La escuela de la Naturaleza

Colegio, pantallas, estudio, una breve salida, alguna actividad deportiva, vuelta a las pantallas. Luego, a dormir y a empezar de nuevo. Los niños de la era de las tecnologías pasan tres de cada cuatro horas encerrados en un cuarto o un salón, y solo una en el exterior (siempre en la ciudad, claro). Es la mitad del tiempo de que disponen, por ejemplo, los presos norteamericanos para salir cada día al patio. Hay poco margen para más.

El Déficit por Naturaleza es un concepto acuñado por el periodista estadounidense Richard Louv para referirse a las afecciones (emocionales y físicas) que causa la prácticamente nula interacción del mundo occidental, especialmente de los niños y jóvenes, con la fauna y la flora.

En los primeros años de Primaria se enseña a los más pequeños qué son los puntos cardinales y cómo orientarse a través del sol, de la Estrella Polar o del creciente musgo del tronco de un árbol, pero muy pocos ven con asiduidad un cielo libre de antenas y edificios apelotonados. Se les habla de medio ambiente, del entorno natural y de cómo respetarlo y cuidarlo, unos conceptos que, sin el contacto con la naturaleza, no son para ellos menos abstractos que el número pi.

La actividad en un entorno natural y fuera de las ciudades es esencial, según numerosos estudios, para el propio desarrollo no ya solo de los niños, aunque especialmente, sino también de los adultos. En Huelva, por suerte, hay opciones de sobra para escapar de la rutina y rodearse de entornos naturales únicos en unos pocos minutos. 24 espacios naturales rodean la provincia. Y si se quiere ir más, mucho más allá que un paseo por el campo, Andévalo Aventura es la puerta de entrada a todo un mundo de aprendizaje, diversión, emociones, sentimientos, superación personal, trabajo en equipo… aventuras en un entorno natural envidiable, en el corazón del Andévalo y muy cerquita del Paraje Natural de Sierra Pelada y Rivera del Aserrador, una de las zonas privilegiadas del Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

De la mano de un preparadísimo equipo de profesionales apasionados por su trabajo, en Andévalo Aventura cuentan con instalaciones para el desarrollo de multitud de actividades, desde escalada hasta tirolina, pasando por la pista de aventuras, las actividades acuáticas en el embalse de Santa Bárbara o el tiro con arco, entre otras muchas a las que suma la posibilidad de alojarse y comer en un espacio especialmente pensado para las familias y para los más pequeños de la casa. Con el objetivo de llevar la educación más allá de las puertas del colegio, Andévalo Aventura ofrece diversos packs pensados para alumn@s de todas las etapas educacionales, tanto en las propias instalaciones de Santa Bárbara de Casa como en su gran escuela DoñaDoñana, que, en pleno Parque Nacional, se ha convertido en un referente para que los más pequeños aprendan educación ambiental desde edades muy tempranas. Tanto DoñaDoñana como Andévalo Aventura tienen una amplia oferta de ocio, entretenimiento, educación medioambiental y formación para niños y jóvenes, que obtienen un conocimiento real, palpable, de la naturaleza y de valores como el compañerismo o el compromiso con el entorno.