Los hospitales tiran casi un kilo de comida por paciente al día, el 35% de la que sirven

Madrid/Los hospitales tiran cada día 953 gramos de comida por paciente, lo que equivale a un 35% de los alimentos servidos y coloca a estos centros en los principales generadores de desperdicio alimentario a nivel mundial, de gran impacto en la sostenibilidad ambiental y en la eficiencia de los sistemas de salud.

Así lo pone de manifiesto el estudio Una revisión exploratoria sobre la reducción del desperdicio y la pérdida de alimentos en los hospitales realizado por un equipo multidisciplinar de investigadoras de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y publicado en Gaceta Sanitaria, la revista científica de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas).

El trabajo, una revisión de 24 artículos científicos publicados entre 2010 y 2023 con datos de hospitales de diversos países, incluyendo España, Portugal, Australia, Alemania y Estados Unidos, analiza las estrategias para minimizar el desperdicio de alimentos en estos centros.

El resultado es que cada día en los hospitales se tiran 953 gramos de comida por paciente, más de un tercio de la que sirven, lo que supone toneladas al año de alimentos tirados.

Según las investigadoras, los motivos son varios, desde la falta de coordinación entre los diferentes actores del sistema sanitario a la sobreproducción de alimentos y la falta de concienciación sobre el impacto ambiental del desperdicio.

Además, este desperdicio tiene un efecto negativo en el bienestar psicológico de los pacientes y el personal sanitario ya que, como recuerda el estudio, el 20% de los hospitalizados afirman sentirse insatisfechos con la calidad de los alimentos.

En algunos casos, como en un estudio realizado en Australia, se observó que el 72,6% de los alimentos servidos en Pediatría no eran consumidos, lo que muestra la necesidad de mejorar la gestión de los menús hospitalarios.

Por todo ello, las autoras inciden en la importancia de fomentar la cooperación entre los diferentes actores del sistema sanitario y proporcionar a los hospitales herramientas para identificar y reducir el desperdicio de alimentos.

"La complejidad de obtener información precisa y relevante sobre los alimentos desperdiciados y sobre las necesidades alimentarias reales de los pacientes dificulta la gestión hospitalaria eficiente", subrayan.