La Cofradía de la Redención retorna hasta sus orígenes

LA de ayer fue una jornada especial para los hermanos de La Redención. La cofradía volvió ayer a sus orígenes y retornó hasta la feligresía del Huerto Paco, realizando estación de penitencia desde el Asilo de Ancianos de Santa Teresa. La ilusión se vio truncada en la Carrera Oficial cuando apareció la lluvia y se le tuvo que colocar un capote al Señor para retornar de manera acelerada gracias al esfuerzo de sus costaleros. La vuelta fue todo un sinvivir, con varios chaparrones. Todo acabó a las doce de la noche cuando volvía al asilo y seguía la lluvia en una noche de truenos.

A pesar de la lluvia fue un Domingo de Ramos histórico para una hermandad que desde sus inicios ha procesionando desde distinto templos como la Casa Hermandad del Rocío de Huelva, la parroquia del Carmen o la iIglesia de la Concepción, desde la que ha hecho estación de penitencia en los últimos años. Después de ese exilio forzoso, la Hermandad de los Desamparados pudo procesionar desde su feligresía. Pero antes tuvo que afrontar la incertidumbre del Domingo de Ramos y al igual que el resto de cofradías decidió solicitar una hora de demora al Consejo para poder tomar una decisión. El hermano mayor, Rafael Domínguez, fue el encargado de comunicar esta decisión a los hermanos de la corporación, que fue recibida con serenidad.

Una hora más tarde, a las 17:30, el máximo representante de La Redención volvió a dirigirse a sus hermanos para anunciar lo que era prácticamente un secreto a voces, una vez que La Borriquita y la Sagrada Cena habían optado por sacar sus pasos a la calle. "Hemos decidido salir. Os pido que demos ejemplo en la calle y hagamos estación de penitencia". Con estas palabras el hermano mayor aclaraba todas las dudas posibles y se disponía el reducido cortejo de la cofradía para iniciar el desfile procesional desde el asilo de ancianos.

Antes, el presidente del Consejo de Hermandades, Antonio González, había sido invitado para realizar la primera levantá y fue obsequiado con dos cuadros de la hermandad.

Fue una salida íntima, recogida, en la que apenas unos cientos de personas se agolparon frente al asilo para poder ver la primera salida procesional de Los Desamparados desde la residencia de ancianos.

El paso del único misterio alegórico de Huelva, exornado con calas, lirios, hiedras, rosas y cardos, se echó a la calle con el clasicismo y el aroma decimonónico que impregna a esta cofradía, que contó con los sones de la Banda de Cornetas y Tambores del Nazareno de Lepe a lo largo de todo su recorrido procesional.

La imagen del Cristo de la Redención se situó frente a la residencia de ancianos antes de proseguir su camino por las calles de Huelva. Allí se realizó una levantá que se dedicó al padre de la secretaria de la Hermandad de los Desamparados, incapaz de contener las lágrimas mientras contemplaba la revirá del paso.

La cofradía completó en la tarde del Domingo de Ramos una estación de penitencia histórica por lo que significa el retorno a su feligresía y mira con mucho más optimismo y esperanza el día en el que La Redención pueda procesionar desde la parroquia de Cristo Sacerdote, una vez que el barrio cuente con un templo adaptado a las necesidades de la hermandad.