Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
La subida de la temperatura global es una realidad más que contrastada.
Entre enero y septiembre de este año, la temperatura media del planeta ha superado en 1,54 grados Celsius la de mediados del siglo XIX.
Esta temperatura es la que se toma como referencia según las organizaciones climáticas mundiales a la hora de elaborar estudios para evitar efectos catastróficos sobre la naturaleza y los seres humanos, según este lunes la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Asimismo, el calentamiento global a largo plazo (tres décadas) se mantiene por debajo de ese umbral, aunque las mediciones indican también que los últimos diez años han sido en conjunto los más cálidos registrados y que la temperatura del mar va en aumento.
En ese sentido, cabe destacar que esta misma organización mundial alerta, del mismo modo, de los efectos del cambio climático no dejan de intensificarse.
Por este motivo, los servicios climáticos nunca habían sido tan necesarios como ahora.
Según la OMM, "en los últimos cinco años se ha avanzado en el suministro de ese tipo de información climática en apoyo de los procesos decisorios, pero siguen existiendo grandes carencias y se requiere mucha más inversión para poder atender las necesidades en la materia", según se apunta el organismo en un informe.
El informe pone de manifesto que en 2024 el organismo se debe centra en el "desarrollo sostenible, debemos esforzarnos más para convertir la climatología y la información climática en servicios prácticos, potenciar la accesibilidad de los servicios climáticos y lograr que estos se utilicen de forma más eficaz", declara la Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo.
"En una coyuntura de retos medioambientales sin precedentes, nunca antes había sido tan crucial elaborar, difundir y utilizar la información climática para facilitar la adopción de medidas relacionadas con el clima", afirma la profesora Saulo.
El año 2023 fue el más cálido registrado hasta la fecha, y el calor se ha mantenido en cotas sin precedentes en 2024.
Además, muchos fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes e intensos.
En este contexto, la cantidad de víctimas mortales notificadas atribuibles al tiempo y al clima no deja de reducirse gracias a la mejora de las alertas tempranas y la gestión de los riesgos de desastre, pero las pérdidas económicas aumentan.
Entre 2020 y mediados de 2024, las crecidas siguieron siendo el desastre notificado con mayor frecuencia.
Sin embargo, según apunta la organización, los riesgos relacionados con el calor se convirtieron en la primera causa de mortalidad, al ocasionar el 57% de todas las muertes vinculadas con el tiempo, el agua y el clima en todo el mundo.
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