El Polvorín protagoniza un Vía Crucis que ya forma parte de la historia de la Semana Santa de Huelva

Huelva/Dicen que cuando sale el Patrón San Sebastián, ya queda poco para que comience la Semana Santa. Pero cuando se celebra el rezo del Vía Crucis Oficial del Consejo de Hermandades y Cofradías de Huelva, nace entre los cofrades un estado de nerviosismo que solo se siente una vez al año. Porque tras la celebración de este aplazado Vía Crucis, son tan solo veinte días los que separan a los cofrades de vivir una nueva primavera en las calles de la ciudad.

Una jornada en la que el Santísimo Cristo del Amor, desde su salida por las puertas de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, ha hecho coger un pellizco en el corazón a los devotos y cofrades que se agolpaban en el templo del barrio.

Todo ha sido un pequeño aroma a Domingo de Ramos. Una rampa colocada y montada en la puerta, las notas de afinación de la trompeta rompiendo el silencio y la inconfundible llamada del capataz hicieron que el ambiente respirara ese aire tan propio del primer día de la Semana Santa.

Dentro del templo una nube de incienso envolvía a los cirios, hermanos y acólitos. Una cruz alzada escoltada por dos ciriales, esperaba en el dintel de la puerta la finalización del primer rezo para poder salir y dar comienzo al traslado hasta la Plaza de la Virgen del Rosario, el lugar donde se llevó a cabo el rezo oficial. Dentro el único sonido que rompía el silencio era el reparto de los cirios y la asignación de los lugares a las distintas hermandades de penitencia que acompañarían al Cristo del Amor durante el traslado. Fueron varios los abrazos entre los hombres encargados de portar al titular de la cofradía del Domingo de Ramos, dándose ánimos mutuamente para disfrutar de una jornada histórica para los hermanos de La Cena.

Tras la finalización del primer rezo, realizado por José Manuel Barral, párroco del Sagrado Corazón de Jesús, fue el golpe del martillo de Juan Vicente Rivas el que cogió todo el protagonismo en el eco de la parroquia. Y así comenzó a caminar el Cristo del Amor entre los bancos de madera que habían sido retirados para la ocasión.

Una llamada a tierra para los hombres y el canto de los pájaros al inicio del atardecer. Así salía de nuevo a las calles de El Polvorín el Cristo del Amor, rodeado por los cientos de móviles que no querían perderse ni un pequeño trozo de este día en sus memorias internas. El cortejo contó con la participación de algunas de las hermandades de penitencia de la ciudad, junto al pregonero de la Semana Santa de 2025, los miembros del Consejo de Hermandades, la corporación municipal y el obispo de la Diócesis de Huelva, Santiago Gómez Sierra.

Todos ellos comenzaron a caminar hacia la Plaza de la Virgen del Rosario. Mientras tanto fueron varios los relevos de los hombres de negro, encargados de ser los pies del Cristo del Amor. Estos esperaban con la misma ilusión de entrar bajo el paso en el Domingo de Ramos. Eran varios los vecinos que no se lo perdieron, asomados a los balcones y ventanas de sus casas. Tampoco perdían la oportunidad de sacar el móvil y guardar el momento en sus teléfonos.

Y de esta manera la parihuela llegó a una Plaza Virgen del Rosario engalanada para la ocasión. Con una alfombra roja que rodeaba el monumento central, la participación de la Coral Polifónica de la Merced y las quince cruces que aguardaban en sus distintos doseles, dio comienzo el rezo del Vía Crucis Oficial de la Semana Santa de Huelva 2025.

Eran varios los devotos que no se fueron de la Plaza de la Virgen del Rosario y se quedaron a vivir este día. El Cristo del Amor avanzaba rodeando la plaza de cruz a cruz, en un Vía Crucis que se celebraba en el corazón de El Polvorín y de la Cuaresma. No se escapó ni un detalle de buen gusto por parte de la Hermandad de la Cena, que ha trabajado sin descanso para preparar este día histórico para Huelva.

Con un retraso de veinte minutos se dio por finalizado el rezo en la Plaza de la Virgen del Rosario, donde Gómez Sierra tomó la palabra y recordó que "la pasión de Cristo sigue estando presente en muchos hermanos". Quiso hacer un recuerdo por los tiempos difíciles que viven muchos cristianos a causa de las guerras y las enfermedades en el planeta. Tras sus palabras fueron los hermanos mayores de las hermandades de penitencia de Huelva quienes se encargaron de sacar de la plaza la parihuela del Cristo del Amor, para comenzar el traslado de vuelta hasta la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús.

Queda grabado en los libros un Vía Crucis Oficial que se ha celebrado por última vez en un barrio de la ciudad, ya que la intención del Consejo de Hermandades y Cofradías es celebrarlo en los próximos años en la céntrica Plaza de la Merced, haciendo de ella como el lugar fijo para futuras celebraciones.