Rubén Gálvez: "Ojalá llegue a los 300 partidos, pero primero toca luchar por esta complicada temporada"

Huelva/Once años y 200 partidos después, Rubén Gálvez recuerda con nostalgia sus inicios. "Al principio, cuando llegué al Recre fue difícil y fueron muchas tardes llorando" cuenta el portero de Aracena, que hizo las maletas para vivir en Huelva y empezar a defender la meta albiazul. "Era un chiquillo de 14 o 15 años y dejo a mi familia y amistades", pero gracias a su hermano que era "quien me tranquilizaba y eso sirvió para que me quedara aquí, ... Quién me lo iba a decir".

Gracias a esa decisión, Rubén Gálvez cumplió sus 200 partidos bajo los palos de la portería del Decano el pasado viernes con el Atlético de Madrid B. Un debut soñado el 26 de mayo de 2013 con el primer equipo albiazul iba a ser el inicio de una prometedora carrera para él. Pese a pasar varias temporadas lejos de su tierra, siempre tuvo claro que quería volver. El Recre ya era su hogar.

"Cuando me voy a San Fernando y como dije en la propia carta, eso era un hasta pronto, mi objetivo era volver al Recreativo". Pasaron tres largos años y pese a que el momento en el que el club lo volvió a llamar era "delicado en Tercera Federación, no tuve dudas" confiesa en una entrevista con Huelva Información. "Quería ayudar al equipo a intentar subir, salieron bien las cosas y me vino todo del carajo".

Rubén habla con ilusión y para él es un orgullo defender la portería del equipo más antiguo del país y, sobre todo, haberla defendido, -por los muchos que le quedan,- en 200 ocasiones. Mira atrás y lo hace con la misma ilusión que ese joven que llegó a la Ciudad Deportiva Francisco Mendoza, -donde trabaja cada día,- y cuenta que "el otro día vi la foto oficial de todos los años y, ¡madre mía, qué cambio!, pero es bonito".

El de Aracena reconoce que aquel Rubén "era un cabeza loca y ahora te ves con más responsabilidad, lo ves todo desde otra perspectiva, que ojalá hubiese tenido antes". Todo forma parte del proceso y el guardameta albiazul vive una bonita carrera con el club que lo está viendo crecer y madurar.

Junto a él, Antonio Domínguez y Caye Quintana, compañeros de batallas y con quien lo unen "una amistad que empezamos en el Recre". El club le ha dado mucho tanto que Antonio "en verano cambiaba la playa por la Sierra". Inseparables y "contento" porque para Rubén "es un orgullo que mis amigos de Huelva siguen sumando partidos en este club, lo que significa que se están haciendo las cosas bastante bien".

Desde el día que debutó con el Recre en Segunda División han pasado ya 11 años y ese es uno de los momentos con los que se queda Rubén, "lo tengo tatuado". También "me quedo con el partido agónico contra el Granada B y con los dos ascensos, pero si tengo que quedarme con uno me quedo con el de Primera Federación" confiesa. Rubén ha vivido de todo en el club y sí que olvidaría "el descenso a Segunda B, que fue en Pamplona, perdíamos con Osasuma y matemáticamente ya estábamos descendidos".

La fórmula para dar la vuelta a la situación es estar comprometidos y trabajar más todavía si cabe"

Este domingo, Rubén Gálvez volverá al Nuevo Colombino donde defenderá la portería en el partido con el Alcorcón. El capitán del Decano asume que el arranque esta temporada "es muy malo, no es como queríamos porque teníamos nuestras expectativas y nuestra meta de consolidarnos en la parte alta de la tabla y se han dado las cosas de otra manera". El de Aracena tiene claro que la fórmula es "estar comprometidos, trabajar más todavía si cabe y darle la vuelta a la situación".

El Gato está "totalmente convencido" de que la plantilla está capacitada para poner fin a la mala racha. "En el partido con el Murcia no somos merecedores de perderlo, hemos competido con equipos que están arriba, y después son cosas que están pasando, muchas cosas extrañas que pasan siempre y pasan en contra nuestra. No nos queda otra que seguir trabajando, que es lo que está en nuestra mano y estoy seguro de que lo vamos a sacar adelante".

La unión hace la fuerza y ser una piña será clave para salir adelante. Eso lo muestra el equipo a diario y en cada partido. "Tenemos un grupo unido y un vestuario muy bueno" cuenta el capitán. Una conexión que también la tienen con Abel Gómez, su entrenador. "Es cercano con los jugadores, gestiona el grupo como los mejores y el equipo está con él" muestra de ello fue el abrazo que le dieron tras el último gol en Nuevo Colombino.

Me gusta que la gente esté jodida es señal de que esto nos duele, nos importa"

No hay dudas del nexo que hay entre cuerpo técnico y plantilla. "Nosotros estamos con el míster porque vemos cómo trabaja el día a día, cómo se porta con nosotros, cómo nos exige, porque de puertas para adentro es muy exigente y vamos con él al fin del mundo". Juntos todo es mejor y a Rubén le duele la situación que atraviesa al equipo y "me gusta que la gente esté jodida" es signo de que "el equipo está comprometido" apunta. "Es señal de que esto nos duele, nos importa y es lo que tenemos que transmitir. Los de Huelva intentamos transmitir que somos el Recre, no somos un club cualquiera y la gente está muy comprometida". Se ve reflejado "después de los partidos con la situación que estamos viviendo, la gente está hundida, nos duele y yo creo que eso hay que mejorarlo, mejorarlo en resultados, pero es bueno que a la gente les duela" reconoce.

El equipo es el máximo responsable y el principal interesado en cambiar la situación. No es fácil cuando ya el Recre lleva nueve jornadas sin conocer la victoria y se sitúa en lo más bajo de la clasificación y más con la afición tan exigente que tiene el Decano. Una afición que ha demostrado estar a la altura de la circunstancia, pero el equipo "no a la altura de ellos y a los resultados me remito". Rubén Gálvez pide "disculpas" y a su vez "que sigan ahí como hasta ahora", pero que "nos ayuden durante los 90 minutos y que una vez termine el partido que cada uno se exprese como cree oportuno". "Les animo a que sigan así, que nosotros le debemos todavía mucho, estamos en el camino, trabajando y queremos que ellos se sientan orgullosos de nosotros".

La situación, los resultados y la posición que ocupa el equipo en la tabla pueden pesar en el vestuario si todo no cambia de forma inmediata. Es algo que se ve sobre el terreno de juego, cuando encajan gol "parece que nos cuesta mucho levantarnos" expresa. "Tenemos que trabajar, ayudarnos entre nosotros porque salir de aquí depende del jugador, de nadie más", asume. "El equipo está concienciado y comprometido, sabe que tenemos que dar todavía un poco más de cada uno, lo hemos demostrado y podemos". Todo pasa por "ganar un partido, que liberemos un poquito la mente y después todo va a venir de otra manera" y ojalá eso suceda este domingo con el Alcorcón.

Intentamos que el tema de Pablo Comas o la venta del club no entre en el vestuario"

Al club no solo lo rodea una mala situación deportiva, también tiene por detrás la sombra de Pablo Comas. Pronto se conocerá si el Tribunal Supremo admite o no el recurso o, si finalmente se produce la venta del Recreativo de Huelva. Una realidad de la que el equipo se mantiene ajeno. "No hablamos de eso, lo digo sinceramente, no se habla de nada de eso en el vestuario" cuenta, "intentamos evadirnos, intentamos no echarnos más tierra encima porque esas cosas no dependen de nosotros". "Tenemos que estar centrados ahora mismo en el verde, en darle la vuelta a la situación y no es que no haya preocupación, pero intentamos que el tema de Pablo Comas o la venta del club no entre en el vestuario".

Mientras, Rubén Gálvez sigue "entrenando como el que más, quiero seguir ayudando al equipo dentro del campo porque me veo con confianza y con la del míster". Así que "ojalá llegue a los 300 partidos o incluso más, pero primero toca luchar por esta complicada temporada".