Diálogos cofrades
Las zambombas
La puerta del Gran Teatro abarrotada de gente, el escenario engalanado para la ocasión y los nervios danzaban por cada uno de los espectadores como si el Domingo de Ramos se tratase. El silencio, las palabras de Antonio González, el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Huelva, que ya comenzaron a emocionar; y el pregonero, Víctor García Rayo, que se encabalgó en un baile de versos que hacían poesía desde el primero hasta el último renglón. El pregón de la Semana Santa de 2023 ha gozado de una gran expectación, que ha quedado reflejada en el estallido de unas palmas al compás de Huelva.
La Banda Sinfónica Municipal ha acompañado el acto con unas marchas que se entrelazan a la perfección entre las palabras de Víctor, donde la música ha cobrado una gran relevancia a la hora de ensalzar a la Semana Santa de la ciudad. En presencia del alcalde, Gabriel Cruz; el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra; el teniente alcalde de Cultura, Daniel Mantero y el presidente del Consejo de Hermandades, su secretario y su director espiritual, el pregonero de 2023 comenzó un discurso redactado con fe, cariño y respeto. Víctor García Rayo, escritor y periodista sevillano ha llegado a Huelva para recordarle el valor de su festividad, haciendo un itinerario cofrade donde no ha dejado nada en el tintero.
Su manera de hablar de la ciudad ha embelesado a muchos de los presentes y ha emocionado a otros pocos, su recorrido por las hermandades y su interés por conocer a fondo el mundo cofrade onubense han florecido en un pregón donde la primavera estaba presente. En palabras de Antonio González “un cofrade ejemplar” que iba a levantar el pregón como si fuese un paso, desgranando cada detalle chicotá por chicotá.
La marcha de Rocío ha sonado, con el acompañamiento de un tamborilero que afinaba en cada nota. El público se agarraba en los asientos y las primeras palabras ya dieron rienda suelta a los sentimientos. Los nombres de Esperanza y de Victoria han brotado de su boca, invitó a abrir las puertas del templo y a que la cruz de guía soñada emprendiera su estación, que esta ocasión, no era de penitencia. Víctor recuerda a las vírgenes de la ciudad, una por una, donde Huelva se posa bajo un manto, una ciudad mariana donde la devoción está presente en cada rincón.
Desde Sevilla ha venido para hablarnos de la Semana Santa, una que ha conocido paso a paso, detalle a detalle, una que Huelva le ha contado abriéndole las puertas de su fe. El pregonero no se ha dejado nada, ha reconocido a sus grandes cofrades, ha dicho te quiero, le han faltado palabras pero ha cogido fuerzas para retratar a la Semana Grande que ya se espera ansiosa. Un cofrade, que ha dejado lo suyo y ha venido hasta aquí para hablar de la esperanza que continúa la con la pasión, donde cada hermandad ha tenido su minuto de gloria. Desde los barrios, “¡y qué barrios!” , recitaba. Dejando un hueco para reconocer el trabajo de los músicos y donde las cofradías de Huelva, desde El Prado hasta el Resucitado, se han desvelado en sus palabras.
Un pregón donde el sentimiento cofrade se ha desbordado, Huelva se ha sentido identificada y no ha faltado el reconocimiento. Los asistentes le han acogido con los brazos abiertos y el amor por las cofradías y la fe no han entendido de procedencias. Víctor ha culminado su discurso con la Esperanza en sus labios, “cuando sale la Esperanza mi Huelva es una locura” rezaba. Un paraíso marinero donde el evangelio se va abriendo paso, “cofrade, ya está aquí” anunciaba. “Carnicerito, tú llama cuando quieras que estamos preparados”, en este momento la sala estalla de emoción. Una despedida por todo lo alto, con un discurso equilibrado de un cofrade que ha llegado con sus versos bajo el brazo para conocer y hacer arte con sus palabras.
Los nervios a flor de piel, las agujas del reloj paradas y la empatía colmando la sala. Un pregón que ha culminado por todo lo alto, el cariño y el respeto han tomado el protagonismo y la Semana Santa de Huelva se ha hecho poesía. Los asistentes mostraron su orgullo en gran aplauso y el pregón, como Víctor zanjó “se quedará con la dueña de la luz, que es la Virgen de la Cinta”.
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