Diálogos cofrades
Cristóbal Colón, ¿hermano de Los Judíos en Huelva?
La celebración del 75 aniversario de la fundación de la Hermandad de la Borriquita ha ofrecido esta semana una estampa llena de todo simbolismo y de recuerdos en una de las cofradías más entrañables de la Semana Santa de Huelva.
En la tarde del 6 de enero, Fiesta de la Epifanía, y en la jornada siguiente estuvo en besamanos el Señor de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén. Recordaba aquella bendición de la sagrada imagen el 6 de enero de 1947. El besamanos ha sido una expresión de la fiesta de la Epifanía en la que Jesucristo se manifiesta como Hijo de Dios. En la Epifanía, los magos de Oriente ofrecieron a Jesús tres dones como signo de las tres manifestaciones de su Divinidad: oro como Rey, incienso como sacerdote y mirra como profeta. Es por lo que se mostraron estos elementos a través de los símbolos de la corona real, un ángel portando una estola por el sacerdocio y otro llevaba una trompeta recordando a los profetas.
A partir de ahora es tiempo de acercarse a esta efemérides y a aquellos que la hicieron realidad en estos 75 años. Recordamos ahora las visitas que tantas veces nos hacía a la Redacción de Huelva Información, cuando éramos vecinos de la Plaza de San Pedro, por el entrañable de Manuel Martínez Muñoz, que siendo ya mayor le gustaba rememorar aquellos tiempos de niño y de alumno Maristas cuando deciden poner en marcha a la Hermandad de la Borroquita. Hubo un primer intento en el colegio pero que no se consolidó.
Martínez Muñoz decía que alentado por el hecho de que algún pueblo ya tenía la Borriquita escribió al Duende de la Placeta de Odiel comentándole que “lo mismo que los Agustinos habían fundado la Buena Muerte, en los Maristas podría fundarse esta nueva hermandad, propia para la gente joven”. Alentado por las indicaciones del periodista local, Manuel Martínez Muñoz y Antonio Bobo Mir, se unieron para hablar con el director de los Maristas, que estaba recién trasladado a la calle San Andrés. Aquella propuesta no cuajó al pensar el director que era una utopía.
No desalentados a pesar de todo, tiene un encuentro el Viernes de Dolores con Diego Díaz Hierro, al que comentan el proyecto y les dice que también tenía la idea de fundar una hermandad de la Borriquita. Aquello sirvió para poner en marcha con mucho más interés la idea de la hermandad.
Diego Díaz Hierro también relata aquel encuentro que tiene lugar con Manuel Martínez y Antonio Bobo a las puertas de la iglesia de la Concepción. Había tenido la misma idea y ponen en marcha al alumnado Maristas y piensan en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús alentados por espíritu de cercanía cofrade del párroco Pablo Rodríguez. Aquello estaba muy lejos y qué mejor que San Pedro, al lado del colegio y en el corazón de la ciudad, para acoger aquella cofradía de niños.
El ímpetu joven lleva a conseguir la imagen del Señor en 1946, realizada por León Ortega gracias a un espléndido donativo de su primer hermano mayor, Arturo L. Damas y la ayuda del resto de hermanos. No salió la imagen pero se pudo ver expuesta en un comercio de la calle Concepción. Su bendición tuvo lugar en la Fiesta de la Epifanía de 1947, todo estaba en marcha y faltaba la aprobación canónica de la hermandad. Hubo besapiés y procesión interior con la imagen del Rey de Reyes.
El arzobispado de Sevilla aprueba erigir la nueva hermandad el 27 de enero de 1947.
Aquellas primeras procesiones siempre tuvo en la presidencia de la hermandad el acompañamiento de un hermano Maristas, por sus orígenes historio de cofradía estudiantil.
A partir de ahí el relato de la historia continúa siendo hermoso y entrañable por ser la primera del primer día de las cofradías onubenses, la del Señor que abre la Puerta del Mar.
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