Alternancia cognitiva: la técnica para ayudar al cerebro a desconectarse de las preocupaciones

Investigación y Tecnología

La alternancia cognitiva es una técnica que ayuda al cerebro a desconectarse de las preocupaciones y de los pensamientos intrusivos que surgen a la hora de dormir

Dividir las tareas complejas en partes más pequeñas enseñará al cerebro a cambiar de enfoque

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Alternancia cognitiva: la técnica para ayudar al cerebro a desconectarse de las preocupaciones
Alternancia cognitiva: la técnica para ayudar al cerebro a desconectarse de las preocupaciones
Mercedes Fernández

08 de junio 2024 - 07:34

La alternancia cognitiva se refiere a la capacidad que tiene una persona para cambiar entre diferentes tareas mentales o modos de pensamiento. Esta habilidad es importante para cuando nos encontramos en situaciones que requieren multitarea o la adaptación rápida a nuevas circunstancias o problemas.

Cuando una persona necesita realizar múltiples tareas al mismo tiempo, la alternancia cognitiva permite cambiar de una a otra de manera eficiente ya que afrontamos problemas complejos y nace la capacidad de alternar entre diferentes enfoques o perspectivas con las que poder encontrar soluciones que sean realmente efectivas. Sería mucho más difícil tratar de hacerlo bajo una mente presionada y estresada.

En un entorno en constante cambio, la capacidad de adaptarse rápidamente, centrándote y poniendo en práctica estrategias cognitivas es esencial para reconducir una situación y obtener buenos resultados. Durante el proceso de aprendizaje, la alternancia cognitiva puede facilitar el cambio entre diferentes métodos de estudio o tipos de información, lo cual puede mejorar la comprensión y la retención.

"El estrés anula la posibilidad de poner en práctica la alternancia cognitiva"

Cómo aplicar la alternancia cognitiva

La alternancia cognitiva es una técnica que está diseñada para ayudar al cerebro a desconectarse de las preocupaciones y de los pensamientos intrusivos que suelen surgir a la hora de irnos a dormir. Para ello, se usan unas técnicas con la que centrar la mente en una secuencia de imágenes de objetos al azar.

Se pueden desarrollar prácticas como la atención plena y la meditación con las que mejorar tu flexibilidad mental al aumentar la toma de conciencia sobre tus pensamientos y reducir el estrés, el cual anula la posibilidad de llevar a cabo la alternancia cognitiva.

Durante el día, puede ayudarte el aprendizaje de actividades que requieran otro tipo de pensamiento diferente, como aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento musical o resolver acertijos. Incluso practicar ejercicio ya que mantenerte físicamente activo mejora la función cognitiva y la flexibilidad. Si quieres algunas ideas, bailar o practicar algún deporte, te ayudará ya que son actividades que requieren coordinación y estrategia.

"Durante el día tenemos actividades que nos ayudan a no estar tan pendientes de la ansiedad o a gestionarla de una forma más activa"

Alternancia cognitiva da la orden de dormir

¿Te has acostado alguna vez y te has despertado de un sobresalto pensando que no has hecho algo o que lo tienes que hacer? ¿Te has ido alguna vez a la cama con un montón de sueño y los pensamientos rumiando en bucle en tu cabeza no te dejan caer en las manos del sueño?

La psicóloga clínica Alejandra Sierra, especialista en ansiedad, explica que "no es algo raro, les pasa a muchas personas". Parece como si la ansiedad aumentara por la noche, pero Sierra aclara que, "a veces no es un aumento de la ansiedad, sino que durante el día tenemos actividades que nos ayudan a no estar tan pendientes de ella o a gestionarla de una forma más activa. Pero por la noche llega la calma, no estamos tan activos y ahí es cuando la cabeza encuentra ese hueco para hacernos prestar atención a esos pensamientos y esa ansiedad".

En este sentido, lo que podemos hacer durante el día para practicar la alternancia cognitiva es dividir las tareas complejas en partes más pequeñas y manejables, enfocándote solo en una parte a la vez y cambiando tu atención entre diferentes partes. De esta manera, el cerebro aprenderá a acostumbrarse a cambiar de enfoque.

Cuando resuelves los problemas durante el día, menos serán los que invadan tu cabeza por la noche. El descanso es fundamental ya que ayuda a mejorar tu capacidad para cambiar entre diferentes formas de pensar. Así, al día siguiente estarás más "fresco" y preparado para afrontar nuevos retos, resolver los problemas que se presenten y estar abierto al aprendizaje a través de los errores.

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