Pepelu Bonaño enamora a Huelva con un pregón muy choquero y por fandango

Huelva/Amaneció Huelva con un toque especial ya que un domingo más el Gran Teatro de la ciudad, acogía el pregón de las fiestas patronales en honor a San Sebastián.

En esta ocasión, el encargado de dar inicio a las celebraciones fue el periodista y director de la televisión municipal, Pepelu Bonaño, quien ofreció un emotivo pregón lleno de esencia choquera, dejando una huella imborrable en todos los asistentes. Un ambiente profundamente onubense y un patio de butacas lleno hasta la bandera fueron unos de los elementos clave para el éxito de este evento.

Desde temprano las calles cercanas al Gran Teatro se llenaron de vida, a la espera de uno de los momentos más esperados de las fiestas patronales en honor a San Sebastián. Antes de que el pregón comenzara afuera ya se respiraba un ambiente único. De la misma forma que una buena colonia, había un aroma impregnado que recordaba a cuando florece nueva primavera.

Los abrazos y besos entre los conocidos fueron un no parar, como si cada encuentro fuera una celebración por todo lo alto. Amigos, vecinos, devotos y curiosos se dieron cita frente a las puertas del teatro, creando un momento de grandes emociones. Imaginaros una ciudad envuelta en esta atmósfera de entusiasmo, marcando el comienzo de una semana donde los onubenses se juntan afirmando una vez más el vínculo especial de Huelva con su Patrón, San Sebastián bendito.

Ya con el patio de butacas lleno, solo quedaba esperar que los protagonistas salieran entre bambalinas desde esa larga fila hasta llegar a su asiento. Tras ello y de la mejor forma, la Banda Sinfónica Municipal llevó al público a la Huelva más profunda, con la interpretación de "Mi Huelva tiene una ría". Bombo y platillos llegaron hasta el corazón de todos los onubenses allí presentes.

Tomó la palabra el Hermano Mayor de los Estudiantes, Pablo Marchena, el que comenzó "buscando las abuelas llenaron los chiquillos la calle montrocal de alfombra de palmitos, y atado a un naranjo viene San Sebastián, ¡Viva Huelva y viva San Sebastián!". Desde ese preciso momento, ya el público terminó de entrar en esa atmósfera donde sólo se respiraba palmitos y naranjos. Tras su intervención, Marchena dio paso a José Manuel Toscano "Chema", presentador del pregón de Bonaño.

Toscano tuvo el placer de presentar al pregonero. No dejó nada en el tintero, ya que su larga amistad y su cercanía a Pepelu hizo de este momento una presentación digna. Recordó todo el camino profesional y laboral por el que ha pasado el pregonero, dando algunos detalles como su andadura por Madrid, el que hizo sus labores profesionales en el Arzobispado de la capital. De la misma forma, nombró por las distintas cofradías donde Bonaño ha sido costalero, capataz, miembro de junta o incluso pregonero de la exaltación de navidad y del Domingo de Ramos de la Hermandad de la Redención de Huelva. Acabó dando suerte y con "amigo ponle corazón, tuya es la palabra".

Pepelu se puso de pie y junto sus pastas bajo el brazo, llegó a ese atril dónde ya sólo quedaba él ante una Huelva ilusionada por su patrón. De fondo, sonaba Virgen del Valle a piano y con su voz decidida arrancó el pregón con "Huelva, ábrele las puertas que viene de camino, aún suena lejos, aún calla los nidos y aún vence el frío".

Dejó claro que la fe del pueblo de Huelva, avanza junto a su patrón. Porque es la ciudad donde se abren las puertas, al paso de un santo que en enero está erguido. Y es ahí en ese momento donde Pepelu dijo "San Sebastián es su nombre y Huelva su apellido".

Un agradecimiento a sus amigos y familares, en especial a su novia la que le dejó claro que "voy a intentar no decir que sí a un pregón antes de la boda". Tras ello llegó el momento de recorrer un camino en el que fueron muchos los años donde no pudo ver al patrón. Resaltó lo importante que es Sebastián, porque su nombre resuena en los muros del templo, y junto a un cante por fandango acompañado por una guitarra, Pepelu destacó lo bello que es el barrio cuando el patrón se echa a las calles de la ciudad. De la mejor forma Bonaño terminó gritando "Por fandango te escribo mi patrón"

En este punto del pregón comenzó el crecimiento que tuvo junto al patrón. Con la inociencia de un niño, pintaba al patrón en un cuaderno que le regaló la Hermandad de los Estudiantes. Y desde esa libreta consiguió dar una descripción completa de como Huelva trató a San Sebastián en aquellos años y como "ahora vence la ilusión, brota la juventud matando la espera, adornando sus balcones y con versos te digo que viva la juventud estudiantil y risueña".

Sus palabras empezaban a acabarse, pero siguieron avanzando con un pequeño recorrido por Huelva y su provincia. Como si de un barco buscando puerto se tratase, el pregonero recorrió lugares como el conquero, el humilladero, San Pedro, y destacó como Huelva es tierra minera, mariana, descubridora e inglesa. Pero terminó de la mejor forma, "si mi tierra presume es porque, es rociera, marismeña y huelvana".

Y ahora sí, era el momento de cerrar de la mejor forma un pregón cargado de esencia choquera, que llevó a los asistentes por un recorrido sentimental de estilo poético que capturó la historia, el orgullo y la identidad de una ciudad profundamente unida a su patrón. Bonaño acabó con un venga de frente, "sal a las calles y perfurma por tu barrio, bendice a niños y mayores, sal al camino que todo está escrito, luz de mi ciudad eterna, San Sebastián bendito choquero mocito, triunfo de Dios en la tierra".

Pepelu supo transmitir que San Sebastián es mucho más que un patrón; es un símbolo que une generaciones, celebra la identidad onubense y enciende el alma de un pueblo.