Tres obras de arte de Huelva cautivan al público de Sevilla en una exposición

Huelva/La provincia de Huelva tiene una participación destacada en la exposición Arte y devoción en Andalucía: Hermandades y piedad popular, inaugurada este lunes en Sevilla. El retablo cerámico de 1696 de la Virgen del Rocío, junto a Nuestra Señora de los Dolores de Santa Olalla del Cala y el frontal de plata del altar de la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, de Villarrasa, participan en la muestra de 80 piezas de arte sacro llegadas desde todas las provincias andaluzas a la sede sevillana de la Fundación Cajasol, donde podrán ser admiradas por el público hasta el 5 de enero.

La Dolorosa de Santa Olalla ha causado un gran impacto entre los primeros que han tenido la oportunidad de visitar la muestra, por cuanto es una gran desconocida en el mundo cofrade y se atribuye su autoría al círculo de Juan de Mesa, escultor cordobés reconocido, sobre todo, por sus imágenes cristíferas.

La imagen de Nuestra Señora de los Dolores fue realizada alrededor de 1620-1630, y pertenece a la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, en la Parroquia de la Asunción, de Santa Olalla. Presenta a la Señora compungida, con la cabeza inclinada levemente hacia su izquierda.

La atribución al círculo de Juan de Mesa, se asegura en el catálogo de la muestra, está bien fundada a tenor de los caracteres de la efigie, cuyos rasgos estilísticos se asemejan al prototipo femenino utilizado por el escultor cordobés.

Retablo del Rocío

El retablo cerámico de Nuestra Señora del Rocío es de autoría anónima y está datado en 1696. Posiblemente es la más antigua representación de la Virgen del Rocío, y procede de la puerta sur, o puerta del Sol, de la antigua ermita, demolida en 1963.

Nuestra Señora se presenta como Virgen Majestad de pie, con el Niño a la altura de su regazo, con una acentuada disposición triangular. La Virgen, se indica en el catálogo de la exposición, aparece vestida a la moda de los Austrias, con ampulosa falda cónica.

La pieza se presenta recién restaurada por Pedro J. López y Carmen Gutiérrez, que han devuelto a los azulejos su correcta ordenación, alterada en una intervención anterior realizada en el año 2000. Destaca, además, la reposición de la pieza original en la que se representa el rostro de la Virgen, enajenada también entonces y felizmente aparecida y reintegrada.

El frontal del altar Villarrasa, a su vez, es una extraordinaria pieza de plata en su color y dorada, repujada y cincelada de forma impecable por un autor anónimo novohispano (mexicano) hacia 1650. 

Fue donada el 14 de febrero de 1675 por Pedro Ximénez Delgado, natural de Villarrasa y gran devoto de la Virgen de los Remedios de la misma villa, que viajó a las Indias para establecerse en la ciudad de México, donde hizo fortuna.