"La música constituye el patrimonio inmaterial de las hermandades"

Tertulia cofrade 'El aguaó'

Antonio Pontón, presidente de la Audiencia de Huelva, tiene inventariadas 2.895 grabaciones de bandas de palio Cuenta con documentos como el primer disco de 'Amargura', por J. Font.

Miguel López Verdejo, Jesús Rodríguez, Fernando Melgar, Ana Vives, Antonio Pontón, José Antonio Vieira, Cinta Ortega, Enrique Morán y Eduardo J. Sugrañes, en el Complejo Rafael.
Eduardo J. Sugrañes Huelva

06 de marzo 2016 - 08:00

Antonio Pontón, presidente de la Audiencia Provincial de Huelva, tiene la más importante colección de grabaciones de marchas de plantilla completa o banda de palio, y ha participado en la Tertulia Cofrade 'El Aguaó' de Huelva Información, en el Complejo Rafael. Su colección resulta especialmente interesante por el caudal de conocimiento que ofrece de las marchas de palio. Cuenta con grabaciones que pronto cumplirán un siglo, lo que supone un amplio periodo de la música dedicada a la Semana Santa.

Una ocasión que ha servido para hablar de la música cofrade y su evolución, en un encuentro en el que participaron como contertulios José Antonio Vieira Roldán, cofrade y miembro del Coro de Campanilleros Virgen de la Cinta; Miguel López Verdejo, profesor de música; Cinta Ortega, cofrade; Fernando Melgar, capataz del palio de la Virgen del Refugio, y Jesús Rodríguez Velasco, de la Banda de la Salud.

A partir de 1975 Antonio Pontón inicia su colección, que con el tiempo se ha convertido en un magnífico inventario de la música de bandas de palio. Se acercó a ella por su afición a la música y también por su cercanía a las cofradías. Comienza así a conformar una colección exhaustiva con todas las grabaciones realizadas en España, inicialmente en formato de vinilo y cinta de casete. Cada grabación cuenta con su base de datos, quién lo graba, autor, procedencia... una importante documentación en ficha de hoja registral. Sin olvidar la propia historia de la marcha que es fundamental para conocerla aún mejor. La revisa siempre a final de año, aunque la última es la de 2014, sus ocupaciones en el Tribunal Superior de Justicia en Andalucía no le deja mucho tiempo libre. De cualquier forma los datos son muy interesante, a esa tiene 2.859 grabaciones catalogadas.

Asegura que aunque "puede parecer que vivamos en una isla, lo que aquí pensamos que es único existe en otras partes del mundo". Así habla de la existencia de grabaciones en Guatemala, coetáneas a las de España, llamadas marchas fúnebres, que están protegidas por aquel país como bien inmaterial; constituye, además, su gran aportación a la música occidental. Otros lugares son Malta, con un desarrollo importante; Perú, aunque no existen grabaciones comerciales; y en el sur de Italia, donde sí hay algunas grabaciones. Como curiosidad, resalta que en Guatemala hay vinilos muy anteriores a las grabaciones españolas.

Describe las marchas guatemaltecas como más lentas. La plantilla es distinta, con más metales que madera; allí se elude el origen español y se autovinculan más con Francia. Interpretadas por bandas militares para acompañar a pasos muy grandes; mientras, las italianas son más una obra clásica, con pasos más pequeños.

En Guatemala conocen nuestra música, se intentó hacer allí un concierto de la Banda Sinfónica Municipal de Huelva, pero al final diversos problemas hicieron imposible el traslado.

Se muestra interesado por la música y los autores de Huelva. De sus investigaciones en el Archivo Municipal de Huelva surgió el libro Manuel Ruiz Vidrié y sus contenciosos con el Ayuntamiento de Huelva. De él recuerda partituras como Rocío o Corazón de Jesús.

La música propia, dedicada a los titulares de las hermandades, "deberían ser recuperadas como un patrimonio inmaterial, al que hay que darle su sitio". En su opinión "debería ser como cuando hay una salida especial y se dice vamos a sacar el manto bordado de tal año o tal autor, eso se debería hacer con el repertorio musical propio". "Las marchas procesionales que están vinculadas de manera especial a nuestra hermandades, constituyen un patrimonio que debemos legar a otras generaciones", por eso cree muy interesante su recuperación histórica.

Ocurre que hoy día ese tipo de marchas dedicadas a los titulares de alguna hermandad no pasan más allá de la propia cofradía, a no ser que estemos ante una advocación con mucho tirón y, sobre todo, lo más importante, una buena marcha.

Junto a eso hay otro aspecto destacado por el que pueden sonar menos. Ocurre que en esto de la música de bandas de palio se busca su popularidad y algunas marchas son más comerciales que otras.

Antonio Pontón ha realizado interesantes investigaciones gracias a estas fichas. Así, por ejemplo, ha podido ver la influencia de autores como Abel Moreno, Pedro Morales y Albero. De 2012 a 2014 se constata en las grabaciones cómo Abel Moreno pasa del 3,81 por ciento al 4,09; mientras Albero descendió al 1,25 y Pedro Morales se muestra en el 1,79.

Una música que a partir de los años ochenta, con la incorporación de los hermanos costaleros, tiene gran auge. La de bandas de palio es una música que está resuelta con sus ritmos cadencioso porque, como aseguraba el maestro Manuel Castillo sobre la música procesional, está compuesta para ir detrás de un paso de palio, llevado por costaleros, debe ofrecer suavidad y elegancia, porque no es para acompañar a un tanque.

Cree fundamental estas grabaciones porque afirma que "lo que no se graba está condenado a perderse". Reconoce que se graban muchas cosas comerciales frente a otras marchas de nueva factura, porque existe una necesidad de la recuperación de la inversión realizada. El circuito de distribución se considera clave, ya que hay grabaciones de algunas bandas que solo quedan en lo más cercano, en la hermandad a la que acompaña o en su localidad. Se evita así el costo de la distribución, "pero al final es poco el ámbito geográfico al que ha llegado", señala

La grabación más antigua que tiene inventariada es de 1920, un disco de pizarra de marcha procesionales de Cartagena, donde igualmente se realiza el primer single que graba la casa Zafiro para la Banda de la Cruz Roja de allí. En la actualidad la marcha que más se graba por su magnífica calidad es La Madrugá, mientras Mater mea está superando a Virgen del Valle. En su colección hay discos tan interesantes como el de la primera grabación de Amargura, realizada por la Banda Municipal de Sevilla. En este disco aparece la firma de J. Font, sin duda un documento interesante dentro del debate sobre la autoría de la marcha.

Antonio Pontón no está vinculado a las hermandades de Semana Santa, lo suyo es afición a la música aunque asegura que sí tiene esa cercanía necesaria con la celebración que hace posible que la música procesional sea una realidad.

Esto le ha llevado a conocer muchas Semana Santa y pone por ejemplo la de Málaga, viendo a los pasos de tronos más allá de la avenida por donde todos desfilan, sino buscando otros lugares más íntimos, donde la música y la cofradía es una simbiosis perfecta.

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