¿Por qué algunas personas sufren más los traumas que otras?
salud mental
Aunque el 70% de la gente pasa por un suceso traumático, solo un 3,6% tendrá un trastorno asociado
La palabra trauma forma parte de nuestro vocabulario social. Lo cierto es que a nivel global el 70% de las personas vivirá una experiencia potencialmente traumática (una cifra que solo alcanza el 55% en España), incluso el 30% vivirá cuatro o más, pero lo que preocupa es que de las mismas el 3,6% (un 2,2% en España) desarrollará un trastorno mental asociado al mismo. Precisamente, para profundizar en la relación entre trauma y trastorno mental ha tenido lugar en Sitges el XXII Seminario Lundbeck.
Para Alicia Valiente, psiquiatra y coordinadora de la Unidad de Investigación del Centro Fórum, Hospital del Mar, el trauma tiene un impacto importante, hasta el punto de que “el trauma en la infancia multiplica por tres riesgo de desarrollar trastorno mental en la edad adulta”. El caso más común es precisamente la depresión, que además se trata de una depresión más compleja y que responde peor a los tratamientos. También aumenta la probabilidad de desarrollar trastorno psicótico y multiplica el riesgo de suicidio.
Incluso dando un paso más, la experta adelantaba que la investigación ahora se está centrando en ver la relación entre trauma y enfermedades físicas como cáncer, síndrome metabólico, o enfermedades inflamatorias, ya que la evidencia apunta a que “el trauma no solo afecta al cerebro, parece que pueda haber un mecanismo de acción de que afecte a nuestros niveles de estrés, acción inflamatoria u hormonal” que relaciona el trauma con la enfermedad física.
Lo cierto es que aunque se hable de trauma, la experta insiste en que es positivo que ahora seamos más conscientes del impacto emocional de ciertas situaciones, pero que la realidad es que el trauma en Psiquiatría sigue infradiagnosticado. De hecho, hay que entender el trauma como un espectro en el que caben aquellas experiencias puntuales como aquellas que se han prolongado en tiempo y han supuesto un alto impacto emocional.
En el caso infantil, destacan los traumas relacionados con el abuso físico, sexual, emocional, bullying, o negligencia física o emocional. En el caso de los adultos el espectro puede ir desde violencia de género o sexual (más común en mujeres), violencia física (más común en hombres), a separaciones conflictivas, mobbing laboral, adversidades económicas, muerte de un ser querido, un asalto con violencia, pasando obviamente por conflictos bélicos o catástrofes naturales.
Factores de riesgo y tratamiento
Guillermo Lahera, jefe de sección de Psiquiatría del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, para explicar por qué unas personas llegan a desarrollar ese trauma y otras no, aclara que “el trauma se agrega, si tienes una experiencia traumática tienes más probabilidad de tener más y con más gravedad”. Esto se asocia a que los factores de riesgo se concentran en grupos de población determinados. De esta forma, se entiende que hay factores de riesgo como un bajo nivel socioeconómico, ser de una minoría racial, ser mujer (la mujer tiene el doble de riesgo de desarrollar un trastorno de estrés postraumático (TETP) que el hombre). Además, la violencia sexual es uno de los factores que más se relaciona con el desarrollo de TETP, precisamente por el complejo manejo de la culpa o más intensidad de síntomas de evitación o de revivir la experiencia. En cuanto al tratamiento, la primera línea siempre será la psicoterapia, con mejores resultados en los casos de terapia EMDR (reprocesamiento y desensibilización a través del movimiento ocular, por sus siglas en inglés), pero en el caso de que los síntomas sean muy intensos, será necesario que el paciente rebaje estos síntomas con farmacoterapia para poder realizar esa terapia psicológica. Los únicos tratamientos que han demostrado evidencia por el momento son grupos concretos de antidepresivos.
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