Diálogos cofrades
Las zambombas
Huelva mostró un año más su devoción a la Virgen de la Victoria. A las cuatro y media de la tarde la hermandad inició su recorrido procesional por las calles de la capital onubense. A esa hora salió la cruz de guía y unos minutos después atravesó el dintel de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús el paso de misterio del Cristo de la Humildad. Fuera del templo se congregó un gran número de personas, expectantes ante el estreno de la cofradía: el misterio completo, un conjunto escultural conformado por siete imágenes secundarias, obra del escultor Elías Rodríguez Picón, una auténtica joya de artesanía en la que el artista ha cuidado hasta el más mínimo detalle, dotando los rostros de una gran expresividad.
Herodes, Herodías, Caifás, Anás, el soldado judío y los dos soldados romanos están tallados en madera de cedro real de Brasil y policromados al óleo, sus ropajes fueron confeccionados por el bordador Jesús Rosado Borja y las piezas de orfebrería que las complementan, elaboradas en la orfebrería Joaquín Ossorio.
Junto al misterio se estrenó también el paso, aún pendiente del dorado, realizado en el taller sevillano de los Hermanos Caballero.
El hermano mayor, Luis Manuel Parrales, comentó respecto a los estrenos que "es el trabajo de cuatro años".
La primera levantá del paso de misterio la llevó a cabo Manuel Catalán, hermano de la cofradía. Acompañó al Cristo durante su salida procesional la Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno de Huelva.
A las cinco y diez de la tarde el paso de palio de la Virgen de la Victoria, exornado con rosas blancas, comenzó su caminar. La primera levantá fue para la Hermandad de la Cinta, hermana mayor honoraria predilecta, que ejecutó Enrique Rodríguez Peguero, secretario de la junta gestora. En la candelería iba el cirio votivo Por la luz a la Victoria, en apoyo a los enfermos de cáncer de mama. Con la marchaViva la Madre de Dios, interpretada por la Banda de Música Municipal de Arahal, fue avanzando por la calle Presbítero Pablo Rodríguez. Allí le cantaron la primera saeta.
Junto a la Cinta, en la carrera oficial se incorporaron a la presidencia del paso de palio, la Hermandad de la Inmaculada y un representante de la Guardia Civil.
De gran belleza fue el transcurrir de los titulares de la cofradía por el Barrio Obrero y emotivo su encuentro con las Hermanas de la Cruz en la Plaza Niña. Se cumple este año el setenta y cinco aniversario de su primera visita a la comunidad de religiosas.
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