La revolución tecnológica se instala en las aulas

Los centros educativos, a nivel tanto de secundaria como de primaria, se encuentran cada día más a la vanguardia tecnológica. De hecho, el proceso de digitalización en las aulas se ha convertido en un instrumento más dentro de la metodología diaria. Los libros de textos se encuentran en un proceso de convertir en una herramienta de apoyo, reemplazados por el uso emergente de tablets y ordenadores portátiles.

El uso de las conocidas como Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) es algo usual dentro del día a día en las aulas. El VII Estudio sobre el uso de las TIC en la educación realizado por BlinkLearning el pasado año, con la participación de 6.340 docenes de España y Latinoamérica cuenta con indicadores claves que ahondan en las claves de cómo las herramientas tecnológicas son fundamentales dentro de los cursos escolares a todos los niveles.

Uno de los datos más reveladores del citado informe es como 9 de cada 10 centros educativos españoles cuentan dentro de sus instalaciones con algún tipo de herramienta tecnológica. Dentro de estas TIC, la sustitución de las tradicionales pizarras por pizarras digitales es la más característica, aunque son los portátiles los dispositivos más usados por los estudiantes para realizar y desarrollar sus labores educativas. A estas dos herramientas, le siguen los PC de escritorio, las tablets e incluso los móviles.

No obstante, aunque la tecnología ha llegado a las aulas para quedarse, existen aún ciertos obstáculos que derribar y que dificulta esta implantación dentro de los centros escolares. Dificultades como los problemas de conectividad o la escasa formación en competencia digital de los docentes pueden suponer auténticas barreras a la hora de optar por una digitalización total. Más si tenemos en cuenta que, según datos obtenidos del citado informe, la relación entre este uso tecnológico y el aumento de la motivación se encuentra en niveles muy altos. Para el 76 % del alumnado, esta motivación se debe a “la posibilidad de acceder a contenidos más atractivos, con recursos interactivos y dinámicos”. Por su parte, un 59 % reconoce que este tipo de herramientas en el aula cree que convierten la metodología en algo más activo y lúdico.

La innovación sigue siendo un paso natural de la enseñanza y la educación y por tanto esta requiere seguir dando un paso al frente dentro de las aulas. La pandemia aceleró esta digitalización, obligando a numerosos centros a adaptarse a los nuevos retos que suponía la falta de presencialidad. Por tanto, la tecnología debe ser una herramienta para mejorar lo ya existente, convirtiéndose en un valor fundamental para incentivar y elevar las cualidades de los diversos currículos y metodologías docentes. Es por ello que se trata de un camino de aprendizaje para los alumnos, pero también para el cuerpo de docentes, pilar fundamental en este proceso de digitalización.

En cuanto al nivel pedagógico, la tecnología ha influido en la educación a niveles nunca vistos. Las causas podemos encontrarlas en hechos como la posibilidad de ofrecer un aprendizaje a distancia y adaptado a cada tipo de alumno, permitiendo una mayor flexibilidad en los horarios y aportando un ritmo y nivel personalizado a cada persona. Asimismo, este tipo de metodologías, apoyadas en las tecnologías, ofrecen un aprendizaje que fomenta la participación, lo cual influye en el aumento de trabajo colaborativo entre compañeros. Al mismo tiempo, apostar por una digitalización abre las puertas a una preparación más exhaustiva de los jóvenes a nivel tecnológico, lo que podrá ayudarles en su futura vida laboral.

Este proceso de digitalización no es ajeno incluso a grandes empresas como Microsoft o Google. Esta última cuenta con Google Apps for Education, utilizada en gran parte de los centros educativos españoles, y que consiste en un entorno colaborativo donde se encuentran integradas herramientas características de Google como Sites, Calendar, Gmail o Google Drive. Este tipo de aplicaciones se encuentran integradas totalmente dentro de una gran mayoría de aulas, tanto a nivel de Primaria como Secundaria y universidades.

La importancia de este nuevo camino dentro de la educación es reconocida incluso por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la cual incluso es partidaria del uso de redes sociales a nivel educativo, a fin de fomentar la calidad del aprendizaje. Para ello, sigue siendo vital una buena formación y apoyo a los docentes para que tomen parte activa de estos procedimientos, puesto que este tipo de acciones siempre implican riesgos y amenazas, sobre todo en los más jóvenes, y debe ser el profesorado el que tenga una supervisión directa.