El grito que heló a Huelva
Recreativo
Se cumplen 3 años de aquella respuesta firme de los onubenses a la llamada de auxilio de un Recre agonizante
El club encara por fin una temporada ilusionante
Huelva/Estaba a un paso del abismo cuando miles de manos salvadoras llenas de coraje albiazul lo sostuvieron. Hoy hace justo tres años que el Recre pudo seguir el camino del Marbella, el Burgos, el Lleida, el Málaga, el Salamanca, el Cartagena, el Compostela, el Logroñés, el Almería, el Ciudad de Murcia, el Mérida, el Extremadura, el Badajoz… Clubes todos ellos que vivieron sus días de gloria en la LFP, más de uno con largas temporadas en Primera, pero que terminaron en ese abismo de la historia del fútbol. Hoy son recuerdo para sus aficionados. A todos ellos los hundieron la mala gestión de sus dirigentes y las deudas que acarrearon crisis deportivas insalvables. Pese a las diferentes movilizaciones de sus hinchadas ninguno pudo sobrevivir. No eran el Recre.
La crisis del Decano no fue distinta. En algunos casos incluso peor que la que llevó a la desaparición a todos esos ejemplos, pero el Recre salió adelante. Lo hizo por la intervención del Ayuntamiento pero sobre todo por la abrumadora respuesta de los onubenses, de sus hijos y de sus nietos, que han sobrevivido al desaliento tras tres larguísimos años que han pesado como tres siglos en el ánimo. El antídoto para no dejar morir al Decano se comenzó a gestar unos meses antes en la multitudinaria manifestación en la que 10.000 onubenses se echaron a la calle a pedir una solución a la inminente a la desparición del Recre y la salida de Comas. La rueda comenzó a girar con lentitud, pero con fuerza.
El proceso para el reconocimiento como BIC (Bien de Interés Cultural) se puso en marcha fuera de las paredes del Nuevo Colombino, mientras dentro de la entidad el deterioro llegó a su punto extremo días antes del 19 de marzo. Pablo Comas había abandonado al Recre a su suerte y los trabajadores daban un paso adelante con un grito desesperado de socorro. “El sábado 19 podría ser el último partido de nuestro viejo Decano. No te dejaremos solo” fue el mensaje que heló la sangre de Huelva. El Decano no resístiría un nuevo golpe. Con entradas a un euro, el choque contra el Granada B se convirtió en un referendum popular por el futuro albiazul. Sí o no. Cara o cruz. La respuesta fue impresionante. Hasta la bandera, una lucha a brazo partido y un gol en los últimos minutos de Rubén Mesa fue la mejor metáfora del duro camino que le esperaba al recreativismo, pero saldría adelante. Sobre el césped la movilización mantuvo al equipo de pie cuando el colpaso sobrevolaba el verde del Nuevo Colombino. El resto es historia, sucesivos llenos contra Marbella, Lorca, Melilla y Linares permitieron evitar el descenso a Tercera. Fue el particular despertar de la fuerza albiazul, de esa energía latente que explotó a la llamada de auxilio.
Fue el principio sin el cual posiblemente hoy el Recre sería un recuerdo tan bonito como doloroso. El Ayuntamiento inició un plan para recuperar el club: una hoja de ruta llena de enormes escollos y piedras en el camino que hubiesen tumbado a cualquiera. El punto de inflexión clave fue el levantamiento del embargo en febrero de 2018 tras el pago de la deuda con la Agencia Tributaria. Un vendaval de aire fresco removió los cimientos del club que siempre con cautela, volvía a coger las riendas de su economía.
La salida más directa al problema era, y es, la venta. Tres procesos diferentes en trece meses sin resultado positivo tras la aparición de Vicente Simón, de Zephir con Paco Mendoza y su retirada final, y las dos negativas de la Mesa de Contratación a Krypteia mostraron la complejidad de hacerlo en la situación albiazul. El Consistorio tomó entonces la decisión de poner en marcha un plan de gestión en manos del consejo que devolviese una estabilidad que llegó en diciembre, con el plan de rescate aprobado por el Pleno.
Fue el último gran hito en este largo camino ahora cercano a su final, el de una agonía inmerecida que permitió acabar con los impagos y devolver la normalidad al día a día. Tres años después el destino caprichoso quiso que tras tantas finales por la supervivencia, el Decano disputase por fin una por un nuevo futuro ante el San Fernando hace unas horas. El equipo que agonizaba un 19 de marzo, hoy pelea por el ascenso. Feliz día del Abuelo.
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