Esfuerzo, penurias y más temblores
Miles de personas trabajan sin descanso para devolver la normalidad al municipio murciano · En las últimas 24 horas se han sentido 13 nuevas réplicas del doble terremoto del pasado miércoles
Lorca vivió ayer entre las penurias de quienes han perdido sus casas o no pueden recuperar sus pertenencias, y los esfuerzos de los miles de personas que tratan de reparar con urgencia los destrozos del terremoto, que dejó hasta 13 réplicas en las últimas 24 horas, cinco de ellas de más de 2 grados de magnitud, según el Instituto Geográfico Nacional.
Las calles devastadas por dos fuertes seísmos de 4,5 y 5,1 grados de magnitud en la escala de Richter el pasado miércoles, que ocasionaron 9 muertos y cerca de 300 heridos, presentaban ayer un nuevo aspecto.
Bomberos y soldados se entregaban sin descanso a las tareas de desescombro y apuntalamiento de los edificios más dañados, y podía verse todavía a muchos propietarios de casas desolados mientras contemplaban lo poco que queda de sus bienes materiales.
Desde Oviedo, la ministra de Defensa, Carme Chacón, ha ordenado a la Unidad Militar de Emergencias que convierta los tres dispersos campamentos para damnificados en uno solo, con capacidad para albergar hasta 4.000 camas, frente a las 2.600 actuales.
"Hemos pasado lo mas doloroso, pero queda lo más laborioso", apuntó Chacón, que avanzó que las Fuerzas Armadas españolas pueden aumentar el contingente desplegado en Lorca (600 militares).
Por otra parte, técnicos del ayuntamiento de Lorca, de Cruz Roja y de Protección Civil están comprobando los datos y la situación de cada uno de los 2.750 acogidos en el mayor de los tres campamentos instalados tras los terremotos, el del Huerto de la Rueda. Según informaron fuentes municipales a Efe, se trata de que los "aprovechados" no afectados por los temblores se beneficien de alimentos, mantas y otros servicios que se facilitan a quienes no tienen adónde ir, para lo que se les está poniendo a los acampados dos tipos de pulseras diferentes, intransferibles y con un código numérico, en función de si están empadronados o no en la localidad de Lorca.
El concejal de Urbanismo lorquino, Francisco García, anunció ayer que iba a firmar el primer decreto de demolición de uno de los edificios del barrio de La Viña vitalmente afectado en su estructura y cimentación por los seísmos, que aún permanece en pie y es el más dañado de la ciudad.
Pero la naturaleza sigue sin dar tregua a los lorquinos. El último terremoto se registró a las 8.54 de ayer, con 1,9 grados de magnitud, aunque hubo otras 12 réplicas, de hasta 2,7 grados las más intensas.
Desde que el pasado miércoles se produjera en Lorca el terremoto de 5,2 grados, el Instituto Geográfico Nacional ha contabilizado numerosos pequeños seísmos en la zona de Lorca, la mayoría de ellos imperceptibles para la población.
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