seis goles a favor llevaba el conjunto de Alberto Monteagudo, que llegó a instalarse en las primeras posiciones de la tabla hasta que comenzó a caer en picado. La suspensión de la liga por la pandemia evitó un desastre que acabó consumándose tan solo un año después.

Un pobre balance en el regreso a Segunda B

Los años posteriores al descenso de categoría reflejaron una clara falta de pólvora en ataque. Incluso en la 18/19 con Salmerón, cuando el equipo finaliza en primer lugar y roza con la yema de los dedos el ascenso a Segunda División, firma un pobre arranque goleador anotando tan solo cuatro. De hecho, no llegó a siete hasta la novena jornada.

Ligeramente mejor el comienzo con Casquero. Un equipo con nombres como José Carlos Lazo, Gorka Santamaría o Boris Garrós consiguió cinco tantos aunque acabó pidiendo la hora para conseguir la permanencia, como en los dos años anteriores.

Mucho peores fueron los dos primeros años tras el descenso. Tan solo tres goles a favor en el primer mes de competición tanto en la 16/17 como en la 15/16. En ambos casos no se llegó a los siete actuales hasta las jornadas 8 y 10 respectivamente.

Tampoco pudo el Decano alcanzar dicha cifra las dos últimas temporadas en la categoría de plata del fútbol español. Una década en la que los albiazules no han encontrado el camino del gol como hasta este momento, en el que tendrán que ajustar cuentas para que el buen rendimiento ofensivo se vea plasmado en resultados, condicionados por el pobre bagaje defensivo que presenta el cuadro onubense en su segunda campaña en Primera Federación.