Rosal de la Frontera, un bastión de historia y tradición

Rosal de la Frontera/Huelva es un mosaico de historia, tradición y naturaleza que se extiende desde Doñana hasta la vecina Portugal. Allí, en la parte más occidental de Sierra Morena, a dos kilómetros de la línea de frontera con el país vecino, se encuentra encallada en el tiempo y el espacio la localidad de Rosal de la Frontera.

Un pueblo que se siente orgulloso de su pasado medieval, el cual se aprecia en los deteriorados restos de su ermita. Junto a ella se sitúan una de las reliquias del municipio, que no son otros que de la que quizás sea la plaza de toros más antigua de España, que se considera construida en el año 1599.

A las afueras del municipio, más allá de sus calles y plazas, se descubre otra demostración de su rico patrimonio: el crómlech 'Pasada del Abad', del que sólo se conservan seis menhires.

Los menhires son piedras verticales que se colocaban hace más de 2000 años atrás, que aún, a día de hoy se mantienen en pie en este rincón onubense.

Pero, Rosal de la Frontera es también muy conocida por su vinculación con el gran poeta de Orihuela, Miguel Hernández. Y es que cuando este huía de España a Portugal, fue detenido y encarcelado en el municipio, iniciando el calvario que lo llevó a la muerte.

Aunque estuvo poco tiempo, Rosal se reconcilió con este hecho, creando la Casa de la Cultura Miguel Hernández, exactamente en el mismo lugar donde estuvo su primera prisión y donde existe una recreación de la celda en la que estuvo preso. La localidad también le ha dedicado un busto de bronce, obra del escultor Alberto Germán Franco, que se encuentra muy cerca de este espacio.