Una exaltación diferente, una Madrugá soñada
El cante se ha hecho oración con la voz de Jeromo Segura que ha cumplido todas sus promesas
La parroquia de la Concepción ha acogido la XXIX Exaltación de la Saeta donde el sentimiento cofrade ha florecido como si de la primavera se tratase. La oración y el cante se han entrelazado en un acto donde se ha derrochado fe en cada instante, en el que Huelva Información y El Corte Inglés siguen uniendo fuerzas para mantener las tradiciones de nuestra ciudad.
Durante el acto, el cante se ha hecho oración a través de la saeta con la voz de Jeromo Segura, que ha cumplido con sus promesas y que ha cedido el testigo de la vertiente literaria al periodista, Eduardo Sugrañes. Los titulares del Nazareno presidían el altar de la parroquia que estaba ataviado al detalle para la ocasión.
La Exaltación ha sido un viaje en el tiempo a la madrugá del Viernes Santo donde la hermandad del Nazareno emprende su caminar al pasar por el dintel de la Concepción. El Señor se dispone a adentrarse en los corazones de quienes le buscan y el texto de Sugrañes empapa de fe cada rincón, ese que narraba como se encienden las calles de Huelva en uno de los días más especiales de la Cuaresma.
La Banda Sinfónica Municipal de Huelva amenizaba el acto con tres intervenciones en las que interpretaron tres marchas soñadas. Si se cerraban los ojos se podía ver al Señor de Huelva caminar mientras la marcha 'A Nuestro Padre Jesús Nazareno' retumbaba en la iglesia.
Esta ofrenda musical dedicada al Cristo, que estaba junto a su madre, María Santísima de la Amargura, que aguarda con impaciencia el día de su coronación, el 17 de junio, donde Huelva le rendirá homenaje en un baile de bambalinas eterno. Los dos, junto a San Juan se alzan en esta plegaria en forma de Saeta donde se denota la devoción sincera de los onubenses.
El cantaor onubense Jeromo Segura ha entonado la primera saeta, esta vez en solitario. Frente a frente al Señor de Huelva ha terminado el cante en su último aliento que quebró en un olé del público, que ya no pudo resistirse al arte que derrocha en cada palabra rezada.
El caminar del Señor del Nazareno ha seguido su itinerario durante la madrugada, la voz del periodista encogió los corazones del público, ansiando la espera de la Semana Grande y retrató el pasear del Cristo por sus calles más emblemáticas.
La Exaltación de la Saeta ha continuado con la letra más esperada del maestro José Miguel Évora, que Jeromo Segura interpretó junto a sus alumnos. El cantaor sube las escaleras del altar para sentir al Señor más cerca en algo nunca visto. Mientras, el coro rezaba "El Señor de Huelva ha llegado a mi puerta" en una letra de ensueño que hizo que los cimientos de la iglesia temblaran en esta atrevida composición. Primero el rezo al Señor del Nazareno, después a la Virgen de la Amargura donde el público supo apreciar la calidad de cada nota.
El canto ha rematado con la Banda Sinfónica Municipal que dio un vuelco a los corazones de todo el público bajo la atenta mirada del Señor de Huelva. 'Amargura de la Concepción' fue la segunda marcha elegida en un repertorio que alegró a todos los asistentes.
Sugrañes ha continuado relatando esa madrugá soñada y recordando que los ángeles del cielo ya portan la corona de reina. Ya despunta la mañana cuando solo queda la cera acumulada en los cirios de los nazarenos, que se convierten en lágrimas que lloran por el camino del Señor a la cruz. El cielo azul de Huelva se desborda en el palio que nada entre un mar de pétalos de flores.
Las notas de la guitarra de Álvaro Mora han comenzado a sonar, en un momento donde el público ya no cabía en sí. La interpretación de la marcha 'Mi Amargura' con esos dedos de oro colmaron el acto en una expresión de arte que ha dejado anonadados a todos los presentes.
La iglesia ha estallado un eterno aplauso que ha retumbado en el cielo, Huelva derrocha arte y el broche final de la Banda Sinfónica con 'Mi Madrugá' ha alzado el evento a convertirse en una maravilla a nivel musical.
Una tarde noche muy especial donde la innovación, el arte y la fe se han convertido en una mezcla perfecta para ensalzar a lo más alto a la Semana Santa de Huelva. Con una última mirada a los titulares, las puertas del templo se cierran hasta la esperada Semana Grande.