Puebla de Guzmán, la luz del Andévalo
Una parada impescindible para descubrir la riqueza del interior de la provincia de Huelva
Visitar Puebla de Guzmán es una invitación a vivir lo esencial del Andévalo y aprovechar la cercanía a la Sierra de Huelva, a la Costa de la Luz y al Alentejo y Algarve portugués.
A probar su rica gastronomía, alimentada por el uso tradicional de las amplias dehesas de encinar que alojan una de las principales actividades económicas de la localidad, la ganadería extensiva del cerdo ibérico y de ganado ovino y caprino.
A palpar el reciente pasado industrial minero, que se puede ver en la tranquila y bonita aldea de Minas de Herrerías y los restos de la más antigua mina de Cabezas del Pasto.
A pasear por su rico patrimonio material, como los restos del Castillo del siglo XVII, baluarte defensivo en el que se encuentra integrada la Iglesia Parroquial, el Convento de María Auxiliadora, el bonito entramado de sus calles empedradas y centenarias casas, y como colofón, la atalaya que corona toda la comarca, el Cerro del Águila, donde se encuentra la Ermita de la Virgen de la Peña, paisaje que alegra tanto a la vista como al espíritu. Y a disfrutar de su rico patrimonio inmaterial, con la vistosidad de sus trajes de Gabachos, la Danza de las Espadas y los centenares de caballos que festejan la Romería a finales de abril en sus calles y en la Ermita.
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