Los síndromes laborales más comunes entre los trabajadores y cómo evitarlos

Sociedad

El estrés, la inseguridad o la falta de comunicación entre los equipos profesionales son algunas de las principales causas de estas dolencias

Una mujer en su puesto de trabajo / Startupstockphotos, Pixabay
S. C. G.

27 de mayo 2021 - 19:00

En el ámbito laboral existen diferentes síndromes que afectan a la actividad y al desempeño de los trabajadores que los sufren. Pueden darse en cualquier nivel del organigrama de la empresa y sus efectos no sólo afectan a la motivación, sino que también pueden convertirse en incapacitantes, por lo que perjudican tanto a quienes los padecen como a la propia compañía. El estrés, la inseguridad o la falta de comunicación entre los equipos profesionales son algunas de las principales causas de estas dolencias.

No cabe duda de que en el último año la pandemia ha hecho mella en el estado emocional y la fatiga laboral de muchos trabajadores. De hecho, según datos del Colegio Oficial de Psicología de Madrid, las consultas psicológicas han aumentado en este tiempo alrededor de un 20%.

Las empresas no son ajenas a esta realidad, como indican los resultados del estudio elaborado por SodexoRetos de las empresas españolas en la era Covid-19, de los que se desprende que el 60% de las organizaciones considera la conciliación, el bienestar físico y emocional de los empleados como el reto más importante sobre el que empezar a trabajar. Además, el 32% de las compañías destaca como desafío mitigar el estrés producido por la hiperconectividad, acentuada por el teletrabajo.

"Evitar y reducir los síndromes laborales en el seno de la empresa es invertir en salud, tanto en la de los profesionales como en la de la propia organización", explica Miriam Martín, directora de marketing de Sodexo, que añade que "los departamentos de Recursos Humanos han de dar la importancia que se merece a la salud y el bienestar de los trabajadores para proteger y garantizar un entorno de trabajo sano y saludable que no perjudique al estado físico ni emocional de las personas que lo conforman".

Conocer los principales síndromes laborales e identificar sus síntomas es fundamental para prevenirlos. Para ello pueden ser útiles estas recomendaciones de Sodexo Beneficios e Incentivos, que identifica cuáles son los más comunes y propone consejos para evitar que aparezcan.

Síndrome de 'burnout'

También conocido como síndrome del trabajador quemado, fue reconocido como enfermedad en 2019 por la Organización Mundial de la Salud, que lo define como el resultado de un estrés crónico del trabajo que no ha sido gestionado con éxito.

Se trata de un estado de agotamiento físico, mental y emocional cuyo síntoma principal es la ansiedad (así se manifiesta en un 80% de los casos, según datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales). Los empleados que han elegido su profesión por vocación y los que trabajan de cara al público suelen ser quienes más lo padecen.

Para evitar el síndrome de burnout y sus efectos negativos en la productividad, la empresa ha de instaurar mecanismos de escucha que permitan reconocer y evaluar las situaciones que provocan estrés entre sus profesionales. Una vez identificadas, debe establecer una estrategia para mejorar la organización interna y, también, proporcionar las herramientas adecuadas para que sus empleados desarrollen su trabajo sin sensación de sobrecarga.

El reconocimiento de los logros por parte de cargos superiores es un gesto que potencia la motivación y el compromiso y reduce el riesgo de que se produzca este síndrome.

Síndrome del trabajador burbuja

Concepto muy reciente que hace referencia a los empleados que tienen un sentimiento permanente de no llegar a desconectar por completo de su trabajo. Según un estudio de Fiverr, el 40% de los trabajadores reconoce tener problemas para separar su vida profesional de la personal, una situación que se ha incrementado con la generalización del teletrabajo y la hiperconectividad, dificultando la conciliación e incrementado el estrés de las plantillas.

Para evitarlo, terminar con la sensación de estar todo el día ligado al trabajo ha de ser una prioridad para la empresa. Invertir en la creación de programas de actividades para fomentar hábitos saludables, tanto a nivel profesional como personal, así como en terapias de prevención son medidas a tener cuenta. Según el estudio de Sodexo, tras la irrupción de la pandemia, el 61% de las empresas reconocían estar trabajando en programas de desconexión fuera del horario laboral y durante las vacaciones.

Síndrome del impostor

Se trata de la incapacidad que tienen algunos empleados para asumir y atribuirse los éxitos y logros alcanzados en el ámbito profesional, considerando, además, que son producto de la suerte, la coincidencia o que se deben a la ayuda de otras personas. Esta percepción genera a quien lo sufre un miedo constante a ser descubierto como un engaño basado en el sentimiento de que no se merece el cargo que desempeña.

Las estimaciones de los profesionales calculan que el 70% de las personas se ha sentido de esta manera en algún momento de su vida. Fomentar la seguridad y la autoconfianza de los empleados es fundamental para hacer desaparecer esta sensación e implantar en la empresa un sistema de liderazgo positivo o poner a disposición de las plantillas asistencia psicológica son algunas medidas para llevarlo a cabo. El 32% de las compañías asegura haber implementado, o va a hacerlo, servicios de apoyo emocional y psicológico, según los datos recogidos por Sodexo.

Síndrome de Münchausen

Las personas que desarrollan este trastorno psicológico en el ámbito laboral provocan conflictos con la finalidad de resolverlos ellas mismas en busca de un reconocimiento para mejorar su reputación. Sin embargo, con el tiempo se descubre que, generalmente, esos problemas han sido generados por ellos e, incluso, que el propio salvador es parte del problema.

Se trata de uno de los síndromes menos comunes dentro de las compañías, pero contar con las herramientas necesarias para identificarlo es clave para tratar de evitar los grandes perjuicios que puede tener en la empresa (crear mal ambiente entre la plantilla, por ejemplo) e incidir de manera negativa en la productividad de la empresa.

Síndrome de Estocolmo laboral

Este tipo de comportamiento se produce cuando un empleado sufre una ofensa por parte de un superior, pero no lo detecta y puede llegar a justificarlo. La aceptación de este trato responde a un sentimiento de empatía hacia el agresor que empequeñece y hace cada vez más vulnerable a la víctima, lo que acaba afectando a su desempeño y productividad.

Evitar sistemas de organización muy jerárquicos reduce el riesgo de que este tipo de comportamientos afloren en las organizaciones. Apostar por sistemas de liderazgo más horizontales, en los que se fomente el diálogo, ayuda a evitar estas patologías tan perjudiciales, tanto para las personas como para las empresas.

De hecho, garantizar el bienestar emocional empieza a tenerse en cuenta en los planes de beneficios de las empresas: el 28% de las organizaciones ya se plantea incluir servicios como la meditación o prácticas enfocadas al bienestar psicológico, según el informe de Sodexo.

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