Controles y radares: las 'app' chivatas, en el punto de mira de la DGT

Las aplicaciones móviles que alertan de la presencia de radares y controles de tráfico, como Social Drive, traen de cabeza a la DGT. Su éxito de público está provocando que caiga la efectividad de los planes de vigilancia de las carreteras, por lo tanto, estudian cómo reformar la ley de manera que se impida, dificulte o limite la difusión de datos relacionados con el posicionamiento de agentes de policía en las vías españolas.

Pere Navarro, director general de Tráfico, pretende prohibir la utilización de apps o redes sociales y sancionar a sus usuarios puesto que comprometen incluso operaciones policiales, como persecuciones relacionadas con otros delitos, que se ven frustradas puesto que los delincuentes pueden conocer la ubicación exacta de las patrullas en cada momento.

Está demostrado que el uso del móvil y la conducción no son buena pareja de baile. Las distracciones al volante conforman la primera causa de las muertes en las carreteras (un 30% del total), cifra que se ha engrosado debido al uso compulsivo de estos dispositivos para consultar chats como WhatsApp.

La reformas pendiente de fructificar pretende endurecer las sanciones por la utilización del móvil al volante. La intención duplicar el número de puntos del carné sacrificados por esta infracción (de los tres actuales se pasaría a perder seis) y mantendría la multa de 200 euros actuales.

Otra de las medidas en las que intenta implementar la DGT es obligar a las teleoperadoras a incluir la opción modo coche en todos los terminales y que intentasen concienciar a los conductores para evitar la utilización del móvil mientras conducen.