La leptospirosis, un riesgo tras las inundaciones: síntomas y consejos para evitar esta enfermedad
La enfermedad es una de las principales preocupaciones sanitarias tras las riadas.
Dos voluntarios de Valencia, infectados por una bacteria habitual en zonas inundadas
La leptospirosis es una enfermedad producida por la bacteria Leptospira Interrogans que puede contraerse al contacto con aguas estancadas, tierra húmeda o lodos contaminados con orina o tejidos de animales infectados, siendo las ratas los causantes más frecuentes. Esta enfermedad es una de las principales preocupaciones sanitarias tras las inundaciones. De hecho, la Consejería de Sanidad valenciana ya ha informado de dos casos probables de leptospirosis, a falta de confirmación, en dos voluntarios que han colaborado llevando a cabo tareas de limpieza tras la destructiva DANA de la semana pasada.
Esta bacteria puede ingresar al organismo a través de pequeñas heridas en la piel o mucosas, poniendo en riesgo tanto a quienes habitan en las zonas afectadas por las inundaciones como a quienes participan en labores de limpieza y rescate. No se propaga de una persona a otra, excepto en casos muy poco comunes.
Síntomas
En muchos casos, la leptospirosis presenta síntomas leves como fiebre, malestar general y dolores musculares, pero también puede desencadenar complicaciones más graves. Entre los síntomas a los que se debe prestar especial atención se encuentran la fiebre alta persistente, diarrea o vómitos intensos, dolor abdominal severo, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura, dificultad para respirar, erupciones cutáneas, dolor de cabeza intenso y rigidez de cuello, confusión y desorientación. Hay que acudir a un médico ante la detección de cualquier síntoma sospechoso.
Recomendaciones para evitar la enfermedad
En cuanto a las recomendaciones dirigidas a la ciudadanía, se recuerda lavarse muy bien las manos con agua y jabón, utilizar mascarilla, guantes, protección ocular y ropa adecuada de manga larga en las labores de limpieza de las zonas afectadas, así como no consumir alimentos en contacto con los suelos inundados.
Además, en las limpiezas de las casas afectadas se recomienda abrir las ventanas y puertas para ventilar, retirar todos los enseres mojados, el agua estancada, lodo y barro, limpiar las paredes y suelos, y desinfectar con lejía.
En el caso de encontrar cadáveres de animales deben manipularse lo menos posible, usando el equipo de protección correcto. Se pide también evitar el contacto con los fluidos corporales y seguir las instrucciones del ayuntamiento para deshacerse de ellos.
Por otra parte, para evitar problemas respiratorios, se recomienda usar generadores portátiles o motores fuera de las viviendas y garajes procurando alejarlos de puertas, ventanas o rejillas de las viviendas.
En resumen, la leptospirosis representa un riesgo real para la salud pública tras eventos como las inundaciones. Adoptar medidas preventivas y estar atentos a los síntomas son claves para evitar complicaciones y garantizar la salud de la población.
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