Proteger los glaciares, garantizar el futuro

Día Mundial del Agua 2025

Cada 22 de marzo, el mundo celebra el Día Mundial del Agua para concienciar sobre la importancia del agua dulce

Día Mundial del Agua 2025
Día Mundial del Agua 2025

22 de marzo 2025 - 06:00

La edición de este año, liderada por la UNESCO y la Organización Meteorológica Mundial, busca sensibilizar a la población y a los gobiernos sobre la urgencia de adoptar medidas para la gestión y el monitoreo sostenible de los glaciares. Se trata de un esfuerzo global que exige cooperación científica y políticas coordinadas.

Los glaciares funcionan como reservorios naturales de agua dulce, liberando gradualmente agua de deshielo que sostiene la agricultura, la industria, los ecosistemas y el abastecimiento humano. Se estima que albergan cerca del 70% del agua dulce del planeta, incluyendo las capas de hielo, lo que los convierte en una fuente insustituible para la vida en muchas regiones. Sin embargo, el cambio climático está provocando un derretimiento sin precedentes, afectando no solo los recursos hídricos, sino también la regulación climática y la protección frente a desastres naturales.

El retroceso de los glaciares es una de las pruebas más claras del cambio climático. El aumento de las temperaturas está acelerando el deshielo de estos gigantes de hielo, afectando no solo las regiones de montaña, sino también a las comunidades que dependen de sus aguas en zonas más bajas. La alteración del ciclo del agua está provocando que los caudales de los ríos sean cada vez más irregulares, poniendo en riesgo el abastecimiento para el consumo humano, la producción agrícola y la generación de energía hidroeléctrica.

De hecho, el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2025 pone especial atención en este problema, alertando sobre la disminución de la capa de nieve y el deshielo del permafrost, factores que están modificando los flujos de agua y aumentando la vulnerabilidad de los ecosistemas. Si no se adoptan medidas urgentes, el mundo podría enfrentar una crisis hídrica sin precedentes en las próximas décadas.

Ante este escenario, la UNESCO hace un llamado a fortalecer la colaboración entre países para la preservación de los glaciares y la gestión del agua en todas sus formas. Desde el agua superficial hasta las reservas subterráneas, líquidas o heladas, su protección requiere cooperación internacional fundamentada en la ciencia y la sostenibilidad.

Evolución de las temáticas

El Día Mundial del Agua es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de estos ecosistemas y la necesidad de actuar con urgencia. En un mundo donde la crisis del agua es una realidad cada vez más palpable, la protección de los glaciares no es solo una cuestión ambiental, sino una garantía para la humanidad.

Desde 1994, diferentes temáticas han servido como llamados a la acción, impulsando políticas públicas, cooperación internacional e innovación en el manejo del agua. Analizar las temáticas abordadas en la última década permite entender la evolución de las preocupaciones globales y los avances logrados, así como los retos pendientes.

En 2015, el agua y el desarrollo sostenible marcaron la agenda, destacando su rol en la erradicación de la pobreza, la seguridad alimentaria y la estabilidad económica. Un año después, el énfasis se trasladó a la relación entre agua y empleo, subrayando cómo este recurso no solo satisface necesidades básicas, sino que es clave para la generación de oportunidades laborales en sectores como la agricultura, la energía y la industria.

En 2017 y 2018, las campañas se enfocaron en la eficiencia y las soluciones basadas en la naturaleza. El mensaje “¿Por qué desperdiciar agua?” promovió el uso responsable del recurso, mientras que “La respuesta está en la naturaleza” puso en valor estrategias ecológicas para enfrentar desafíos hídricos, como la restauración de humedales o la gestión sostenible de los ecosistemas.

La inclusión social fue protagonista en 2019 con “Que nadie se quede atrás”, una llamada de atención sobre la desigualdad en el acceso al agua potable y el saneamiento, que aún afecta a millones de personas. Un año después, la relación entre el agua y el cambio climático acaparó la atención, alertando sobre la necesidad de adaptar los sistemas de gestión hídrica a un planeta cada vez más afectado por fenómenos extremos.

Los últimos cuatro años han puesto de manifiesto la urgencia de una acción coordinada. En 2021, la campaña “Valorando el agua” buscó concienciar sobre su verdadero significado más allá de lo económico, resaltando su valor ambiental, social y cultural. En 2022, el protagonismo fue para las aguas subterráneas, fuentes esenciales de agua dulce que, a menudo, son subestimadas en la planificación hídrica global.

El año 2023 llevó el lema “Acelerando el cambio”, insistiendo en la necesidad de redoblar esfuerzos para cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6: agua y saneamiento para todos en 2030. Finalmente, en 2024, la temática “Aprovechando el agua para la paz” abordó la dimensión geopolítica del recurso, destacando la importancia de la cooperación internacional en un mundo donde los conflictos por el acceso al agua van en aumento.

A medida que el mundo enfrenta crisis hídricas cada vez más severas, el gran desafío es transformar la conciencia global en soluciones urgentes y efectivas. La próxima década será decisiva para garantizar que el agua siga siendo un derecho y no un privilegio, y que su acceso equitativo se convierta en una realidad.

Datos para la reflexión

En los últimos cinco años consecutivos, los flujos fluviales han sido muy inferiores a los normales, y los flujos de entrada a los embalses han seguido una pauta similar. Según el informe State of Global Water Resources (Estado de los Recursos Hídricos Mundiales), esta situación reduce la cantidad de agua disponible para las comunidades, la agricultura y los ecosistemas, lo que ejerce una mayor presión sobre el abastecimiento mundial de agua.

En los últimos cinco decenios, los glaciares sufrieron la mayor pérdida de masa registrada hasta la fecha. 2023 fue el segundo año consecutivo en el que todas las regiones del mundo que cuentan con glaciares experimentaron pérdidas de hielo. Dado que 2023 fue el año más cálido del que se tiene constancia, las elevadas temperaturas y la sequía generalizada contribuyeron a prolongar las sequías. No obstante, también se produjeron numerosas crecidas a nivel mundial. Los fenómenos hidrológicos extremos se vieron influidos por condiciones climáticas naturales -la transición de La Niña a El Niño a mediados de 2023-, así como por el cambio climático inducido por el hombre.

“Los recursos hídricos son un indicador de peligro del cambio climático. Recibimos llamadas de socorro en forma de precipitaciones, crecidas y sequías cada vez más extremas que se cobran numerosas vidas y perjudican gravemente a los ecosistemas y las economías. La fusión de la nieve y los glaciares pone en jaque la seguridad hídrica a largo plazo de muchos millones de personas. Y, sin embargo, no estamos adoptando las medidas urgentes necesarias”, declaró Celeste.

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