La hora de las multipantallas
No hay televisión que no esté invirtiendo en tecnologías y desarrollos que, en teoría, van en contra de su negocio
Antonio Manfredi
Periodista
Comenzamos 2010 con TVE emitiendo sin publicidad y el 3 de abril llega el apagón analógico, de modo que todas las emisiones de televisión que se producen en España – teóricamente también las locales – deben ser en tecnología digital. Esto coincide con la fusión de Antena 3 con La Sexta y de Telecinco con Cuatro, conformando así un panorama empresarial audiovisual que pueda resistir la bajada de ingresos publicitarios producto de la crisis y, sobre todo, que busque alternativas al fenómeno de las multipantallas, aquel en el que cada vez más usuarios utilizan su ordenador o su teléfono móvil precisamente para ver contenidos televisivos elegidos por ellos mismos para disfrutarlos en el momento y en el lugar que decidan. Y es que no hay televisión que no esté invirtiendo en tecnologías y desarrollos que, teóricamente, van en contra de su negocio prioritario, que es emitir programas y publicidad por el canal principal. Al contrario, se están posicionando en un mercado donde Internet y las redes sociales conforman un entramado de intereses y deseos que acaban llevando al usuario a buscar contenidos televisivos de entretenimiento por encima de fronteras, tiempos y parrillas de programación oficiales.
Son los más jóvenes los que están en vanguardia de este movimiento hacia las multipantallas, sencillamente porque llevan ya mucho tiempo usando su ordenador como elemento principal de comunicación, porque los teléfonos móviles tienden cada vez más hacia el multimedia y porque la industria del videojuego – esa gran desconocida de las estadísticas económicas de España a pesar de que en 2008 superó con creces los mil millones de euros de facturación – ha creado usuarios pegados al consumo constante y eléctrico de contenidos, sin importarles ni horarios ni cadenas, obteniendo en la Red cuanto necesitan para sentirse colmados en sus deseos y en su visiones de esta sociedad del siglo XXI.
Según el estudio de la Fundación Telefónica, La Generación Interactiva en España, publicado en diciembre de 2009, casi el 71 por ciento de los niños españoles usa Internet a diario y el 88 por ciento de los adolescentes, mayoritariamente desde su propia casa. El 41 por ciento de ellos afirman que el tiempo que están frente al ordenador se lo quitan a la Televisión, especialmente los fines de semana. Ah, y el 85 por ciento de todos ellos – niños y adolescentes – reconoce que esa navegación en Internet la hacen solos, sin compañía de nadie que les oriente, a pesar de los peligros objetivos que entraña Internet. Es la misma cifra de los que reconocen estar ligados a una red social, sobre la que articulan el contacto exterior y la misma que afirma tener una dependencia de su teléfono móvil, del que no se desprenden prácticamente nunca. Estas son las generaciones que en diez años empezarán a tomar decisiones que afecten a las empresas de televisión de hoy, el mismo tiempo de que disponen para evitar que esta huida de la pantalla única del televisor no sea una pérdida total de clientes, sino una traslación a otras formas de comunicar, a la que tendrán que adaptarse también los publicistas y los productores de contenidos.
Y es que el progreso tecnológico no para. Google ya ha puesto en el mercado al opositor del Iphone, mientras que Apple y Microsoft compiten por un mercado de movilidad al que muy pronto llegará la televisión. Los anchos de banda permitirán ver canales de Alta Definición en dispositivos móviles, como podremos comprobar en el próximo Campeonato del Mundo de Fútbol de Sudáfrica, un acontecimiento lo suficientemente importante para invocar cambios, como lo fue el Mundial de Argentina de 1978 para cambiar a la televisión en color o el de España de 1982 para animarnos a todos a comprar nuestro primer grabador de vídeo.
Paralelamente, Skype anuncia un acuerdo con los principales fabricantes de televisores para incluir videoconferencia de alta calidad a través de la conexión a la Red que empiezan ya a incorporar los aparatos; donde, por cierto, nos llegará también una nueva programación que competirá con la televisión tradicional y que intentará separar los programas de la marca o cadena que lo produce, como ya está ocurriendo en Estados Unidos con “Hulu”, una web que ofrece gratis, apoyada por publicidad, programas de televisión y películas de NBC, FOX, y muchas otras redes y estudios, que se han adherido a este gran contenedor donde el usuario encuentra lo que quiere.
¿Se imaginan una web que ofreciera al mismo tiempo series como Cuéntame, Arrayán, Física y química y los programas de Belén Esteban y Buenafuente? Está ya ocurriendo, con aquellos usuarios que usan las Web TV de las grandes cadenas para conformarse su propia programación y verla tranquilamente en la soledad y la confianza de su ordenador, mientras interactúan a través de Facebook o Tuenti y contestan ese correo electrónico que les acaba de llegar. Todo al mismo tiempo, en cualquier parte y a cualquier hora.
También te puede interesar
Lo último