Ruán en la noche del Jueves Santo
La Hermandad de la Misericordia llega al Jueves Santo desde la Madrugada después de tres años de espera por la lluvia
LA calle Rábida volvió a enmudecer con la presencia del Cristo de la Misericordia, después de haber faltado a la cita en los dos últimos años, por cuestiones relacionada con el tiempo.
Por fin se cumple el deseo de la hermandad de incorporarse a la jornada del Jueves Santo, lo hacía a las 20:00 cuando estaba cayendo la noche. Se escuchó primero la esquila del muñidor, y luego las horarias en el campanario que continuó con el sonido de campanas de luto hasta que el paso del Cristo estaba en la calle. La cruz de manguilla, de calle Rábida hacia Murillo.
Una cofradía que este año acompañaban al muñidor dos mujeres vestidas de librea, portando el farol de mano. Un cortejo en la línea de la cofradía, reducido pero especialmente serio con los penitentes de túnica de ruán y cirios al cuadril de cera morada. El paso del Cristo iba con sobriedad y, como en los últimos años, con claveles rojos tras haber dejado los lirios morados de su monte. Sobrio el racheo de los costaleros en un cortejo donde sigue destacando el soberbio estandarte de la Inmaculada Concepción, con artísticos bordados de las Madres Oblatas de Huelva que orlan una magnífica pintura de Francisco Llonís.
La cofradía gana así el Jueves Santo al que llegan de la Madrugada, después de muchos avatares, primero por carecer de templo y luego por los fracasos que ha tenido la Madrugada como una jornada más de cofradías. Desde aquella primera salida, en 1984, de la iglesia de la Milagrosa cerrada pendiente de su restauración. Luego la iglesia de las Madres Agustinas, la Santa Iglesia Catedral, la iglesia de la Milagrosa y, por último, su propia casa. A esto hay que añadir las distintas horas a la que ha salido la cofradía.
Con la incorporación ayer al Jueves Santo se abre una nueva etapa en la historia de la cofradía, que espera encontrarse con muchos más onubense en este día que en la de la Madrugada, que al no haber contado con cofradías concatenada el público era poco y disperso. La cofradía puede encontrar ese espacio deseado, como le ha ocurrido a Hermandad del Perdón, que también dejó, por los mimos motivos, la Madrugada. Comienza así una nueva historia en la vida de esta cofradía onubense.
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