El Nazareno se despide de Huelva en otra Madrugá de ensueño

El Nazareno a su entrada en la Concepción.
Alba Gómez

07 de abril 2023 - 12:23

La Madrugá soñada llegó a su fin en una noche en la que Huelva se ha echado a la calle para despedir al Señor y su madre. Desde su salida, una gran cantidad de devotos le siguió en su caminar por las calles céntricas de la ciudad, dejando momentos inolvidables para todos los presentes. Las Hermanitas de la Cruz le rezaron, la Esperanza le abrió sus puertas como cada año, El Calvario le aguardó hasta los primeros rayos de luz y en la calle Marina brotaron las saetas para el Señor de Huelva y su madre.

Cada instante ha sido mágico y la ciudad estuvo a la altura. La Banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno interpretaron cada marcha desde lo más profundo de su corazón, donde profesaron la fe eterna que le tienen a su Cristo. En los rostros de muchos se reflejó una gran emoción que se desbordó en cada levantá. La Virgen de la Amargura bailó cada marcha mientras lloraba por su hijo y en su recogida una lluvia de pétalos eterna cayó sobre ella.

En su salida Méndez Núñez estaba abarrotada, las puertas se abrieron y la cruz de guía salió de la parroquia de la Concepción encabezando la hermandad para entregarse en cada instante de su recorrido. Por el dintel de la iglesia salió El Nazareno, que caminaba hacia el Calvario cargando con la cruz con la ayuda de Simón de Cirene sobre un mar de claveles rojos. La marcha Señor de Huelva comenzó a sonar y la emoción se desató mientras el paso caminaba de frente encaminándose hacia la Carrera Oficial. Durante su recorrido, un mar de nazarenos morados le arropan en cada paso y los onubenses le esperaban en cada calle.

La Virgen de la Amargura iba tras él con un baile de bambalinas eterno acompañado por la Banda de Música de Nuestra Señora de las Mercedes que interpretó Amargura de la Concepción para inaugurar su recorrido. Esta imagen profesa una gran devoción en Huelva, durante su recorrido no le faltó el cariño de todos los fieles y una lluvia de pétalos cayó sobre ella en su recogida.

La Madrugá dejó momentos emblemáticos, las hermanitas de la Cruz recibieron a la hermandad con las puertas abiertas y la Esperanza, que también fue su casa, le abrió su templo para saludarla. Las saetas no cesaron en el paso de la cofradía por la calle Marina, una lugar donde Huelva siempre se vuelca para acompañarla en su recogida. En los rostros de los presentes se podía ver el cansancio mezclado con la emoción de ver un año más al Señor de Huelva caminar con decisión hacia la cruz.

Las puertas de la Concepción se cerraron con la salve a la Virgen y Huelva se despidió de su Señor y de su madre aguardando el esperado día de su Coronación, el 17 de junio, en el que la ciudad volverá a volcarse para venerar a la Virgen de la Amargura y celebrar con la hermandad ese día tan esperado. Los nervios siguen a flor de piel y amor por el Señor de Huelva perdura todo el año.

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