La Hermandad de la Fe de vuelta a su templo bajo lluvia.
La Hermandad de la Fe de vuelta a su templo bajo lluvia. / Clara Carrasco

La Carrera Oficial de Huelva se cierra este año de la forma más desoladora. Tan solo cinco hermandades y la Legión, portando al Cristo de la Vera+Cruz, han podido realizar su estación de penitencia por las calles del centro de la ciudad dejando una Semana Santa sin sus tradicionales estampas, que pasará al recuerdo de todos los onubenses cofrades. Se han vivido momentos difíciles en una semana complicada para todas las hermandades de la capital, que en su mayoría, han tenido que realizar su estación de penitencia en el interior de sus templos.

El es tiempo es caprichoso y después de unas semanas con temperaturas veraniegas, Huelva se resignó con la llegada de dos borrascas que han afectado a la totalidad de la Semana Grande. Las alertas amarillas, la lluvia y los fuertes vientos no han permitido disfrutar de las insignias de estos días, dejando una pequeña tregua el Lunes Santo, el único día en el que sus cuatro hermandades, Tres Caídas, Cautivo, Calvario y Perdón vivieron una jornada plena. Ya el Martes todo se complicó, siendo Pasión la única en pasar por Carrera Oficial y desde entonces el centro de la ciudad se ha quedado huérfano de cofradías con los palcos vacíos, donde se respiraba un triste ambiente.

La tarde del Viernes Santo no ha sido para menos, desde primera hora de la mañana la predicción meteorológica señalaba que durante la tarde las lluvias llegarían a Huelva en forma de grandes borrascas y tan solo la Hermandad de la Fe salió a la calle en torno a las 16:00. Ya desde el mediodía, la Hermandad del Santo Entierro comunicó a todos sus hermanos la suspensión de su salida procesional, al igual que hicieron Descendimiento y La Soledad, a la hora en la que citaron a todos sus nazarenos. De nuevo, por tercer día consecutivo la Carrera Oficial se quedó a la espera, una que se alargará hasta la próxima Semana Santa que ya se espera con los brazos abiertos.

El sueño de un nuevo Domingo de Ramos ya está en la mente de todos los cofrades, uno con el sol radiante, también el cielos despejado en una Madrugá plena. Este año para el Nazareno y la Virgen de la Amargura tampoco pudo ser, las intensas lluvias de la noche hicieron que en torno a las 22:00 la cofradía emitiera un comunicado en el que citaba a sus hermanos a las 04:00 para realizar la estación de penitencia en su templo y a las 08:00 se volvía a abrir para que todos los cofrades pudieran visitarlo.

Durante la tarde, la Hermandad de la Fe fue la única en tomar la decisión de salir a la calle, posaron la Cruz de Guía a las puertas de la Parroquia Santa María Madre de la Iglesia y por la Avenida Federico Molina las lluvias esperadas durante la tarde comenzaron a caer con fuerza empapando a toda la cofradía. A la altura del Barrio Obrero, la Hermandad se dio la vuelta y con la Virgen de La Caridad abriendo paso llegaron hasta su templo a paso de tambor. El paso de misterio estrenaba respiraderos completos, cartelas frontal y trasera del canasto y faldón de terciopelo, las ropas y complementos de las imágenes secundarias.

El barrio de Viaplana acompañó a la cofradía en todo momento durante el efímero recorrido que se vivió en la tarde del Viernes Santo. Tras ello, las puertas de la iglesia se abrieron para dar paso a todos los cofrades que no habían tenido la oportunidad de acercarse a ella.

El resto de hermandades tomaron una decisión contundente durante la tarde. La primera fue el Santo Entierro que a través de un comunicado anunció la suspensión de su salida procesional debido a los partes meteorológicos que manejaban desde la Junta de Gobierno. Todo apuntaba a una tarde donde la lluvia estaría presente, algo que también se podría alargar durante la noche y no quisieron tomar riesgos. Citaron a sus hermanos que formaban parte del cortejo procesional sin el hábito de nazareno y tras rezar juntos la estación de penitencia, abrieron las puertas de la ermita de la Soledad para que todos pudiesen venerar a sus titulares.

También El Descendimiento cerró las puertas de San Pedro sin su querido Viernes Santo en las calles, la cofradía al completo, con su hábito, recibió la noticia justo antes de la hora de salida, que se sumó a la decisión del Santo Entierro debido a la alta probabilidad de lluvia que se extendía durante todo el día. En San Pedro quedó el recuerdo de una recogida solemne, en el que las calles se apagaban al paso del Señor bajando de la cruz y tras él, su madre, Resignación, que en el palio de tus sueños le sigue en su caminar.

Momentos inolvidables se vivieron en la Parroquia de la Concepción en la que este año ninguna hermandad ha pasado el dintel de su puerta. Las cuatro hermandades de su interior han realizado estación de penitencia en el templo, La Soledad ha sido la última, que con su característica solemnidad y recogimiento los cirios de los hermanos alumbraron un rezo que llenó el vacío del corazón de todos los presentes.

Con un gran desaliento la Carrera Oficial de Huelva cierra sus puertas en una Semana Santa que parece saber a poco. El característico cansancio del Viernes Santo no llegó y aunque parece que no ha pasado nada, desde la liturgia ha pasado todo, ahora solo queda la esperanza de que este Domingo de Resurrección la Hermandad pueda salir a la calle.

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