El parqué
Álvaro Romero
Tono alcista
Enfermedades intestinales
El SIBO (Small Intestine Bacterial Overgrowth) es un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, es decir, que habitan más bacterias de las que debería de haber en ese tracto del sistema gastrointestinal donde normalmente hay una colonización muy pequeña.
El problema se presenta porque el intestino no se está moviendo adecuadamente y todos los nervios que lo controlan no funcionan bien. El SIBO puede aparecer por diferentes causas como estrés, una mala alimentación o por automedicarse. El origen está en una bacteria que nace en el intestino grueso y se traslada al delgado, donde se produce una fermentación de los alimentos, produciendo en la persona una sensación de hinchazón, la cual, va en aumento a medida que pasa el día y además, es perfectamente perceptible a la vista.
Hasta un 70% de los pacientes diagnosticados con síndrome de intestino irritable tienen en realidad un SIBO. Tener estos síntomas no es indicativo de tener SIBO. Son indicios que apuntan a ese diagnóstico, pero lo que verdaderamente da el sí definitivo son las pruebas médicas.
Es necesario pasar por un especialista ya que el SIBO aparece porque otra causa lo provocó y es ahí donde hay que investigar. Aunque los síntomas sean similares, la base del problema tiene que tratarse de manera personal para curarlo bien y que este crecimiento sobrebacteriano no vuelva a aparecer.
Los síntomas del SIBO pueden manifestarse de diferentes maneras. En primer lugar, hay una hinchazón abdominal parecida a una barriga de embarazada y que va empeorando a medida que avanza el día. Además, se acompaña de dolor abdominal y digestiones lentas y pesadas.
Esto también puede llevar a intolerancias alimentarias. Cuando el paciente se hace pruebas para asegurarse, suele dar positivo en intolerancia al sorbitol, a la fructosa o a la lactosa, las cuales son una consecuencia del SIBO.
La frecuencia de sufrir gases, diarrea o un continuo malestar estomacal en general también son sintomatología característica del SIBO.
El SIBO es una enfermedad que se ha hecho muy popular en los últimos meses. Por las redes sociales, circulan todo tipo de fórmulas para detectarlo. La más conocida es un test, supuestamente muy fácil de realizar, que se puede conseguir en las farmacias y que en poco tiempo da un rotundo sí. Las personas al encontrarse con este veredicto acuden a las consultas con "el diagnóstico hecho". Así lo describen muchos profesionales de la salud que lo han vivido.
Sin embargo, se ha demostrado que en la mayoría de los casos estas pruebas dan falsos positivo. "Teniendo en cuenta que hasta un 20 por ciento de personas sanas puede resultar positivas en los tests indirectos de SIBO", declara el experto de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario de La Princesa (Madrid), Cecilio Santander, y continúa diciendo "hay que elegir cuidadosamente la prueba diagnóstica para emplearla en pacientes bien seleccionados".
El diagnóstico del SIBO requiere una indicación adecuada del test a utilizar y, sobre todo, "que esos resultados sean evaluados por personal formado y experto en la interpretación de los tests funcionales digestivos" porque si no, indica el experto Cecilio Santander en el portal Infosalus "se hace un uso generalizado de estas pruebas" que, "sin estrategias de diagnóstico previas llevarán a un tratamiento ineficaz".
Cuando hay un desequilibrio de las bacterias en el intestino delgado, existe una especie de permeabilidad. Esto quiere decir que su barrera está estropeada y por este motivo también puede haber síntomas extradigestivos como problemas de piel, fatiga, cansancio o bruma mental. Además pueden acompañarles otras como la ansiedad y/o depresión. Por eso, es peligroso dejarse aconsejar por influencers y no por los profesionales de estas competencias.
También te puede interesar
Nutrición y Bienestar
Alternativas a la sal para aliñar ensaladas sin perjudicar la salud de tu corazónLo último
El parqué
Álvaro Romero
Tono alcista
Tribuna Económica
Carmen Pérez
Un bitcoin institucionalizado
No hay comentarios